Capítulo 14: Revelaciones y Despedidas

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Había pasado una semana desde aquel día y me había desaparecido. No quería hablar con nadie, ni ver a nadie. Jungkook me llamaba, me mandaba mensajes, pero lo evitaba. Incluso silencié el chat de grupo de amigos. No podía enfrentar a nadie con todo lo que estaba pasando.

Mi madre me había dicho que iría a visitarme para hablar conmigo. Agradecí su preocupación, pero estaba agotada emocionalmente.

—¿Estás mejor? —preguntó mi madre al entrar a mi apartamento, su voz suave y preocupada.

—No —agaché la mirada, incapaz de ocultar mi tristeza—. ¿Tú me crees?

—Eunji —me tomó de la mano, su mirada llena de comprensión—. De un tiempo para acá, Joon no me termina de convencer.

—Él me golpeó, mamá. Jungkook no hizo nada malo.

—Te creo —dijo mientras limpiaba una lágrima que corría por mi mejilla—. No conozco muy bien a Jungkook, pero sé que lo conoces desde hace mucho tiempo.

—Él golpeó a Joon por cómo me trató.

—Cuando lo vea, se lo voy a agradecer —sonreí débilmente—. Es muy bueno, mamá. Jungkook fue el primero en decirme que Joon me estaba engañando.

—¿Hace cuánto que lo hace?

—No lo sé, pero ya no podía seguir con él. Y... papá lo defendió.

—Hablé con él.

—¿En serio? ¿Qué te dijo?

—Está arrepentido por cómo te trató. Eres su única hija; obvio quiere lo mejor para ti. Sigue confiando en Joon y respeta tu decisión de no querer casarte ahora... pero lo sigue considerando para un futuro.

Rodé los ojos, frustrada.

—Y sigue negando verte con Jungkook.

—Solo estaba saliendo con él... no somos nada más.

—¿Te gusta?

Nunca me había preguntado eso antes.

—¿O solo fue venganza por lo que te hizo Joon?

—Es guapo... —sonreí, recordando las veces que la pasábamos juntos—. Creo que sí me gusta.

Me sonrojé y mi madre sonrió, tomándome de la mano.

—Descuida, no le diré nada a tu padre. Lo voy a convencer para que deje su idea de que en un futuro te vas a casar con Joon.

Abracé a mi madre, sintiéndome un poco más tranquila. Ella confiaba en mí y también sabía que Joon no era un buen tipo. Esa noche, decidí que iría al departamento de Jungkook. Quería pedirle disculpas por lo que había pasado. Pero primero, iba a ver a Yeon en un café para contarle todo lo que había pasado.

—Me alegra mucho que hayas terminado con él, Eunji. Pero hay algo más, ¿verdad?

—Sí... algo que ni yo me esperaba.

—Vamos, me asustas. ¿Qué pasó?

—Por alguna extraña razón... Jungkook y yo...

—¿Están saliendo?

—¿Qué? ¿Cómo sabes?

—Amiga, te conozco... Además, me di cuenta de que algo pasaba.

—¿Por qué?

—La primera vez que los vi... bueno, que los escuché, fue en el baño de mi casa.

Me sonrojé, recordando ese momento.

—¿Nos escuchaste?

—¿Recuerdas que te estaba buscando? Bueno, tampoco sabíamos dónde estaba Jungkook. Luego, cuando subí, escuché cómo se cayeron unas cosas en el baño y... ay amiga, escuché que se estaban besando. Luego toqué la puerta y te escuchabas algo agitada.

—Ay no —cubriéndome el rostro con mis manos.

—Todo pasó muy rápido. No creas que me quedé ahí a escucharlos. Después bajaste tú y enseguida bajó Jungkook.

—Lo siento por no haberte dicho antes.

—No, está bien amiga, hay cosas que a veces uno no quiere decir. Después los vi en la isla Jeju. De hecho, fue mi idea para que estuvieran solos y disfrutaran.

Yeon comenzó a reír.

—Jimin me dijo que fuéramos a cenar. Al llegar al lugar, los vi a lo lejos y se estaban besando. Rápido tomé a Jimin de la mano y le dije que mejor cenáramos en otro lugar.

—¿En serio? —comencé a reír.

—Así que descuida, solo yo lo sé.

—Ay no, qué pena.

—Por una parte es bueno, ¿no? Que se lleven bien, muy bien —me sonrió coqueta.

—Algo... —dejé de sonreír y agaché la mirada.

—¿Qué pasa?

—Un amigo de Joon nos tomó fotos.

—Maldito desgraciado.

—Se las mostró a mis padres... y ahora mi papá no quiere verme y quiere que me aleje de Jungkook.

—No puede ser —suspiró—. Joon está loco.

—Antes de terminarlo, el muy idiota organizó una cena. Le dijo a mis padres que se quería casar conmigo en un año.

—¿QUÉ?

—Sí, y después pasó todo... incluso me golpeó.

—¿Cómo se atreve? Jungkook debe darle una lección, con eso que es bueno en el boxeo.

—Lo hizo.

—Debo felicitarlo —reímos—. Pero entonces...

Yeon estaba recibiendo una llamada.

—Oh, es Jimin. Hey, Jimin. ¿Qué pasa? ¿QUÉ? ¿PERO CÓMO PASÓ?

Yeon comenzó a alterarse. No sabía qué estaba pasando.

—Vamos para allá.

Colgó y me miró.

—¿Qué pasa?

—... Jungkook está en el hospital.

—¿¡QUÉ?!

—Está herido. Jimin no me dijo exactamente qué...

—¿EN QUÉ HOSPITAL ESTÁ?

—Jimin me va a mandar la dirección. Vamos en mi auto.

Comencé a temblar, me puse pálida. Quería estar con él, quería saber qué había pasado... pero sabía quién lo había ocasionado.

KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora