Capítulo 2: Decisiones Impulsivas

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Me separé un poco; mis mejillas estaban sonrojadas. Ni siquiera quería mirarlo a los ojos, estaba algo apenada. Pero una parte de mí no se arrepentía de lo que había pasado.

—Yo... —intenté decir algo.
—¿Venganza? —preguntó Jungkook, mirándome intensamente.
—No... Ay no, perdón —me disculpé rápidamente.
—Pensé que me odiabas -sonrió.
—No te odio, solo... no me caes bien —dije, cubriendo mi rostro con mis manos. —Será mejor que me vaya.

Iba a abrir la puerta, pero Jungkook la cerró con una mano.

—¿A dónde vas?

Le estaba dando la espalda. Se acercó a mí, podía sentir su respiración en mi nuca.

—¿Quieres vengarte de Joon? —preguntó en voz baja.
-Lo hice sin pensar —respondí, girando lentamente para verlo.

Estaba muy cerca de mí, su presencia era abrumadora.

—Olvídalo, ¿de acuerdo? —le pedí.
—No puedo olvidar eso tan fácilmente - respondió, su tono de voz era serio.
-Solo hazlo.

Iba a girar para abrir la puerta de nuevo, pero me tomó del cuello y me volvió a besar. Una parte de mí lo deseaba, quería más. Coloque mis manos en su cuello. Él me cargó y, con su mano, tiró todas las cosas del lavamanos y me sentó sobre este. Me acercó más a él, podía sentirlo.

—Puedo hacerte olvidar a ese idiota —dijo, mordiendo mi labio inferior.
—No... No está bien... —mi respiración estaba muy agitada.
—¿Lo que él te hizo y te está haciendo está bien?

Pensé en lo que había pasado hace unos meses y lo que "supuestamente" Jungkook vio esta noche, además de la llamada en donde escuché la voz de una mujer. Sentí un nudo en el estómago. Vi a Jungkook, sabía que era demasiado atractivo. Nuestros labios estaban rojos e hinchados por los besos que nos dimos. De nuevo lo tomé del cuello y lo besé. Sentí como sus manos acariciaron mis piernas, después acariciaron mi abdomen por debajo de mi blusa y subieron un poco más. Sus besos bajaron a mi cuello. Sentí como comenzó a bajar mis jeans y ropa interior. Lo quería. Lo deseaba.

tocan la puerta del baño

Lo miré sorprendida. Rápidamente me bajé, subí mis jeans y fui hacia la puerta.

—Eunji, ¿estás ahí? —era Yeon.
—Sí, ¿qué pasa? —respondí.
—¿Estás bien?
—Sí, todo bien.
—Te estaba buscando, no te vi por un momento.
—Pero está bien, te espero abajo.
—Claro —respondí.
—¿No has visto a Jungkook?

Miré a Jungkook, él negó con la cabeza.

—No, Yeon.
—Debe haber salido.
—Bueno, te espero abajo.
—No tardo...

Yeon se fue, miré a Jungkook tímida.

-Debemos salir.
—Sal tú primero, te veo abajo —dijo él.
-De acuerdo.

Iba a abrir la puerta y me detuve.

—Ni una palabra de esto a nadie.
-Descuida —sonrió coqueto—. Solo queda entre nosotros.

Abrí la puerta y salí. Acomodé mi ropa y cabello antes
de bajar. Yeon me esperaba.

—Por un momento pensé que te habías ido al bar a buscar a Joon -dijo.
—No, yo...

Vi a Jungkook bajar las escaleras. ¿Por qué ahora lo veía más atractivo?, pensé. Traté de ignorarlo.

—Joon me volvió a llamar, y como había mucho ruido decidí responder arriba.
-Oh, ya... ¿Y todo bien?
—Sí, me dijo que si venía por mí ahorita - menti—. Pero le dije que no.
—Qué bueno.

Luego también Jungkook desapareció, pero creo que estaba en la terraza.

—Sí, es lo más probable...

