Capítulo 13: Decepciones y Desilusiones

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Después de varias horas de conversación, consuelo y lágrimas, Jungkook se despidió de mí. Se fue de mi departamento diciendo que iba a su casa. Sin embargo, cuando bajó al estacionamiento del edificio, se encontró con Joon esperándolo.

—¿Qué haces aquí? —dijo Jungkook, con la voz tensa y los puños apretados.

—Solo vine a verte la cara —respondió Joon con una sonrisa arrogante—. A ver si eres tan valiente como para pegarme ahora.

Jungkook no pudo contenerse. En un arranque de ira, le dio un fuerte golpe a Joon en la cara, haciéndolo tambalearse y caer al suelo.

—Esto es por Eunji, maldito —gruñó Jungkook, mientras se alejaba, dejando a Joon tirado y adolorido.

Al día siguiente...

Decidí ir a casa de mis padres. Sabía que tenía que contarles lo que había pasado con Joon. Mi corazón latía con fuerza mientras caminaba hacia la puerta.

—Papá, mamá, necesito hablar con ustedes —dije, intentando mantener la calma.

—Claro, hija. ¿Qué pasa? —respondió mi madre, preocupada.

Comencé a relatar lo sucedido, mi voz temblaba mientras contaba cómo Joon me había golpeado. Pero antes de que pudiera terminar, mi padre me interrumpió.

—Eunji, no puedo creer que digas eso de Joon. Él vino esta mañana y nos mostró unas fotos. —El rostro de mi padre estaba severo—. También nos dijo que Jungkook lo golpeó anoche en tu edificio.

—¡¿Qué?! —estaba atónita—. ¡Papá, Joon me golpeó primero! ¡Mira mi labio!

Pero mi padre no quería escucharme.

—Joon nos mostró las fotos de tú y Jungkook en la isla Jeju. Nos dijo que tú lo estás engañando. ¿Cómo puedes hacerle esto a alguien como él?

—Papá, esas fotos no significan nada. Jungkook es solo mi amigo. Joon me ha estado mintiendo y manipulando todo este tiempo.

—Eunji, basta —dijo mi padre, su voz llena de decepción—. No puedo creer que estés diciendo estas cosas. Joon es como un hijo para nosotros. No sé en qué momento te convertiste en alguien tan... irresponsable.

—Papá, te juro que Joon me golpeó. No entiendo cómo puedes creerle a él antes que a tu propia hija.

—¿Y quién me asegura que no fue Jungkook quien te golpeó? No conozco a ese chico y ya veo que no es buena influencia para ti.

Las palabras de mi padre me golpearon más fuerte que cualquier puñetazo de Joon. Me sentí traicionada y sola. Con lágrimas en los ojos, me levanté y salí de la casa sin mirar atrás.

En mi departamento...

Llegué a mi departamento y me dejé caer en mi cama. Las lágrimas corrían libremente por mi rostro. Me sentía decepcionada, no solo de Joon, sino también de mi propio padre, que había decidido creer en las mentiras de Joon antes que en la palabra de su propia hija.

Lloré toda la noche, abrazada a mi almohada, sintiendo que el mundo se desmoronaba a mi alrededor. No podía creer cómo todo había salido tan mal. Mi corazón estaba roto y no sabía cómo iba a repararlo.

Esa noche, comprendí lo doloroso que es no ser creída por las personas que más amas. Pero también sabía que no estaba sola. Jungkook estaba conmigo, dispuesto a apoyarme en cada paso del camino. Sin embargo, el dolor de la traición de mi padre era una herida profunda que tardaría mucho en sanar.

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