The True Lives Of The Fabulous Killjoys -My Chemical Romance (Temporada 1)

Capitulo 32: "Un día con Frankie"

¿Saben que ocurrió después de caerme de la escalera? ¡Un brazo roto!

-¿Cuándo podré salir? -murmuré.-, no he salido de aquí por años.

-Hoy no -respondió Ray.

-Y solo fueron dos semanas -agregó Frank-, no exageres.

Para mi parecieron años.

-Podrás salir mañana -dijo mi hermano. Al fin-, tu brazo ya esta mejor pero yo creo que un día más no le hará mal a nadie.

-¿Y... Alguien se quedara? -pregunté. Todos estos días se a quedado alguien a cuidarme, la mayoría de ellos vino Death o si no, se quedaba Sally, Ray, Frank o Amanda.

-Humm... No lo sé -murmuró Frank.

-Yo puedo -sugirió Frankie sin despegar su vista de un libro que le quitó a Kiara. ¡Si!

-No. Tú no -cállate, enano.

-Frank -bufó la Iero-, Gee es solo mi amigo-murmuró.

-Ok -murmuró y salió acompañado con Mikey donde estaban Amanda y Kiara.

Ray y Sally estaban abrazados en uno de los sofás, a su lado estaba Frankie con unos lentes y con el libro.

-¿Desde cuándo tienes lentes? -preguntó Destroya.

-¿Recuerdan cuando me escapé? -¿se escapó?. La pareja asintió riendo-, bueno, ese día fui a mi casa y encontré esto. Todo mejora con lentes.

Ellos siguieron hablando hasta que un grito de Frank lo llamo. Creo que ya se van.

[...]

-Ponte tu traje de baño -cerró el libro de un golpe.

-¿Qué?

-Solo hazlo -se levantó dudosa y fue hacia el segundo piso.

Un momento después bajo tal y como estaba, lo debe traer puesto de bajo.

-¿Lista? -asintió. Subí corriendo, hice lo que debía hacer y listo.-¿Qué mierda quieres hacer? -ella hace que las palabras malas suenen tiernas.

-Ya lo veras -sonreí.

Tomé su mano y caminamos hacía el garaje. Tomar su mano es lindo.

-En serio, Gerard -le entregué un casco, me puse el mio y subí a la moto.

Frankie murmuró algunas cosas y finalmente accedió.

Sus brazos me rodearon y su cabeza estaba en mi espalda, a los segundos partí con la moto.

-Llegamos -sonreí. La ojiazul me soltó y se bajo.

-¿En serio? -su mirada seria estaba dirigida en el agua. Asentí y de un momento a otro, la empujé al agua. Solté una carcajada.

- Me las pagaras -susurró.

Comenzó a lanzar agua con sus dos manos. Esto no se puede dejar así.

Las gotas de agua que yo lanzaba humedecían su cabello y su ropa.

-Para eso era el bañador -murmuré. Yo ya estaba con el mío y Frankie con el de ella mientras que nuestra ropa mojada se secaba con el sofocante sol.

Su sonrisa me hacía sentir cosquilleos dentro de mí, su risa alegraba mi día y sus ojos hacía que mi corazón diera un vuelco.

-¡Ven! -tomó mi mano y nos adentramos un poco más en el agua.

Vi su figura nadar por debajo del agua, su cabello púrpura se veía aún más hermosos de bajo del agua.

Nadé rápidamente a su lado y salió de el agua. Ya me estaba asustando.