Capítulo 2

814 92 0
                                    

Becky's POV

Aún no puedo creer que esto me esté pasando, hace nueve meses era una chica normal y, justo en este momento, estoy por convertirme en madre. Esta más que claro que mi primera vez no fue como lo había imaginado alguna vez, pues ni siquiera lo podía recordar.

En estos momentos, mientras los fuertes dolores en mis caderas me atacan, estoy odiando plenamente a mis amigas y mi hermano, sobre todo a él, el responsable de esto: Oliver.

Y, aunque sé que no es su culpa únicamente, pues yo también tengo mi ración de culpabilidad, no hallo la manera de calmar mi dolor si no es culpándolo y apretando su mano con todas mis fuerzas, otorgándolo en poco de dolor, nada comparado con el mío.

—Auch Becky. —gimió de dolor cuando clave mis uñas en su mano.

— ¡Cállate! —le grité, desesperada por este fuerte dolor. —Tu hija me está matando. —grité. Cada vez dolía más.

— ¡No seas dramática Becky! —exclamó, sin soltar mi mamo, pues muy en el fondo sabía que merecía sufrir un poco.

— ¡¿Dramática?!—gruñí, él sonrió.

Debía estar bromeando. Aunque muy en el fondo, yo sabía que él estaba tratando de distraerme, pues verme en este estado le dolía.

Oliver y yo habíamos aprendido a convivir después de haber despertado en la misma cama, desnudos, al día siguiente de la fiesta; el día en que mi vida había dado un giro de ciento ochenta grados sin yo saberlo aún. No hay que ser adivinos para saber lo que había sucedido.

Ese día había sido una locura, ninguno de los dos recordaba lo que habíamos hecho la noche anterior, mucho menos de como habíamos acabado ambos, en aquella cama.

Yo solo tenía vagos recuerdos.

Lo único que podía recordar, y a veces no sabía si era sueño o recuerdos, era hasta una hora después de haber llegado a la fiesta. Richie se había ido a bailar con Irin, claro que sentía su mirada en mía cada momento, pues mi hermano era demasiado celoso. Recuerdo que estuve con las chicas, quienes poco a poco, me fueron dejando sola, pues las invitaciones a bailar les llovían y yo no era quien para impedirles divertirse.

Sé que también lo vi, él entro como un rey pues todas las miradas se dirigieron a él. Recuerdo que se acercó, hablamos, bebimos y, como fue mi primera vez, tanto en una fiesta como bebiendo, me pase de la raya.

He ahí el inicio de mi estado actual.

Después de aquel desastre, nos habíamos cambiado y yo había salido en busca de mis amigos. Mi hermano se encontraba junto a Irin, dormidos en el sofá, mientras Orm, Ling, Heidi y Friend, se habían instalado en la sala. Noey era amiga de Richie, así que al parecer les había ofrecido que se quedaran, ellos son de ese tipo de personas que se amanecen en la fiesta, otra de las razones por las cuales no aceptaba salir con ellos.

Junto a Oliver, encontramos a más personas en la sala, dormidas, entre ellos dos amigos del ojiazul. En ese momento acordamos no contar a nadie lo sucedido, guardarlo como un pequeño secreto.

Y así lo hicimos, pues desde entonces, nos hicimos buenos amigos.

Él era dos años mayor que yo y estaba en último año, pronto a graduarse, pero en otro instituto. Las chicas al conocerlo quedaron hipnotizadas por sus ojos y aquella radiante sonrisa, porque, aunque no me gustara ni me llamara la más mínima atención, no podía negar que Oliver tenía lo suyo.

No fue hasta el segundo mes de habernos hecho amigos que nos enteramos; estaba embarazada, pues dada la confusión y los vagos recuerdos en nuestras memorias, el juraba haberse cuidado.

La madre de mi mejor amiga | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora