Al escuchar sus palabras todo mi cuerpo vibra y siento que el corazón va a salirse de mi pecho. Agradezco todo el ruido que hay ahora mismo aquí porque seguro que se pueden escuchar mis latidos. Quiero besarle aquí mismo pero no puedo. Deseo más que las miradas, las frases en susurro y los besos a escondidas.
Me gustaría responderle, decirle algo o simplemente besarle pero todo el equipo nos rodea, y comenzamos a saltar una última vez en grupo antes de subirnos al autobús, esta vez cerrado, que nos llevará hasta el restaurante y discoteca donde vamos a terminar la noche.
Unai se sienta con Rodrigo y yo con Olmo. Está igual de reventado que la mitad del equipo y no me extraña, ¿Cuánto tiempo llevamos ya de fiesta? Necesitamos parar pero, a su vez, ninguno estamos dispuestos a dejarlo.
—¿Cuánto crees que aguantará Merino? —pregunta mi compañero riéndose y mirando hacia él.
—Si revive con la cena puede que toda la noche, lo que no sé es si llegará despierto al primer plato —respondo y ambos estallamos en carcajadas.
Mientras miro a Merino que intenta mantenerse despierto, cruzo la mirada con Unai. La aparto rápidamente porque suficiente tiempo me ha robado hoy siendo un día de celebración, no quiero que siga siendo así. Ha salido huyendo al escucharme, se ha arrepentido después de dejarme tirado y ahora vuelve a distanciarse. Demasiadas emociones para tan pocas horas. Anoche no le importaba estar en mi habitación, que me quedara dormido sobre su pecho y ahora... Ahora solo soy un compañero más y comienza a dolerme recibir migajas cuando a él le apetece. Creo que me merezco algo mejor...
—¿Estás bien? —pregunta Olmo, no me había dado cuenta que habíamos arrancado y estoy mirando a un punto fijo sin prestar atención al trayecto o a lo que me está diciendo —, estás cómo ido...
—Estoy bien, son muchas emociones, es imposible estar mal tras ganar la Copa.
—Bueno, sé que tenías un mal de amores por ahí, supongo que es normal tenerlo en la mente si te pasan cosas buenas y quieres compartirlo con ella, ¿no?
—Supongo pero no, estoy bien, de verdad. No hay ninguna ella. ¿Y tú?
Pero si hay un ÉL. Cuando comienza a contarme cosas, mi mente está de vuelta a la primera noche con Unai. Habíamos clasificado en la ronda de grupos y la euforia podía con todos nosotros. Se sintió como ganar una final. Salimos, celebramos y desmadramos. Intenté mantenerme alejado de él porque, aunque nunca había pasado nada, mi cuerpo siempre se alteraba al tenerle cerca. No quería pasarme con un chupito de más y terminar lanzándome a su cuello.
No sé cómo, estábamos solos en el pasillo del hotel. Su habitación estaba frente a la mía y todo pasó muy rápido...
—Pedri...—lo dijo en tal susurro que no acerté a abrir la puerta con la tarjeta y me giré a mirarle.
Sus ojos no sé ni lo que me decían en susurros, pero desde luego pedían a gritos lo que yo quería hacer. Di un paso hacia Unai y él no se apartó, al contrario, su mano se puso en mi barbilla y su aliento estaba cada vez más cerca. Mi corazón latía tan rápido que temía que fuera a escucharlo y delatar las ganas que deseaba que eso pasará.
Miré sus labios y esa fue toda la afirmación que necesito para besarme, poner su otra mano en mi cintura y pegarme a él. Hizo que diera la vuelta y mi espalda quedó pegada a la puerta de su habitación.
—Una noche —me susurró.
—Una noche —respondí.
Nunca he querido solo una noche, siempre he querido mucho más pero él nunca ha sido capaz de darse cuenta que lo que despierta en mí no es solo pasión, sino también amor.
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Amor de vestuario UNAI SIMON/PEDRI
Fanfiction"Cuando suena el silbato del árbitro por última vez no puedo creerlo..." Bienvenidas a un fanfic por un vídeo de 7 segundos. Fanfic UNAI SIMÓN/PEDRI - PEDRI/UNAI SIMÓN