Karma

Capítulo 5: Entre la Tentación y la Realidad

Los comentarios que decía Jungkook me ponían muy nerviosa, pero una parte de mí los disfrutaba. Llegamos a mi departamento y fuimos a la sala.

—¿Qué más hicieron? —preguntó Jungkook.

—Comimos y hablé con la familia de Joon.

—¿Te agradan?

—Sí. Su familia es muy buena conmigo. No entiendo cómo es que Join cambió tanto.

—O quizás él siempre fue así.

—Tal vez —agaché la mirada.

—¿Estás bien?

Jungkook me tomó de la mano.

—Sí -sonreí—. No puedo creer que ahora hablemos más.

Cambié el tema, realmente lo de Joon me afectaba, pero no quería que lo notara. —Te dije que era divertido.

—Un poco —lo empujé juguetonamente-.
Me voy a cambiar.

—No, espera.

—¿Qué pasa?

—Me gusta ese vestido.

—Es lindo.

—Tomemos una copa antes de que te cambies.

—De acuerdo.

Fuimos a la cocina. Saqué una botella de vino y dos copas.

—Yo lo sirvo -dijo Jungkook.

—Está bien.

—¿Sabes? Taehyung estaba platicando acerca de hacer un viaje.

—¿Un viaje? —Sí, aún no sabe a dónde.

—No sabía sobre eso.

—Solo me lo ha dicho a mí. Hoy lo vi y me lo comentó.

—Oh, qué bien.

—¿lrías?

—Tal vez.

—Pero solo tú.

—¿Solo yo? —comencé a reír—. O sea, no puedo invitar a Joon.

—No.

—¿Por?

—Sería un viaje de amigos. Además, no nos cae bien Joon.

—Ah, mira.

—Menos a mí.

—¿Y eso?

—Te lo dije —bebió de su copa—. No me gustaría que estemos en el viaje y te la pases con él, o escuchar ruidos extraños en su habitación.

Comencé a reír.

—Estás loco. Pero obvio no lo llevaría.

—Me alegra escuchar eso.

—Pero... no entendí lo que me dijiste cuando veníamos en el auto.

—¿Sobre qué?

—Sobre que no quieres que Joon me toque.

—No te merece.

—¿Por?

—Eres una gran persona. Él simplemente es un patán. Y ver cómo lo besaste y te tomó...

Suspiró y me miró.

—Al menos yo no quiero volver a ver eso.

—Pues es algo que obviamente va a pasar porque es mi novio. -Lo sé... —se acercó a mí—. Pero, yo no quiero verlo.

Me quitó la copa de las manos.

—Descuida, no lo llevaré a más reuniones.

—Mejor ya no pases tanto tiempo con él.

Dio un cálido beso en mi hombro descubierto.

—Imposible —cerré los ojos.

—Mejor pasa más tiempo conmigo.

Lo miré a los ojos y después a sus labios, lo tomé del cuello y lo besé. Sentí cómo Jungkook sonreía y me tomó de la cintura para después subirme a la barra de desayuno. Olvidé por completo que traía vestido. Jungkook se puso entre mis piernas y comenzó a acariciarlas, subiendo poco a poco sus manos por debajo de mi vestido.

Sus manos comenzaron a jugar conmigo...

Se había creado una tensión entre nosotros, ambos queríamos, ambos nos deseábamos...

—¿Estás segura de querer hacer esto? — comenzó a besar mi cuello.

—Si me lo preguntas, comenzaré a dudarlo.

Cerré mis ojos, claro que lo quería.

—Entonces no hablemos.

Me cargó y caminó hacia mi habitación. Al entrar, me bajó y cerró la puerta.

—Me gusta tu vestido, pero... —se acercó a mí—. Estarías mejor sin él.

Me quedé sin palabras. Volvió a besarme y sentí cómo fue quitando mi vestido. No me sentía incómoda, pero sí estaba muy nerviosa. Me gustaba, Jungkook era muy atractivo, claro que lo deseaba tanto como él
a mí...

—No es justo que tú aún lleves ropa.

—Ven a quitármela.

Sonreí y le levanté su camisa, sintiendo su piel, sus abs... Hace mucho tiempo que no tenía ese sentimiento por una persona. Ni siquiera con Joon, que era mi novio...

Mi celular comenzó a sonar. Lo ignoré, pensé que si era una emergencia volverían a llamar.
Solo pasaron unos segundos y volvieron a llamar. Vi a Jungkook y el solo me besó de nuevo. Me relajé, pero pensé que si llamaban de nuevo ahora sí respondería...

Tercera llamada, tomé mi celular de la mesita de noche...

—Es Joon...

—Contesta —me miró coqueto mientras sus manos acariciaban mi abdomen.

En la llamada:

—¿Hola?

—Baby, ¿ocupada? —preguntó Joon.

—Algo —sonreí y miré a Jungkook—. ¿Qué pasa?

—Pensé que ya te habías desocupado con
Yeon.

—Oh no... Sigo con Yeon.

Vi una sonrisa en Jungkook. Después, comenzó a besar mi abdomen, bajando poco a poco. Intenté detenerlo con mi otra mano, pero él la tomó.

—Tengo... tengo que irme, Joon.

—¿Yeon está bien?

—Sí, son... son cosas de chicas...

—Estaba por llegar a tu departamento.

—No estoy en... no estoy en el departamento.

—Bueno, cualquier cosa me dices.

—Si...

—Te veo mañana.

—Adios...

Colgué y dejé el celular en la mesita, para después disfrutar de esa noche.