Spine Breaker ☾ JJK+PJM

27

Dejar que Jimin se preparara a sí mismo fue la peor y la mejor decisión que pudo haber tomado.

La peor porque, bueno, Jimin lo dejó solo en la cama y partió al baño con un condón. Tuvo que estar solo, tratando de mantener su erección viva, con los gemidos agudos y constantes que se escuchaban desde el otro lado de la puerta.

¿Lo mejor? Fue que cuando salió, la situación fue mucho más fácil y manejable.

—¿Te divertiste allí dentro?

Jimin resopló, caminando de regreso a la cama y tomando asiento justo en el regazo desnudo del pelinegro. Jungkook regresó sus manos hacia la cintura de Jimin, apretando la carna con saña.

—No tanto, pero... creo que ahora si podría divertirme más— contestó, tomando la mano de Jungkook entre la suya, específicamente su dedo corazón, guiándolo justo al borde de su entrada.

Jungkook inhaló con fuerza cuando su dedo se enganchó. Estaba mojado, resbaladizo y... espacioso. Se sentía maleable.

—¿Estuviste preparándote para recibirme? — susurró en el oído de Jimin, enviando corrientes eléctricas por todo el cuerpo desnudo del pelirrosa y por el suyo.

Jimin asintió, envolviendo el cabello del pelinegro con sus dedos.

—Mi cuerpo no es como el de una chica. No puedo autolubricarme y... debe limpiarme bien antes de hacerlo. Así que si, me preparé muy bien para ti.

Jungkook tembló ligeramente cuando su dedo comenzó a deslizarse, dentro y fuera de su entrada. Jimin entreabrió sus labios, dejando salir una ronda de gemidos similares a los que Jungkook logró escuchar desde el baño minutos atrás. ¿Estuvo haciendo exactamente lo mismo?

La idea y el escenario lo encendieron, reavivando su lívido. Su pene endureció por completo antes de agregar otro dedo. Cada gemido nuevo, inesperado, y cada pequeño jadeo entrecortado lo encendía más si eso era posible. Sus dedos comenzaron a moverse con más rapidez, explorando y sintiendo cómo el cuerpo de Jimin reaccionaba a él.

Cuando Jungkook escuchó un gemido más alto, casi un susurro desesperado, no pudo evitarlo. Cambió de posición, su necesidad de estar aún más cerca apoderándose de él. Con un movimiento ágil pero cuidadoso, giró a Jimin, sosteniéndolo firmemente por los muslos y llevándolo contra el colchón. La espalda de Jimin se pegó a las sábanas, y el pelinegro se inclinó sobre él, tomando sus labios en un beso profundo que dejó a ambos sin aliento.

El contacto fue intenso, pero también dulce. Jungkook besó con ansias, con una necesidad creciente que parecía quemar su piel. Su mano permaneció donde estaba, presionando con cuidado la entrada de Jimin mientras su lengua exploraba la boca del pelirrosa. Fue entonces cuando lo notó: un sabor fresco y algo mentolado. Se detuvo, separándose apenas unos centímetros, una pequeña sonrisa curvándose en sus labios.

—¿Te cepillaste los dientes?

Jimin, que todavía respiraba con dificultad, envolvió sus brazos alrededor de los hombros de Jungkook, atrayéndolo un poco más cerca. Sus mejillas estaban rosadas, y una sonrisa tímida apareció en su rostro.

—Pensé que no te gustaría sentirte a ti mismo en medio del beso

Jungkook dejó escapar una risa ligera, inclinándose lo suficiente para dejar un beso rápido en la punta de la nariz de Jimin.

—Eres increíble —murmuró contra su piel, antes de volver a bajar la cabeza y besar su cuello, dejando un camino lento y ardiente hasta su clavícula.

Cada sonido que Jimin hacía, cada movimiento de sus caderas buscando más contacto, alimentaba la llama en su interior. Las manos del pelirrosa volaron hacia la muñeca de Jungkook, como si intentara sostenerlo, pero no ejercían ninguna presión. No lo alejaban, ni lo instaban a ir más rápido, simplemente seguían el movimiento, como si se sincronizara con el ritmo que él marcaba.