De nuevo se sentó del otro extremo, frente a mí. Podía sentir su mirada, mis mejillas estaban calientes. No dejaba de pensar en lo que había pasado arriba. ¿Por qué con él?, pensé. Me comencé a sentir algo cansada y decidí irme. Me despedí de todos y me dirigí hacia mi
apartamento.

—Pero, ¿qué hice? ¿Por qué? —me pregunté en voz alta.

Me acosté en mi cama. Mi cabeza daba vueltas. Pensé en por qué no fue con Jimin o con otro de los chicos. Pero en ese momento realmente estaba muy molesta y solo lo hice.
No podía negar que me había gustado, sus labios, sus besos, sus caricias. Rápido dejé de pensar en eso, comencé a sentir mucho calor. Me levanté de la cama y fui a darme una ducha antes de dormir.

Al día siguiente...

Había quedado con Joon para ir a comer.
Pasó por mí y nos fuimos al restaurante.

—Entonces, ¿terminó temprano? —preguntó
Joon.
—Yo llegué al departamento como a las 2:40
am.
-Qué bien, ¿me extrañaste?

Pero claro que no, pensé.

—Algo —intenté sonreír—. ¿Y tú, a qué hora llegaste a tu casa?
-Igual me regresé temprano. Solo bebimos un poco.
—¿Quiénes fueron?
—Solo los chicos.
-Jungkook me dijo que te vio.

Noté cómo se puso rígido y apretó un poco los puños.

—Ah, ¿en serio?... ¿Y qué te dijo?
—Nada, solo eso, que te había visto con tus amigos.
—Dile que para la otra se acerque a saludar.
—Claro...

No quise decir más. Con la reacción que vi fue suficiente para saber que Jungkook me había dicho la verdad. Después de comer fuimos a un centro comercial. Entramos a una tienda, trataba de estar
"normal" a pesar de que seguía molesta.

—Ese te puede quedar muy bien — Joon me mostró un vestido, era lindo, pero no para usarlo con él.
—Me gusta —lo tomé—. Solo que...
—Hola de nuevo -era Jungkook, me sorprendí un poco.
—Hola —sonreí.
—Joon—dijo Jungkook.
-Jungkook...
—¿Por qué ayer no acompañaste a Eunji?
—Tenía planes con amigos. Ya me dijo Eunji que me viste, no te acercaste a saludar.
—Ah sí, es que estabas muy entretenido.

Lo miró retadoramente, Joon solo me tomó más fuerte la mano.

-¿Y, ustedes se divirtieron? -preguntó
Joon.
—Oh sí, demasiado —me miró coqueto—. El baño de Yeon ahora es mi lugar favorito.

Mordí mi labio inferior para tratar de no sonreír, mis mejillas estaban sonrojadas.

—¿Y eso por?
—Es limpio y huele bien —sonrió—. Aunque, si te quedas mucho tiempo es muy caliente.
-Ah, bueno, cada quien.
—Iré a probarme esto —dije, no quería seguir ahí con ellos, pensé que tal vez dejándolos solos Jungkook se iría.

Fui hacia los probadores. Me puse el vestido, se ajustaba perfectamente a mi cuerpo. Salí para verme mejor en el espejo ya que el probador tenía una luz muy tenue. Para mi suerte, Jungkook seguía con Joon, maldije por dentro. Joon al verme se acercó a mí.

—Te queda perfecto.

Me abrazó por detrás y besó mi cuello. Por el espejo vi a Jungkook, me miraba fijamente, su ceño estaba fruncido.

-Pero ahora solo pienso en que quiero quitártelo -susurró, fue inevitable no sonrojarme.
—Joon... —sonreí—. Lo llevaré.
—Pero claro que sí.

Me giró hacia él y me besó. Sus labios no se sentían igual como los de Jungkook. Volví al probador y me cambié. Una parte de mí quería que Joon fuese Jungkook. Cerré los ojos y recordé el beso de la noche anterior, sus manos recorriendo mis piernas. Abrí los ojos y traté de borrar esos recuerdos.

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