\CAP.25/

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Moon Byeol


Bajé de mi auto y entré en la empresa, encontrándome con varios empleados que me saludaban. Les devolví el saludo junto con una sonrisa, notando cómo mi humor estaba mucho mejor que ayer. Reía internamente al recordar lo que le hice a Jungkook ayer; debía castigarlo de alguna manera y funcionó. Verlo enojado y frustrado me daba gracia. Sin embargo, debía admitir que también me hubiese gustado ir más allá y que él realmente me hubiera hecho suya allí, en ese sofá de mi oficina. Sé que eso no es profesional, pero mi novio estaba increíblemente bien.

Recordé su torso desnudo, bien trabajado, que había ocultado muy bien bajo esos trajes formales. Me encantaba. Mordí mi labio al recordarlo mientras esperaba que las puertas del elevador se abrieran. Cuando finalmente lo hicieron, entré y presioné el botón, esperando que las puertas se cerraran. Sin embargo, antes de que se cerraran completamente, una mano las impidió, volviendo a abrirlas.

Para mi sorpresa, ahí estaba mi novio, su pecho subía y bajaba con la respiración entrecortada, como si hubiera corrido. Sus ojos me miraban con una mezcla de frustración y deseo, y de repente, toda la diversión que había sentido al verlo frustrado se transformó en algo más profundo.

Las puertas del elevador se cerraron detrás de él mientras entraba, y el espacio cerrado aumentaba la intensidad del momento. Sus ojos no se apartaban de los míos, reflejando una mezcla de frustración y deseo que parecía llenar el aire entre nosotros. Podía sentir la electricidad en el ambiente, una tensión palpable que se acumulaba con cada segundo que pasaba.

—Llegas algo tarde, Jungkook —dije con un tono despreocupado, buscando provocarlo—. Un asistente debe estar 10 minutos antes que su jefa en la oficina —le recordé el reglamento, aunque en realidad solo quería cabrearlo. Vi cómo su expresión cambiaba, su mandíbula se tensó y en un instante, me tomó por los hombros y me estampó contra la pared del elevador con un movimiento rápido y decidido.

Alcé la mirada, levantando una ceja en un gesto de desafío. Su cercanía hacía que mi corazón latiera más rápido, pero no podía mostrar debilidad. Debía mantener el control, aunque mi cuerpo respondiera de manera distinta.

—Al diablo el reglamento, soy tu novio además de tu jodido asistente —susurró cerca de mis labios, su voz cargada de frustración y algo más profundo. Podía sentir su respiración en mi piel, cada palabra resonaba con una intensidad que me hacía temblar por dentro. Dios, qué bien se veía hoy; su perfume me envolvía, haciéndome desearlo aún más. Era como si cada fibra de mi ser respondiera a su presencia.

—¿Estás enojado aún? —sonreí burlona, disfrutando de la tensión que crecía entre nosotros. Sus manos, fuertes y decididas, me mantenían contra la pared del elevador, y podía ver el conflicto en sus ojos. Era una lucha entre el deber y el deseo, y sabía que estaba ganando.

CONSEQUENCES - JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora