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ARON


Abrí la puerta de mi cuarto, sintiéndome satisfecho después de la noche con Adison. Había sido un día increíble y mi lobo estaba en calma, aunque ansioso por lo que vendría después. Me quité la chaqueta y la dejé sobre la silla, preparándome para descansar un poco.

Unos minutos después, escuché un golpe suave en la puerta. Me acerqué y la abrí, encontrándome con Lusi, su rostro estaba serio, pero había una calidez en sus ojos que siempre me había reconfortado.

-Lusi, ¿qué pasa? -pregunté, invitándola a pasar.

Ella entró y se sentó en la silla junto a la cama, mirándome con una mezcla de preocupación y determinación.

-Aron, tenemos que hablar -dijo, su tono suave pero firme-. Es sobre Adison.

Me tensé al escuchar su nombre, una oleada de protección inundándome. Me senté en la cama frente a Lusi, esperando a que continuara.

-Sé que estás enamorado de ella, y que ella es tu Luna -comenzó Lusi-. Pero debes ser cuidadoso. Adison no conoce nuestra verdadera naturaleza, y es crucial que se lo cuentes pronto. La manada necesita a su Luna.

Asentí, entendiendo la gravedad de sus palabras. Había sentido la urgencia de mi lobo de revelarle todo a Adison, pero también sabía que debía ser paciente.

-Lo sé, Lusi -respondí-. Pero no quiero asustarla. Quiero que me conozca primero, que confíe en mí antes de decirle todo.

Lusi suspiró, mirándome con comprensión.

-Entiendo tus razones, Aron. Pero recuerda que el tiempo es esencial. La conexión que sientes con ella es fuerte, pero necesita saber quién eres realmente. Necesita entender lo que significa ser la Luna de nuestra manada.

Me incliné hacia adelante, apoyando los codos en las rodillas y pasando una mano por mi cabello.

-Tengo miedo de que se aleje, Lusi. ¿Y si no puede aceptar lo que somos? -dije, mi voz revelando la vulnerabilidad que rara vez mostraba.

Lusi se levantó y se acercó a mí, colocando una mano reconfortante en mi hombro.

-La verdad siempre es mejor que la mentira, Aron. Adison es fuerte, y si realmente es tu Luna, lo entenderá y lo aceptará. Pero debes darle la oportunidad de hacerlo.

Respiré hondo, asintiendo lentamente.

-Tienes razón. Se lo diré pronto. Solo quiero asegurarme de que el momento sea el correcto.

Lusi me sonrió, su mirada llena de cariño.

-Confío en que harás lo correcto, Aron. Solo recuerda, la manada necesita a su Luna, y tú necesitas a Adison.

Asentí de nuevo, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre mis hombros. Sabía que Lusi tenía razón. Tenía que encontrar el momento adecuado para contarle a Adison la verdad, y esperar que ella pudiera aceptarlo.

-Gracias, Lusi. Gracias por estar siempre ahí para nosotros -dije, levantándome y abrazándola.

Ella me devolvió el abrazo, dándome un apretón antes de soltarme.

Promesas de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora