Sábado 16 de marzo de 1996.
Rebecca Armstrong recientemente había cumplido sus quince años para aquellas fechas, era una joven hermosa e inteligente, dedicada en sus estudios: el orgullo de sus padres.
Aquel sábado sería el primer día en el que se atrevía asistir a una fiesta de su secundaria. Noey Natnicha, estudiante de último curso y capitana del equipo del instituto, armaba las mejores fiestas de todo Phuket y, aunque su mejor amiga, Orm, la odiara, no podía negar que si de fiesta se trataba; Noey se llevaba la corona.
Todas estaban en casa de Friend, arreglándose para la gran noche. Irin jugueteaba con el cable del teléfono mientras hablaba con su novio.
—Richie aún no puede creer que hayamos conseguido que su hermanita asista a la fiesta. —comentó graciosamente, después de colgar la llamada.
—Fue un reto. —suspiró dramáticamente Orm.
— ¡Ya! — exclamó Becky, riéndose de las dramáticas expresiones de sus amigas.
—No es para tanto, saben muy bien que no me gusta salir
—Lo se cuñadita. —dijo Irin, caminando hasta ella y rodeándole el hombro con su brazo. —Es solo una broma, pero ¿sabes? Es genial que hayas aceptado, Richie sigue sorprendido.
—Mi hermano no es más que un dramático, igual que ustedes. —dijo Becky, señalando a sus amigas.
—Si Becky, lo que digas. Ahora, deja de moverte, necesito terminar con tu maquillaje. —exigió, casi frustrada Ling, mientras arreglaba a la chica.
—Lo siento. —susurró, haciendo un puchero.
—Ya, ya, lo que digas. Friend, ¿Cómo vas con su vestuario? —preguntó Ling a la dueña de casa.
—Todo bien mi capitana. —respondió burlonamente la pelinegra.
Siendo su primera fiesta, Becky no tenía idea de cómo maquillarse, o que ponerse, así que sus amigas, como buenas amigas que eran, se habían encargado de todo. Irin, como buena cuñada, había llevado los mejores atuendos que la chica tenía en su guardarropa, de los que en ese momento Friend se hacía cargo, buscando el mejor de todos y así poder combinarlos con algunos de sus zapatos.
Becky rezaba internamente, ella era muy torpe constantemente, y lo era mucho más al caminar con zapatos altos, y conociendo muy bien a su amiga, estaba segura de que ella no contaba con pequeños zapatos. Solo esperaba, su torpeza le diera tregua esa noche.
—Apresúrate Becky, queremos verte. —pedían las chicas, ellas se encontraban en la habitación, mientras Becky, en el baño, terminaba de acomodarse el vestido.
—Ya voy. —gritó Becky, saliendo por fin del baño.
La habitación quedo en un rotundo silencio, apenas entro en él. Todas la miraban con la boca abierta.
— ¡¿Qué?!—Preguntó, un poco asustada — ¡¿No me veo bien?! —caminó hacia el espejo completo para revisar su atuendo.
— ¡Woow! —exclamó Orm, saliendo por fin de sus pensamientos.
— ¿No me veo bien? —volvió a preguntar, preocupada.
—Becky ¿Eres tú? —preguntó Irin, acercándose a la hermanita de su novio, tocando su rostro.
Todas estaban listas ya, cada una con su respectivo atuendo, y la única que faltaba entonces, había sido Becky. La joven británica relucía, enfundada en un precioso vestido negro. Sabían las demás, que Becky daría mucho de qué hablar esa noche.
Siendo conocida como la nerd, Becky no salía constantemente, ella prefería quedarse en su casa, disfrutando de un libro o de una simple noche de películas. Pero ahí estaba ella, a punto de salir a una fiesta con sus amigas y su hermano. Siendo también, la hermana del chico más popular del instituto, Becky era 'respetada', pues nadie quería tener problemas con el popular, sobre todo si se trataba de su hermana gemela, él era muy protector.
—Sí, soy yo, tarada. —respondió riéndose.
—Lo siento cuñadita, jamás te había visto así. —dijo Irin.
—Becky estás ¡Hermosa! —dijo Heidi.
—Hemos hecho un gran trabajo Ling. —dijo Friend, alzando la mano para que así la pelinegra chocara los cinco con ella.
—Lo sé Friend. —dijo Ling, chocando los cinco.
—Becky, si con tus lentes y esa ropa grande te veías bonita... —dijo Irin esta vez.
—Ahora te vez sexi ¡Estas que ardes, amiga! —terminó por decir Orm.
Becky sonrió, sonrojándose tímidamente.
—Gracias. —murmuró a sus amigas.
El claxon de un auto se hizo escuchar, pronto estuvieron todas subiendo al auto de un sorprendido Richie, si antes tenía que mantener a algunos pocos alejados de su hermanita –porque celoso siempre– ahora, seguramente, le tocaba mantener a todos los chicos de la fiesta a raya. Jamás permitiría que alguien se sobrepasara con ella.
Aun no entiendo como lograron convencerme, pero aquí estoy, a punto de entrar a mi primera fiesta. Solo espero todo salga bien, pensaba Becky, siguiendo a sus amigas al interior de la casa.
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La madre de mi mejor amiga | FreenBecky
RomanceAun no entiendo que me sucede, aun no sé cómo he llegado a esto, pero aquí estoy, pensando en ella. Ella, la mejor amiga de mi hija. Esta historia solo es una adaptación.