Becky's POV
Llegué a Phuket a las tres y treinta de la mañana, y decidí que mejor sería ir a dormir pues seguramente no me dejarían ingresar hasta mañana. Así que fui a mi casa y me acosté en mi vieja cama.
Desperté a las nueve de la mañana, con un mensaje de Marissa. Sonreí y le respondí con un, buenos días. Me contó que había visto películas hasta tarde y que hoy terminaría de ver la saga de Pesadilla en Elm Street con Heng, el hermano mayor de su nueva amiga.
Ella amaba ese tipo de películas, y yo solo las veía por acompañarla. Era agradable que ahora tenga compañero para ver ese tipo de películas.
También me contó que su amiga había caído rendida a mitad de la primera película y aún dormía, mientras ella se había acostado casi a las cuatro de la mañana y a esta hora tenía tanta energía.
Rodé los ojos.
Se supone que no la llamé cuando llegué a Phuket para no despertarla, cuando en realidad, ella seguía prendida a la TV a esa hora.
Tras despedirnos, me levanté de la cama y me metí al baño. Necesitaba darme una refrescante ducha con agua fría, estaba haciendo un insoportable calor y sentía que me sofocaba.
Iban a dar las once de la mañana cuando llegué al hospital. Mi padre estaba dormido en el sofá frente a la cama de mi madre. Irin me había escrito temprano, diciéndome que se llevaría a Richie a descansar, así que supuse que ambos estarían profundamente dormidos.
—Papá. —moví cuidadosamente su hombro. Él lentamente empezó a reaccionar.
Bostezó y se removió en el asiento, hasta enderezarse por completo. Talló sus ojos y giró su cabeza, me miró y me sonrió.
—Cariño ¿hace cuánto has llegado? —preguntó, poniéndose de pie y abrazándome.
—He llegado en la madrugada y me he ido a casa a dormir. —respondí.
— ¿Y Marissa? —preguntó, mirando detrás de mí.
—Se ha quedado en Bangkok, en casa de una amiga.
— ¿Una amiga? Tan rápido ha hecho una amiga. —preguntó sorprendido.
Él se había vuelto sobreprotector cuando se enteró lo que sufría Marissa en la escuela. Además de que mi hija había empezado a desconfiar de las personas después de todo lo que soportó, así que el que se haya permitido a sí misma acercarse a otras personas, era algo definitivamente muy bueno.
—Si papá, ya sabes cómo es Mar. Además, se trata de una buena chica, es una vecina. Su madre se presentó con nosotras el primer día e invitó a Mar a su casa para que conociera a sus hijos... se llevan muy bien y ha hecho más amigos. Estoy realmente feliz por eso. —dije, sonriéndole.
—Eso me alegra mucho. —dijo él.
—Sí, a mi igual. —suspiré, separándome y caminando hasta la camilla donde estaba mi madre.
— ¿Cómo estás? —le pregunté, mirándolo a los ojos.
Él volvió a sentarse en el mueble donde minutos atrás dormía, y yo me senté en la camilla, junto a mamá.
—He estado mejor. —dijo.
— ¿Richie? —pregunté.
—Estaba mal. —negó. —Si no fuera por Irin, estaría aquí...—suspiró.
—Lo entiendo papá. —dije. —Puedes irte a descansar, Irin me dijo que has estado aquí toda la noche.
—Solo me iré, porque necesito ducharme. —sonrió. —Vendré en un momento.
Se acercó a mi madre y besó su frente. Le susurró algo al oído y luego me abrazó.
—Nos vemos en un rato. Supongo que tu hermano vendrá en algún rato. —avisó.
—Okay, ve con cuidado. —le dije.
Una vez a solas, peiné el cabello de mi madre con mis dedos y acaricié su cabeza, ella estaba profundamente dormida. Dejé un beso en su frente y me levanté de la camilla. Fui al baño y me lavé la cara.
Regresé a la habitación al mismo tiempo que escuchaba mi teléfono sonar, rápidamente me acerqué al mueble, donde había dejado mi cartera, y lo saqué.
