Salimos por separado del baño, algo que nos cuesta hacer porque nos pasamos más rato del que quiero admitir metidos en el cubículo besándonos, tocándonos y tapándonos la boca para no reírnos cuando se escuchaba entrar a alguien.
—Estabas desaparecido, cabroncete —dice David cuando me cruzo con él en la discoteca, dirección a la puerta —, lo último que sé de ti ha sido que has entrado con esa chica en el baño... —su cara deja claro que piensa que ha ocurrido algo.
—Sí, tío, pero ya toca irse a dormir, no sé ni qué hora es.
—¿Ha estado bien?
—Genial —respondo de forma automática, aunque es verdad que ha estado genial, no se imagina el porqué lo digo realmente —. Me marcho al hotel.
—Ey —la voz la reconozco perfectamente porque es Pedri, saluda a David dándole un par de palmadas en la espalda.
—¿Te vienes a por otra copa? Este tío ya se raja y son solo las tres de la mañana —dice David mirándole y yo me río porque no sé ni cuántas copas lleva encima para hablar así.
—Yo también me marcho, la rodilla me está reventando...
—Aburridos —suelta y sin despedirse se marcha.
Nos miramos y sin decir nada más, nos acercamos hasta la puerta de salida, que le abro para que pase él primero y nos marchamos haciendo bomba de humo para el resto de personas que hay en el local.
Nuestro hotel queda justo al doblar la esquina, por lo que no tenemos que andar demasiado para llegar. Caminamos en silencio y, aunque me muero de ganas de rozar su mano, me rehúso a hacerlo para evitar que alguien pueda vernos. Sé que es de madrugada pero puede que algún compañero también esté camino al hotel y mejor no arriesgarnos a que alguien pueda vernos... Al menos eso pienso yo.
Saludamos en recepción al chico que está toda la noche haciendo guardia y entramos al ascensor que está esperando en la planta baja. Las puertas se cierran y ahí, aunque me da pánico que se puedan abrir y descubrirnos, vuelvo a besarle con ganas, pasión y un poco de dulzura porque, aunque quiera negármelo, esto que siento es mucho más.
Al llegar a la planta, maldigo en silencio por tener que poner espacio entre ambos. Le sigo hasta su habitación y doy gracias por haber venido a la suya, la mía estaba hecha un desastre y apenas hemos estado media hora antes de salir a celebrarlo por las calles de Madrid.
—¿Quién duerme en la habitación de al lado? —pregunto.
—¿Por? —responde con cara de no entender nada.
—Quiero saber a quién no mirar mañana a la cara por el ruido que vamos a hacer.
—Te ha quedado tan... —comienza a reírse y no puedo evitar hacerlo yo también —... tan película mala de la tarde.
—Lo he pensado después de decirlo —no puedo dejar de reírme —, echaré la culpa al alcohol de ello.
—¿Y de esto? —su risa cesa y me mira de una forma tan intensa que quiero derretirme ante él.
—¿A qué te refieres con esto? —hace un gesto de enfado y yo sonrío —, ¿te refieres a las ganas de besarte, a que quiero quedarme en esta habitación mil horas o que me encantaría poder gritarle a todos lo que me haces sentir?
Su rostro vuelve a relajarse y su mirada se ilumina de esa forma que, aunque yo quería negarlo, es verdad que solo me dedica a mí. Se muerde el labio y me sonríe, no puedo seguir hablando, ese rato en los baños y ahora besándonos me parece ya demasiado como para seguir llevando la ropa.
![](https://img.wattpad.com/cover/373141258-288-k58228.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Amor de vestuario UNAI SIMON/PEDRI
Fanfiction"Cuando suena el silbato del árbitro por última vez no puedo creerlo..." Bienvenidas a un fanfic por un vídeo de 7 segundos. Fanfic UNAI SIMÓN/PEDRI - PEDRI/UNAI SIMÓN