\CAP.31/

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Jeon Jungkook



Observaba a mi madre dormir, su semblante mucho más relajado que ayer. Los doctores vinieron a examinarla y dijeron que le darían de alta en la tarde. Mi padre y yo nos sentimos aliviados de que todo fuera bien y de que pronto la tendríamos de vuelta en casa. La preocupación que había sentido la noche anterior se disipaba lentamente, pero una inquietud diferente comenzaba a surgir en mi mente.

Intenté llamar a Byeol, pensando que posiblemente ya había terminado la reunión con los socios internacionales. Sin embargo, no contestaba; las llamadas se iban directo al buzón de voz. Supuse que tal vez tenía más cosas que hacer, así que no quise preocuparme demasiado. Byeol siempre era muy responsable con su trabajo y confiaba en que me llamaría en cuanto tuviera un momento libre.

Pero cuando llegó la tarde y volvimos a casa con mi madre, empecé a inquietarme de verdad. Byeol había prometido ir al hospital en cuanto terminara la reunión, cosa que nunca pasó. La volví a llamar, pero de nuevo no obtenía respuesta. Cada tono de llamada no contestada incrementaba mi ansiedad.

—¿Qué pasa? ¿Por qué no me contestas? —murmuré mirando la pantalla con su contacto, sintiendo un nudo en el estómago.

No aguanté más y le dije a mi padre que iría a la empresa a buscar a Byeol. Él entendió y me encaminé hacia allí con el corazón latiendo con fuerza. Estaba preocupado y tenía miedo, pero no sabía exactamente por qué. Cuando llegué a la oficina, no había nadie. Un escalofrío recorrió mi espalda al ver la oficina vacía.

—¿Amor? —pregunté entrando a mi oficina, pero no había nadie. Busqué en su armario personal, pero tampoco estaba. Volví a su escritorio y ahí estaban sus cosas, su celular con mis llamadas no contestadas.— ¿A dónde fuiste? —dije en voz baja, saliendo de allí para buscarla o preguntar por ella. Me topé con Ji Hye, quien salía del elevador con el semblante lleno de preocupación. Eso no era una buena señal. Ella se sorprendió al verme.

—Jungkook, ¿qué haces aquí? —preguntó acercándose a mí, su voz temblaba ligeramente.

—Vine a buscar a la presidenta. No sé dónde está —respondí preocupado, y ella parecía ocultarme algo—. ¿Sabes algo? ¿Sabes dónde está?

—Bueno, es que... ella me pidió que no te dijera nada.

—Por favor, dime dónde está. ¿Le sucedió algo?

—Es que... vino la policía y se la llevaron.Quedé atónito por su respuesta. ¿Cómo que la policía se la había llevado?

—¿Qué? ¿Pero por qué? —dije exaltado, mi voz elevándose.

—Aún no está claro, pero al parecer ella está involucrada en un problema muy grande —respondió Ji Hye, su voz apenas un susurro.

Mi respiración se volvió entrecortada, mi corazón se aceleró más y la imagen del director Moon vino a mi mente. Corrí, alejándome de Ji Hye, quien gritaba mi nombre, pero solo tenía en mente ir a pedir explicaciones al director Moon. Sentía un torbellino de emociones: miedo, ira, confusión. 

Entré a la oficina del director sin siquiera tocar, la urgencia y la preocupación no me permitieron ser cortés. Sin embargo, el director no estaba ahí. En su lugar, estaba Karina, sentada en su silla, con una expresión burlona que me hizo hervir de ira.

—¿Dónde está el director? —pregunté, acercándome a ella con el corazón palpitando de furia.

—Fue a verificar que la policía estuviera haciendo bien su trabajo —respondió con una arrogancia que solo incrementaba mi enojo.

CONSEQUENCES - JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora