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Había muchas cajas apiladas por toda la habitación, cada una estaba etiquetada con diferentes nombres indicando su contenido. Las cajas más grandes tenían etiquetas de ropa, ropa de cama y las más pequeñas tenían etiquetas de cosas de Vela, fotos, decoración, libretas, libros.

La habitación de Vela no era la única que tenía muchas cajas, en realidad, toda la casa tenía cajas por su alrededor, teniendo algunas un etiquetado adicional de frágil para evitar accidentes.

Vela guarda los libros en su respectiva caja, eran demasiados, lo que le hacía sentir que no terminaba nunca de guardarlos. Los libros eran de todo tipo, libros pertenecientes al mundo no-maj, libros del mundo mágico, libros académicos, libros de ficción, romance, fantasía, de todo.

—¿Cómo vas, solecito? —se escuchó la voz desde otra habitación

—Ya queda menos, papá —respondió la rubia. Ambos llevaban días guardando las cosas

—Te iré a ayudar, solecito

—Es divertido que me llames así —el hombre de cabello oscuro y ondulado entra en la habitación

—¿Por qué?

—Catherine, una hija de no-maj, me dijo que parecía ser hija de Apolo, el dios del sol en la mitología griega —explicó

—Quizás seas la encarnación de aquel dios, solo no conviertas personas en plantas —bromeó

Entre los dos terminan de guardar los libros. Ambos se sientan en el suelo mientras beben de un vaso de agua para descansar e hidratarse

—¿Por qué volvemos a Londres? No vamos desde la muerte de los abuelos —preguntó Vela

—Tu padre ha escapado —respondió él

—Mi padre está frente a mí

—Sabes a qué me refiero —ella soltó un suspiro

—¿No sería más peligroso para nosotros si vamos?

—Nunca creí que mi hermano fuera capaz de hacer algo así, ¿tu sí? —preguntó Regulus

—No lo sé, no lo conocí ¿Recuerda que mi madre llegó a Grimmauld Place pidiendo ayuda porque mi progenitor la abandonó por irse con los Potter cuando ella le dijo del embarazo?

—¿No sientes que te hace falta?

—No, has hecho un gran trabajo haciendo el rol de padre y madre, eso es algo que usted ha hecho, no necesito nada más, solo a usted.

—Y volvería a hacerlo, solecito, eres lo mejor que me ha pasado —Vela le dio una gran sonrisa

—Por cierto, ¿dónde estudiaré? ¿Seguiré en Ilvermorny o seré inscrita en otro?

—Irás a Hogwarts —respondió Regulus, a lo que Vela abrió la boca con indignación

—¿Qué clase de castigo estoy pagando?

—¿Castigo? No estás castigada

—¿Entonces por qué Hogwarts? Con todo lo que está pasando me harán acoso escolar —dijo Vela

—No lo permitiría, hablé con mi prima, su hijo asiste ahí, irían al mismo curso o año, no estarás sola y él no permitirá que te digan algo —ella lo miró insegura —. Inténtelo, si no estás cómoda me escribes y te sacaré de ahí, solecito

—Bien, lo intentaré.

Al llegar a la ancestral casa de la familia Black, el retrato de Walburga Black es quien les da la bienvenida

—Regulus, Vela, han vuelto —la rubia le dio una sonrisa y asintió repetidas veces

—Hola, abuela, hemos regresado ¿Dónde está el abuelo?

—En su despacho, como siempre —Vela suelta una pequeña risa

—¡Kreacher! —el elfo se aparece frente a Vela —. ¿Nos ayudas a ordenar las cosas?

—Con gusto, amita Vela

—¡Gracias!

—Empezaré a usar el despacho de padre para trabajar, espero que no me odie —murmura Regulus

—¡Papá! El abuelo jamás te odiaría, él te ayudaría y te aconsejaría —regañó la rubia

—No sé si eso es mejor, solecito

—¿Sabes que sería lo mejor? —ella lo miró, usa esa mirada, aquella mirada a la que Regulus no podía negarle nada. Su arma más valiosa

—Mamá, Vela quiere cambiar cosas de la decoración y la pintura ¿Qué te parece?

—Confiaré en el gusto de mi nieta

—¡Te dije que estaría de acuerdo! —exclamó ella, feliz —. He visto unos candelabros que se verían maravillosos para el salón ¡Y un piano! ¿Podemos tener un piano? No quiero dejar de tocar ahora que estamos en Londres

—Mañana iremos de compras, porque de seguro querrás hacer cambios a tu habitación.

—¿Por qué hay tanto ruido aquí? —Orion Black se asoma por un retrato —. ¡Solecito!

—¡Abuelo!

—Hola, papá

—Regulus, hijo, que gusto verte

—Lo he notado...

AurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora