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Con la llegada de la primera prueba todo se ponía tenso, cada campeón intentando aprender y descubrir todo lo posible antes de la prueba contra los dragones.

Todos seguían usando las chapitas que decían "potter apesta". Cuando Draco le ofreció a Vela una de esas cosas, ella solo frunció el ceño y empezó a evitarlo.

Sus amigas también usaban aquellas cosas y eso le molestaba, el único que parecía tener un mínimo de respeto era Cedric, pero se podría decir que él lo tenía solo por Vela, sabía como la situación la molestaba y no quería verla incómoda con la situación.

Aquel día, ella vio al chico cerca del lago negro, dudó un poco antes de ir, pero terminó tomando valor, se acercó a él y se sentó a su lado

—Hola, Vela

—Hola, Potter —saludó ella

—Puedes llamarme Harry —ella asintió y sonrió

—Te he visto muy solo últimamente

—Supongo que el torneo cambió muchas cosas, ¿tu igual crees que hice trampa? —se atrevió a preguntar el de ojos verdes

—Jamás dudé de ti, si tú dices que no lo has hecho, te creeré, confío en tu palabra —respondió Vela

—Gracias, ojalá ellos confiaran en mí... son mis amigos, pero...

—¿Te sabes la fábula del trigo? —preguntó la rubia de repente

—¿La fábula del trigo? —Harry estaba confundido, ¿qué quería decir?

—La fábula del trigo dice que la prosperidad, a veces, trae consigo tantas amistades que se vuelven plaga —explicó ella —. Hace unos meses te di un consejo, Harry, puede que haya sido un poco críptica en ese momento

—¿Un poco? —Vela suelta una pequeña risa ante las palabras de Harry

—Bueno, fui muy críptica —admitió —. Lo que quiero decir, Harry, es que aproveches esta oportunidad para ver quienes son en verdad tus amigos y que no están ahí por interés.

—¿Tú cuál eres?

—No sabía que me consideraras tu amiga —respondió ella, Harry se sonrojó levemente

—¿Me acabo de tomar muchas confianzas? —ella rio y negó con la cabeza

—Está bien, solo no confíes tan ciegamente en las personas, las auras puras siempre son a las que más quieren corromper.

El día de la prueba todos tenían los de punta, ver a los Dragones tan de cerca era algo que en verdad intimidaba, ver a sus compañeros enfrentarse a uno era algo que asustaba, nadie quería que alguien saliera lastimado.

Cuando Cedric recibió una llamarada de fuego, Vela bajó casi corriendo las gradas a la zona donde lo iban a estar curando.

No la dejaron pasar de inmediato, tenía que esperar que trataran sus heridas primero, por lo que, en lo que esperaba fuera de aquella carpa, vio a varias personas que al parecer eran quienes trabajaban con dragones.

Uno de ellos tenía un aura muy atrayente, era un color rojo intenso, tenía un magnetismo nunca antes visto por ella. Empezó a tomar notas rápidas en la libreta mientras veía a aquel muchacho de fuerte aura.

—¿Esperas al chico de adentro? —él se había percatado de la presencia de Vela, ella se sonrojó al ser descubierta mirándolo

—Sí, quieren tratar la quemadura antes de dejarme pasar —respondió Vela, él asintió

—Es lo mejor, si la tratan bien no quedará ninguna marca

—¿Tú trabajas con Dragones, verdad? —él asintió —. Me pareces familiar

—De seguro conoces a mis hermanos, un gusto, soy Charlie Weasley

—Vela Black–Rappaport —se presentó ella

Vela estaba sorprendida, de momento había conocido cinco miembros de la familia Weasley y sus auras eran muy diferentes entre sí, a excepción de la de los gemelos, que tenían una muy similar, y la única que no le gustaba era la de Ronald.

Cuando Vela pudo pasar a la carpa, se despidió de Charlie y entró al lugar. Cedric tenía un brazo vendado, pero poco más, además de la tierra y suciedad que cubría su ropa.

—Salió mejor de lo esperado —dijo el cobrizo, Vela frunció el ceño, pero dejó pasar ese comentario

—Es verdad, conservas todas tus extremidades y no te convertiste en comida, así que podemos darlo como un triunfo

—¿Me acercas el huevo, por favor? —Vela se acercó al objeto, lo tomó de donde estaba y se lo entregó al chico.

Cedric tomó el huevo, lo examinó y abrió la parte superior, permitiendo así que se escuchara un gran ruido

—Creo que no va a ser tan sencillo descifrar esto —murmuró él

—Que sea un problema para el Cedric del futuro, lo has hecho muy bien hoy, te mereces un descanso y un gran banquete

—Eres la mejor, Vela

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