ARON
Condujimos el coche hasta la entrada de la manada, donde varios guardias se apresuraron a ayudar con las maletas de Adison y Lucy. Mientras observaba el trasiego, me acerqué a Erol, quien parecía absorto en contemplar a Lucy mientras ella charlaba animadamente con Adison.
—Erol, sería una buena idea que tú y Lucy se mudaran con nosotros. Así estarán más cómodas y podrán estar juntas —le sugerí en voz baja.
Erol parpadeó como si volviera de sus pensamientos y asintió lentamente, su mirada aún fija en Lucy.
—Sí, supongo que tienes razón.
Tuve que chasquear los dedos frente a Erol para traerlo de vuelta al presente.
—Erol, ¿me estás escuchando?
Respondió con un murmullo distraído:
—Sí, sí, tienes razón.
Con un gesto de cabeza, señalé hacia la casa principal de la manada, donde los demás ya estaban comenzando a reunirse para recibir a Adison y Lucy.
Una vez que todas las maletas estuvieron descargadas, guié a todos hacia la casa. Adison llamó a Lusi y Lyra, quienes se acercaron con curiosidad.
—Chicas, quiero presentarles a Lucy —anunció Adison con una sonrisa mientras Lucy se acercaba con Erol a su lado.
Lyra, siempre efervescente, miró a Lucy con ojos brillantes y una sonrisa traviesa.
—Vaya, esto se pone interesante. Tenemos a Lusi y ahora a Lucy. Esto va a ser divertido.
Lucy, sin perder un instante, respondió con una sonrisa pícara.
—Bueno, siempre he dicho que dos Lucys son mejor que una.
Me reí ante la ocurrencia, y no pude evitar sentir un poco de compasión por Erol. Pero al mirar a Erol, noté que la veía como si fuera perfecta, completamente embelesado.
—Parece que tienes competencia, Lusi —bromeé, viendo a Lusi sonreír con complicidad.
—Tendremos que ver quién puede hacer el mejor café entonces —respondió Lusi, guiñando un ojo a Lucy.
Después de las presentaciones y bromas, Lusi nos condujo hacia la habitación de invitados.
—Aquí es donde se quedarán, al menos hasta que organicemos todo —dijo, abriendo la puerta con una sonrisa.
Me acerqué a Adison y le susurré al oído.
—Supongo que ahora tendrás que dormir conmigo, seguro.
Adison se rió suavemente y me dio un codazo juguetón.
—¿Tan seguro estás de eso? —respondió con una sonrisa burlona.
Sonreí, sintiéndome afortunado de tenerla a mi lado, incluso en medio de todo el caos que nos rodeaba.
—Confío en que sabré convencerte —dije, mirándola a los ojos.
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Promesas de Luna
RomanceAron es un licántropo. Él espera impaciente a su pareja predestinada. Adison es humana. Ella ha huído para alejarse de lo que la mataba. ¿Qué pasará cuando ambos caminos se crucen?