Era Orm.
— ¡Orm! —conteste.
— ¡Becky! —Chilló ella, al otro lado del teléfono — ¿Estas con tu madre? —preguntó.
—Sí, estoy aquí en el hospital. Mi padre acaba de irse.
—Bien, yo estoy llegando a la habitación de tu madre...—informó— ¿Esta Marissa contigo?
—No, ella se ha quedado en Bangkok, en casa de una amiga.
— ¡Oh! Eso es genial, me alegra que vuelva a ser la misma de antes. —comentó mi tailandesa amiga, entrando en la habitación.
Sonreí y cerré la llamada.
—Si, a mí también... ella está muy emocionada con sus nuevos amigos. —le conté, tras darle un abrazo.
—Eso está bien Becky, después de lo que la hicieron vivir esos niños...— gruñó.
—Ya eso es el pasado, y Marissa empezó bien su nueva vida en Bangkok.
Orm sonrió y rápidamente cambio el tema, como siempre indagando en mi vida amorosa, y como siempre, no obtuvo nada nuevo.
Irin, Richie y mi padre regresaron poco después de las tres de la tarde, dándome tiempo para salir a comer. Así que Orm y yo habíamos decidido ir a la vieja cafetería a la que íbamos después del colegio los viernes con nuestros amigos... ¡Aquellos tiempos! Como desearía volver a tener un momento así.
Para mi sorpresa, en el local estaban mis amigas, e incluso minutos más tarde, Irin se nos unió, sin duda ella no podía faltar.
Todas estaban felices porque Marissa volviera a ser aquella chica que era antes de todo lo sucedido en su antigua escuela. Y sobre todo que haya adquirido esa confianza con su nueva amiga como para querer quedarse con ella mientras yo no estoy. Aunque yo también confiaba en que Kanya cuidaría bien de mi hija.
Friend nos contaba acerca de su turno en el hospital la noche anterior, le había tocado estar en emergencia y todo fue un caos. Había ocurrido un accidente y al hospital llegaron tres personas con heridas graves y cinco con heridas leves... de los tres, lograron salvar a dos, y Friend aún podía recordar como poco a poco iban perdiendo el pulso del paciente, que era un chico de no más de dieciséis años que había sufrido la imprudencia de un conductor borracho.
Pensar en ese chico me hizo recordar a Marissa, cada vez que escucho que algún adolescente muere a causa de un accidente, enfermedad, o se suicida por acoso escolar, me entra una nostalgia terrible. Yo nunca podría soportar perder a mi hija, nunca.
Orm golpeó levemente mi hombro, y me regaló una suave mirada. Al menos sabía que Marissa estaba bien y a salvo en casa de los Chankimha, y eso me aliviaba.
Aunque no del todo, porque no pude evitar enviarle un mensaje, para verificar.
De: Mar 🌸;
Mamá, tranquila, estoy bien. Hace poco acabamos de ver la película y decidimos salir a comer a McDonald's con los chicos.
Respondió Marissa.
— ¿Qué haces Becky? —preguntó Friend.
Orm entrecerró los ojos y me miró seriamente. Había adivinado que le escribí a Marissa. Estiró su brazo y me arrebató el teléfono, guardándolo en su bolso.
—Deja que la chica se divierta. —me dijo. —No le pasara nada, dices que confías en esa tal Kanya, entonces relájate un rato. No hemos estado juntas así, sin niños, trabajo y encargos desde hace tanto. Merecemos tomarnos un descanso de la vida adulta... sobre todo tú.
—Está bien. —suspiré. —Pero devuélveme mi teléfono. —le hice un puchero, pero ella negó firmemente.
—No.
Suspiré con pesadez. Iba a ser una tarde interesante.
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La madre de mi mejor amiga | FreenBecky
RomanceAun no entiendo que me sucede, aun no sé cómo he llegado a esto, pero aquí estoy, pensando en ella. Ella, la mejor amiga de mi hija. Esta historia solo es una adaptación.