Capítulo 16: El Plan de Confrontación

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Ya todos habíamos visto y hablado con Jungkook. Nam y Yoongi se fueron primero, luego fue Jin. Solo estábamos Hobi, Jimin, Taehyung, Yeon y yo esperando a que lo dieran de alta.

—Tenemos que encontrar la forma de investigar a Joon —dijo Taehyung, preocupado.

—No, chicos, se pueden meter en problemas —repliqué.

—Eunji, no dejaremos que se vuelva a meter contigo —dijo Jimin con firmeza.

—Yo hablaré con él —dije, decidida.

—¿Y si te golpea de nuevo? —preguntó Yeon, con preocupación.

—No, amiga, no vas a ir sola —añadió, insistiendo en su punto.

—Por favor, no quiero que nadie más salga lastimado.

—Lo mejor será que dejemos que las cosas se calmen. Ya después vemos qué hacemos —sugirió Hoseok.

—Sí —sonreí, intentando mostrar optimismo—. Y que Jungkook se recupere.

Pasaron algunos minutos y el doctor nos informó que ya iban a dar de alta a Jungkook. Fui al baño antes de que saliera. Pasé por la puerta de su habitación y por la pequeña ventanilla vi que una enfermera le estaba quitando el suero y los medicamentos. Después le quitó la bata; solo estaba en ropa interior. Vi cómo la enfermera se sonrojaba y lo miraba de pies a cabeza. Mis mejillas se pusieron rojas y sentí un nudo en el estómago.

Abrí la puerta y ambos me miraron, pero en ese momento no me importó.

—Yo puedo ayudarlo —dije, tratando de sonreír.

—Oh, ¿eres su novia? —preguntó la enfermera, y en ese momento no sabía qué decir.

—Yo...

—Sí, es mi novia —respondió Jungkook, sorprendiéndome.

—Solo hay que ayudarlo a vestirse. Al menos en los primeros días no debe hacer mucho esfuerzo. Ya se le quitaron los medicamentos —sonrió tímidamente y caminó hacia la puerta para salir.

Me acerqué a Jungkook, sonrojada.

—No soy tu novia —dije, mientras tomaba los pantalones que estaban en el sillón.

—¿No? —dijo sorprendido—. Entonces, ¿por qué entraste como una novia celosa?

Sonreí de los nervios.

—Porque... Porque es parte del trato que tengo contigo.

—¿Trato? —preguntó Jungkook, intrigado.

—Te voy a cuidar hasta que estés mejor.

Comencé a ponerle el pantalón mientras él estaba sentado. Se levantó con cuidado para que lo subiera.

—Por lo que pasó —dije, a punto de subir el cierre del pantalón, pero él me tomó de las manos.

—En primer lugar, te dije que no es tu culpa y dejes de decirlo —me miraba fijamente—. En segundo, si pones una mano ahí me olvidaré de que tengo una herida y te recostaré en esta cama para hacerte mía.

No pude evitar sonreír de los nervios.

—Claro que no, estás loco.

Jungkook se abotonó el pantalón. Tomé la camisa y se la puse, revisando el vendaje.

—¿Te duele aún?

—No, aún tengo los efectos del medicamento.

Tomé sus cosas y salimos de la habitación. Realmente, Jungkook podía cuidarse solo, pero no podía agacharse ni hacer mucho esfuerzo.

Llegamos a la sala con los chicos, quienes me miraron raro, pero Yeon solo sonrió.

—¿Fuiste a ayudarlo? —preguntó Jimin.

—No... —dije, evitando la mirada de los demás.

—Iba pasando cuando salí de la habitación. Me ayudó con mis cosas porque no puedo cargar mucho peso —dijo Jungkook.

—Nuestro Kookie en su primer enfrentamiento —dijo Hoseok, quitándome la mochila para ayudarme.

—Vamos, te llevamos a tu departamento —dijo Taehyung.

—¿Y ustedes? —nos miró a Yeon y a mí.

—Descansa, llegamos en mi auto —dijo Yeon.

—Oh, está bien —sonrió Jungkook, volviéndose a mirarme—. Al llegar a mi departamento, Yeon se quedó conmigo un momento.

—Qué bueno que Jungkook se ve bien —dijo Yeon—. Bueno, algo golpeado, pero no pasó nada más.

—Lo sé, Joon me va a escuchar —dije, con determinación.

—En serio, Eunji, no vayas sola —advirtió Yeon.

—Yeon, no quiero que nadie más salga lastimado.

—Al menos déjame ir contigo. No le digamos a los chicos.

—No, voy a ir yo sola.

—Eunji, si vas tú sola le voy a decir a Jungkook.

—No, Yeon, por favor.

—No sabemos lo que es capaz de hacer Joon.

—No creo que se atreva a tocarme de nuevo.

—Eso crees.

—Mira, si lo veo será en casa de mis padres. Tendré un plan.

—Bueno, si es así estaré más tranquila.

No sabía exactamente qué iba a hacer para hablar con Joon, pero se me ocurriría algo para saber la verdad.

Pasadas las 9:00 pm, Yeon se fue. Fui a mi habitación, tomé una mochila y guardé ropa, necesaria al menos para tres días. Lo bueno es que Jungkook no vivía muy lejos de mi departamento.

Mientras acomodaba todo, recibí una llamada.

En la llamada

—Hola, todo bien? —pregunté.

—Sí. Solo te llamo para decirte que los chicos se quedarán conmigo hoy —dijo Jungkook.

—Oh...

—Pero mañana te espero aquí. ¿Está bien?

—Sí, descuida.

—¿Tú estás bien?

—Sí, por mí no te preocupes.

—Bueno, mañana te veo.

—Descansa, y que te cuiden bien.

Fin de la llamada

Lo extrañaba, ya quería estar con él y cuidarlo. Por una parte, era verdad cuando le dije que lo cuidaría para disculparme por lo que pasó, pero por otra, era simplemente para estar con él. Aunque sabía que los chicos harían un gran trabajo cuidándolo hoy, Jungkook también necesitaba un poco de distracción con sus amigos.

KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora