Capítulo 17: La Confrontación

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Al día siguiente, hasta el mediodía Jungkook me mandó un mensaje diciendo que los chicos ya se habían ido. Tomé mis cosas, las llaves de mi auto y me dirigí al departamento de Jungkook.

Al llegar, abrió rápidamente la puerta, sonrió al verme y me abrazó.

—¿Cómo estás? —pregunté con preocupación.

—Mejor ahora que estás aquí —respondió, dándome un beso en la frente.

—Me alegra escuchar eso.

—Por la mañana, los chicos me ayudaron a limpiar la herida y a cambiar el vendaje —dijo con tranquilidad.

—Oh, qué bien —contesté.

—¿Quieres tomar algo? —preguntó Jungkook.

—Agua está bien —sonreí.

Jungkook me indicó que dejara mis cosas en la habitación y luego fuimos a la cocina. Pasamos el día normalmente: hablamos, comimos algo y vimos una película. Era un día tranquilo, justo lo que Jungkook necesitaba para recuperarse.

Al caer la noche, era hora de hacerle la curación y cambiar de nuevo el vendaje. Jungkook se dio una ducha, y yo estaba en la habitación con todo listo. Salió del baño solo con una toalla en la cintura. Pude ver la herida en su costado derecho; no era muy grande, pero necesitaba cuidados.

—Se ve bien —comenté.

—Sí, no duele —respondió Jungkook.

Lo ayudé a ponerse el pantalón y luego comencé a hacer la curación.

—¿Habías hecho esto antes? —preguntó.

—Sí...Joon tuvo un accidente en su auto una vez —dije, con una mueca de incomodidad.

—¿En serio?

—No fue muy grave, pero aún así necesitaba ayuda.

—¿Y como buena novia lo ayudaste? —sonrió Jungkook.

—Sí —respondí, sonriendo—. Fue antes de todo, o eso creo.

—Ya veo —dijo, mientras colocaba la venda—. Gracias por ser mi enfermera.

—No tienes que agradecer —respondí.

Una vez que terminé, le di un beso en los labios.

—Póntela camisa —dije.

—Hey, ¿en eso no me vas a ayudar? —preguntó, riendo.

—A ver —dije, mientras tomaba su camisa y se la ponía.

Pensé que la herida era más grande.

—No tanto, pero ya sabes cómo son los doctores —comentó Jungkook.

—¿Dónde dejé mi celular? —pregunté.

—Creo que en la cocina —respondió.

Caminé rápido hacia la cocina para contestar la llamada. Me sorprendí al ver el nombre en la pantalla...

Llamada de Joon

—¿Qué quieres? —pregunté, tratando de mantener la calma.

—¿Dónde estás? —preguntó Joon.

—¿Por? Eso a ti no te importa.

—Claro que me importa. Estoy afuera de tu departamento.

—Pues no estoy.

—¿No estás o no me quieres abrir?

—Joon, no estoy, salí.

—Necesito hablarte de algo.

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