La madre de mi mejor amiga | FreenBecky

Capítulo 25

Freen's POV

Estaba nerviosa, muy nerviosa.

Hoy iríamos a casa de Marissa, aunque no era la primera vez que yo entraba en esa casa, la diferencia ahora es que si vería a Becky, y, además, su padre estaría ahí.

Oliver Lloyd, estaría aquí.

Tenía celos de ese hombre, muchos celos porque él la había tenido, él la había...

Suspiré negando e intentando sacar esos pensamientos de mi cabeza. No quería imaginarme eso, no quería pensar en ellos. Sé que Becky me ha estado evitando, eso es notable, pero tampoco había querido incomodarla y no había encontrado el tiempo de buscarla.

Pero definitivamente, hoy no se me escaparía.

Charlotte había llegado desde temprano a mi casa, y nos habíamos encerrado en mi habitación. Sin embargo, la notaba extraña. Ella simplemente me había pedido dormir juntas hasta que nuestras amigas llegaran para luego ir a casa de Marissa. Acepté y dejé un beso en su mejilla, para después abrazarla y seguir durmiendo.

Nos despertamos con la bulla que se escuchaba fuera de mi habitación. Las voces de mis hermanos y mis primas peleando eran algo común en esta casa, sobre todo si Ciize peleaba con Heng.

Desenredé mis brazos de la cintura de mi novia y me levanté de la cama, dirigiéndome hasta la puerta de mi habitación. Escuché a Charlotte gruñir y bufar. La miré, removiéndose en la cama. Ella abrió sus ojos y me vio, me sonrió y lentamente se sentó sobre la cama, empezando a arreglar su cabello y su ropa, para después levantarse y meterse en mi baño, mientras yo abría la puerta de mi habitación, encontrando a Heng en el suelo boca abajo, con Ciize sobre su espalda.

— ¿Qué rayos pasa con ustedes? —pregunté, caminando hasta ellos y tomando a Ciize de la cintura, alejándola de mi hermano.

—Heng tiene mi teléfono ¡no me lo quiere devolver! —gimió frustrada.

Escuché las risas de Milk y View a un lado, mi prima se encontraba con su teléfono, seguramente grabando todo y subiéndolo a alguna de sus redes sociales. Fruncí el ceño y sonreí, para luego regresar mi mirada a mi hermano y mi prima.

—Devuélvele el teléfono a Ciize, Heng. —Dije seriamente, a veces –o más bien, la mayor parte del tiempo– yo era más madura que todos ellos juntos.

— ¿No quieres saber porque se lo quité? —preguntó mi hermano, mirándome directamente a los ojos. Sabía que eso significaba que era algo importante que debería averiguar, pero era la privacidad de Ciize, y ella ya no era una pequeña.

—Es la privacidad de Ciize...—suspiré, aunque ahora yo también estuviera intrigada.

—Bueno, pues a mí sí me importa. —dijo Heng.

—Ya escuchaste a Freen. —dijo Ciize algo nerviosa, acercándose a Heng y tratando inútilmente arrebatarle el aparato —¡Devuélvemelo! —gimió, frustrada.

— ¿Qué pasa aquí? —preguntó Charlotte, saliendo de la habitación.

—Esto te interesara mucho, hermanita. —Heng me miró fijamente a los ojos, mientras me lanzaba el teléfono y sostenía a Ciize.

— ¡No! —chilló Ciize.

—Vamos, léelo. —dijo Heng.

Lo miré fijamente, tratando de buscar algo en su mirada, algo que me dijera que solo estaba jugando con Ciize, pero él estaba muy serio, y mi prima muy nerviosa.

Miré a View y Milk, ellas habían dejado de reírse y ahora miraban con seriedad la discusión.

Entendí entonces que ellas tampoco sabían a qué se refería Heng. Charlotte estaba cerca de Heng y Ciize, con el ceño fruncido, tan perdida como todas.