Capítulo 13

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Becky's POV

Regresé al hospital corriendo, con mis amigas detrás de mí, después de recibir la llamada de Richie.

Mamá había despertado y se encontraba un poco desorientada, y mi hermano era muy débil en estos temas. Siempre se preocupaba de más y seguramente empezaría a reclamar a los médicos la razón por la que nuestra madre estaba así.

—Richie cálmate, tu madre estará bien. Escuchaste al médico. —Irin regañaba a mi hermano cuando entré en la habitación. Mamá estaba sentada en la cama, con mi padre a su lado.

—Cariño. —sonrió al verme.

Sonreí y corrí a sus brazos, sollozando cuando sentí su aroma envolverme. Nos había dado un gran susto.

—Tranquila cariño... no seas dramática como tu hermano. —dijo burlándose de Richie, que estaba sentado en el mueble de brazos cruzados y con puchero por el regaño de su esposa — ¿Y dónde está mi linda nieta? —preguntó.

—Ella se quedó en Bangkok, en casa de una amiga.

—Qué bueno que haya hecho nuevos amigos. —sonrió.

—Sí, mando saludos a todos y decirte que te quiere, y que no vuelvas a darnos estos sustos.

—No prometo nada.

—Te amo, mamá.

Freen's POV

Se suponía que hoy regresaría la madre de Marissa, así que ella tendría que regresar a su casa, lo cual era una lástima. La habíamos pasado genial estos días y nos conocimos mejor, y, sobre todo, Marissa me había contado todo lo que sufrió en su antiguo instituto en Phuket.

Al parecer no es bueno meterse con el crush de la más perra del instituto, pues según lo que mi amiga me contó, eso fue lo que inició la guerra entre Melissa, su ex mejor amiga, y ella. Y en el medio estaba Jacob, quien era tres años mayor que ellas y capitán del equipo. Al parecer al mariscal le gustaba Marissa y ¿a quién no? La chica es preciosa, pero Melissa no pensaba igual, por lo cual provocó que Marissa quedara expuesta ante todos en la escuela, y desde ese momento había empezado su tormento.

¿Lo más gracioso de todo? A Marissa no le gustaba el chico.

Lo bueno es que ahora estaba aquí, y nos tenía a nosotros.

Mi nueva amiga me había pedido que aquello no se lo contara a nadie, después de todo era parte del pasado ya superado, y no era necesario recordarlo a cada instante. Lo entendí y le prometí que podía confiar en mí.

Iban a dar las once de la mañana cuando la madre de Marissa le envió un mensaje avisándole que ya estaba en casa. Mi amiga ya tenía sus cosas arregladas, así que se despidió y se fue, después de todo la extrañaba, pues, aunque su padre estuviera pendiente de ella, al igual que sus abuelos y sus tíos, siempre habían sido ellas dos, solas... juntas, y eso había creado un gran lazo madre e hija.

Después de que Marissa se fue, decidí dormir un rato más, ella parecía nunca cansarse, pero yo sí que lo hacía.

Me desperté a la hora del almuerzo, mi madre golpeaba a mi puerta sin parar porque al parecer, llevaba mucho llamándome y yo no bajaba.

—Ya voy, madre. —gruñí, poniéndome las zapatillas.

Bajé las escaleras, saltándome un escalón y llegué al comedor, donde ya estaban todos.

— ¿Qué hacías? —pregunto Heng, buscando molestarme.

—Estaba durmiendo. —respondí, mirándolo con el ceño fruncido. —Solo me quedan dos días de vacaciones, sin contar el fin de semana. —suspiré.

Era miércoles, y debía aprovechar estos últimos días de libertad antes de regresar a esa cárcel, llamada escuela. No entiendo como Marissa esta tan emocionada porque empiecen las clases.

—Okay...—susurró él, tomando una cucharada de sopa.

Volví a suspirar y me senté entre Milk y Ciize, quienes ya habían empezado a comer. Yo me concentré en remover con mi cuchara la sopa, la primera semana de clases se acercaba, así como se acercaban mis cinco meses con Charlotte.

— ¿Qué te preocupa cariño? —preguntó mi madre.

Levanté la mirada, concentrándome en el rostro preocupado de mi mamá.

—Nada mamá, solo pienso en que se acerca el inicio de clases. —respondí.

—Déjala mamá, recuerda que pronto cumple cinco meses con Charlotte y seguramente está pensando que le hará... o regalará. —dijo Heng, burlándose.

Yo lo mire mal.

— ¡Ya! No vayan a empezar con sus peleas. —dijo mi madre.

—Está bien. —respondimos los dos.

— ¿Saldrán hoy? —preguntó nuevamente mamá.

—No, no lo creo. Love está en Chiang Mai. Unos familiares de Nam llegaron y no puede salir. Charlotte tuvo que viajar anoche a Krabi. Y Marissa, bueno... ella se acaba de ir. Además, quiero dormir toda la tarde, si es posible. —dije.

—Está bien, pero primero necesito que vayas a hacerme unas compras. —pidió.

— ¿Por qué no va Heng? —pregunté.

—Porque yo debo irme en un momento a la empresa con View. —respondió él, sacándome la lengua.

—Está bien ¿Chicas, me acompañan? —miré a mis primas.

Ciize negó, limpiando sus labios con la servilleta.

—Lo siento, Freen. Pero iremos a visitar a nuestros padres. —dijo Milk.

—Bueno... qué más da. —suspiré, terminando mi comida.

—Yo te avisaré. —dijo mi madre.

—Bien, ¿puedo retirarme? —pregunté.

— ¿No comerás el asado? —preguntó.

—Lo haré más tarde, ahora quiero ir a mi habitación.

—Está bien, te lo guardaré en el horno ¡Pero lo comes! —me apuntó, mirándome seriamente.

—Sí, mamá. —suspiré.

—Bien, ahora si puedes ir a tu habitación.

Sonreí y dejé un beso en su cabeza para después subir y encerrarme en mi habitación.

No quería que esa semana acabase.

La madre de mi mejor amiga | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora