La madre de mi mejor amiga | FreenBecky

Capítulo 3

Becky's POV

—Es tan hermosa. —susurró Oliver, mientras mecía a nuestra pequeña en sus brazos.

—Es igual a ti Becky. —me dijo mientras se acercaba y dejaba un cariñoso beso en mi frente.

Yo solo le sonreí, no tenía fuerzas para hablar, además de que me lo habían prohibido.

— ¿Dónde está mi hermosa sobrina? —entró mi hermano, con los brazos extendidos corrió hacia Oliver, tomando a la pequeña en sus brazos.

Mis amigas le siguieron y segundos después mis padres y los de Oliver también habían ingresado. Mi papá junto al Señor Lloyd, se habían acercado a Richie, y en menos de un segundo, papá se encontraba sosteniendo a Marissa y mi hermano gruñendo porque se la habían arrebatado.

¡Dios! Me encontraba tan feliz de cómo había sucedido todo esto, que pensaba que explotaría en cualquier momento. Solo esperaba todo fuera bien, aunque Oliver pronto se marcharía.

Un año después...

Hoy era jueves 11 de diciembre de 1997. ¡Uf! Que rápido se iba el tiempo, siento como si hace tan solo un par de horas había dado a luz a esta preciosa niña que ahora está en los brazos de su padre, saludando a todos los invitados, en su mayoría, familiares de él y míos.

Nuestros amigos, 'tíos' de Marissa no pudieron faltar, y ahí estaban ellos, disfrutando de la pequeña reunión. En poco más de dos meses, Oliver se marcharía, sus padres ya tenían todo listo, y él solo esperaba el momento, aunque muchas veces me dijo que no quería dejarnos solas, sobre todo porque extrañaría a Marissa. Yo sabía que él necesitaba irse, no podía retenerlo de cumplir su sueño, él lo necesitaba, pues no me quería sentir culpable cuando él, en un futuro, no haya logrado lo que siempre había soñado por quedarse con nosotras.

Nuestra amistad se había fortalecido con el tiempo y nuestra cercanía, pues debíamos estar juntos por nuestra hija. En las mañanas, cuando yo iba a la escuela, él llegaba a pasar con ella, pues ya se había graduado y se estaba tomando un año 'sabático'.

Oliver nos había comprado una pequeña casa, pues sabía que yo no me quedaría con mis padres para siempre y que cuando me graduara, buscaría mi lugar, entonces optó por dejarnos un lugar para Marissa y para mí.

Pequeños correteaban de un lado a otro en el jardín de los Lloyd, mi pequeña en brazos de Oliver recorría toda la estancia, sonriente, mostrando esos dos pequeños dientecitos que habían crecido y los otros que apenas se asomaban en su encía.

— ¡Hora del pastel! —gritó mi madre, logrando que todos los pequeños corriesen hasta la mesa donde se encontraba el gran pastel de chocolate.

—Oliver y Becky, corten el pastel. —ordenó la madre de Oliver mientras paseaba a nuestra hija por el patio.

Rápidamente Oliver y yo hicimos caso, cortando en pequeños trozos el pastel y dándole a cada niño que se acercaba.

Pronto la noche llegó, todos los invitados fueron abandonando poco a poco la casa, hasta que quedamos mis padres, mi hermano y yo, junto a los padres de Oliver.

—Eso fue una locura. —suspiró Oliver sentándose a mi lado mientras le daba de comer a Marissa.

—Lo sé. —respondí.

Marissa succionaba fuertemente mi pecho, acariciándolo al mismo tiempo, regalándome uno que otro pequeño mordisco haciéndome gruñir, lo cual le divertía pues soltaba sus pequeñas risitas que tanto me encantaban.

—La extrañaré. —dijo Oliver después de un tiempo en silencio mientras acariciaba la cabecita de nuestra pequeña y ella sonreía tiernamente, cerrando sus ojos gracias a las caricias de su padre.