Capítulo 42

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Charlotte's POV

El cielo empezaba a aclararse finalmente. Me encantaba despertarme antes del amanecer para poder ver lo hermoso que se veía el cielo por las mañanas, muy temprano. Cuando las personas aún dormían y otras salían a correr. Era un momento maravilloso que me llenaba de paz y serenidad.

Era un momento casi único y especial.

Dejé escapar un suspiro y giré mi cabeza hacia mi cama, mis ojos detallaron a Engfa, que se encontraba profundamente dormida. Había pasado una mala noche después de enterarnos del más grande secreto de mi padre.

El hombre que me había enseñado a montar en caballo, a andar en bicicleta, a jugar futbol. El hombre que me enseñó a manejar la motocicleta, la moto de agua, el yate y el auto. Ese hombre nos confesó, que no se encontraba conforme con su cuerpo, que no se sentía bien siendo él. Que ese no era él.

No sé qué pensar en estos momentos, es un tema muy difícil enterarte que tu padre es transexual y que no ha vivido bien durante todo este tiempo por mantener oculto el secreto y tener que fingir alguien que no es.

Me siento terriblemente mal por la forma en la que le hablé la noche anterior. Pero simplemente no me cabía en la cabeza que el gran Bruce Austin, sea simplemente una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre.

Tendré que disculparme con él, pero ahora no quiero pensar en nada. Solo quiero admirar lo bella que se ve Engfa cubierta con mis sábanas. Ella había acudido a mi rescate al instante en el que la llamé.

Esa noche la necesité más que a nada, necesitaba sentirme bien y segura entre sus brazos, el único lugar en el que me siento de esa manera. La había llamado poco antes de las once de la noche y ella estuvo en menos de media hora, lanzando piedritas a la ventana de mi habitación.

Solo necesitaba abrazarla y besarla. Era la primera vez que dormíamos juntas, simplemente acurrucadas la una contra la otra, viviendo el momento y disfrutándolo.

Sonreí levemente y regresé mi mirada a la ventana, ya era de día finalmente.

—Hey. —escuché la voz ronca de Engfa.

Sin dejar de sonreír, giré mi rostro hacia la cama nuevamente, encontrándola semi dormida. Ella estiraba su brazo izquierdo mientras con el dorso de su mano derecha, limpiaba sus ojos.

—Buenos días. —dije.

Engfa se recostó de lado, abrazando una de las almohadas y sonriéndome.

— ¿Qué haces ahí? —preguntó. —Ven acá. —abrió sus brazos, haciéndome espacio entre ellos.

Suspiré levantándome y, perezosamente, caminé hasta mi cama, dejándome caer a un lado de la pelinegra.

— ¿Estas bien? —me preguntó, su voz sonando preocupada.

—Sí, eso creo. —respondí, mientras acariciaba una de sus manos, jugando con sus anillos.

Ella suspiró y se acurrucó más contra mi cuerpo.

—Gracias por estar aquí. —le dije.

—No tienes nada que agradecerme bonita, sabes que hago lo que sea por ti. —respondió.

Sonreí y dejé un beso en cada una de sus manos, antes de girarme y mirarla a los ojos. Freen tenía lindos ojos marrones, y se podrían decir que eran únicos. Sin embargo, los ojos de Engfa eran mi perdición.

Ella me sonrió con los ojos y yo junté nuestras narices, acariciándolas entre sí.

—Te amo. —suspiró Engfa.

La madre de mi mejor amiga | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora