Capítulo 39

1.1K 123 3
                                    

Freen's POV

Los labios de Becky siempre me volvían loca, no había momento en el que la besara y no sintiera una explosión de emociones en mi interior o que mi corazón no intentara salirse de mi pecho para llegar hasta sus delicadas manos que acariciaban mi rostro con cariño.

Sus quejidos, suspiros, jadeos y gemidos me volvían loca y las ganas de arrancarle la ropa y hacerla mía se volvía casi imposible de controlar, pero ella siempre me detenía. Sé que me comporto como una adolescente hormonal... ¡pero es que soy una adolescente! Y definitivamente estoy hormonal por ella.

Mis labios se deslizan con facilidad por su clavícula. Estaba agradecida infinitamente porque había decidido ponerse ese pequeño top de tirantes que me permitían acceder a un poco más de su palida piel que me encantaba.

Su olor me fascinaba, y saborear su piel era una de mis cosas favoritas. Las manos de Becky empezaron a recorrer mi espalda por debajo de mi camiseta, acariciando mi piel con sus delicados y suaves dedos. Mi nombre susurrado entre jadeos que escapaban de sus labios era lo más excitante.

—Freen. —suspiró, pasando sus uñas por mi columna.

— ¡Dios! Becky, me enloqueces. —susurré, lamiendo su piel.

Dejé unos cuantos besos húmedos en su clavícula y su cuello, hasta volver a sus labios.

—Me encantan tus labios. —gruñí con impaciencia, sintiendo unas incontrolables ganas de sacarle la ropa.

Becky suspira y muerde mi labio inferior. Sé que ella también lo quiere, pero también sé que tiene miedo.

—Freen...—suspira. —Detente cariño. —me pide y yo frustrada saco mi mano de sus shorts y la coloco sobre la cama, cerca de su cintura.

Dejé un par de besos sobre sus labios, dándole a entender con ese gesto que no estoy enojada y que comprendía su temor. Becky me había contado que nunca había estado en una relación, aunque también me contó que tuvo algunos encuentros con hombres durante todo ese tiempo, nada importante, pero eso no impidió que me pusiera celosa.

Sabía que Becky tenía miedo por algunas razones. Aunque ella no me lo había dicho, yo sabía que uno de sus temores era porque ambas éramos mujeres y era algo nuevo. Otro de sus temores era nuestra diferencia de edades, aunque últimamente le ha tomado poca importancia a eso. Ella era una mujer mayor y tenía una hija, y aunque nunca me lo había dicho directamente, yo sabía que uno de sus más grandes temores era que yo la viera completamente desnuda.

Siempre trataba de demostrarle de una u otra manera, que a mí me gustaba su cuerpo, y que ella era hermosa, sin embargo, eso no parecía funcionar del todo bien.

Pero yo estaba dispuesta a esperarla, y demostrarle así que la quería mucho y realmente deseaba estar junto a ella. Por toda la vida si me lo permitía.

—Está bien Bec. —susurré sobre sus labios.

— ¿No estas enojada? —pregunta tiernamente, acariciando mis mejillas.

—Nunca podría enojarme contigo, te quiero demasiado. —aseguré, dejando un beso en sus labios antes de moverme para acostarme junto a ella.

Becky suspiró y se colocó de lado, abrazándose a mi cintura. Yo sonreí feliz. Jamás podría enojarme con ella, sobre todo por algo tan tonto. Yo sabía que llegaría el momento y las cosas fluirían.

Pasé mi brazo por sus hombros, abrazándola y pegándola más a mi cuerpo.

—Yo también te quiero demasiado. —dijo Becky, acariciando el pequeño dije de mi cadena.

La madre de mi mejor amiga | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora