\CAP.28/

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Jeon Jungkook


Mi corazón se estrujó con las palabras que me dijo. ¿De verdad era la misma Byeol que había conocido hace años? ¿Cómo podía ser que esa misma persona que una vez llenó mi vida de angustia y oscuridad, ser ahora alguien tan buena? Cada palabra suya parecía un eco de un pasado lejano, un pasado que había sido feliz y despreocupado. Pero ahora, ¿por qué me sentía tan mal? El nudo en mi garganta me asfixiaba, y la presión en mi pecho era casi insoportable. Quería poder decirle la verdad, deshacerme de este peso que me estaba matando lentamente. Algo en mi interior gritaba que ya no debía seguir con este absurdo plan del director Moon, que debía dejar atrás el pasado y ser honesto con ella.

—Byeol... yo... —traté de decir algo, pero las palabras se ahogaron en mi garganta. ¿Por qué no podía hablar? Sus ojos me miraban curiosos y algo preocupados, reflejando una mezcla de confusión y ternura que solo hacía que me sintiera peor.

—¿Te pasa algo, amor? —su voz era suave, cargada de preocupación genuina. ¿Debería decirte la verdad? ¿Qué hago?

Me quedé en silencio, luchando contra las lágrimas que amenazaban con brotar. No podía seguir mintiéndole, pero tampoco podía encontrar el valor para confesar. Finalmente, las palabras salieron, impulsadas por la culpa y el dolor que sentía.

—Perdón... —fue lo único que pude formular—. Perdóname...

Ella frunció el ceño, confusa.

—¿Perdonarte? ¿Por qué, mi amor?

Quise gritarle la verdad, decirle que la estaba traicionando, que el plan del director Moon era dañarla y que yo, estúpidamente, había aceptado participar. Por lo que estoy haciendo contra ti, por querer hacerte daño. Por eso. No debería estar disculpándome, no contigo. Pero ¿por qué todo había cambiado tan de repente? ¿Por qué? La culpa me consumía, y sabía que no podía seguir así. Pero en ese momento, las palabras se quedaron atascadas, y todo lo que pude hacer fue mirarla con ojos llenos de arrepentimiento.

—Tranquilo, no tienes por qué disculparte, no has hecho nada malo —dijo ella, tratando de sonreír mientras sus manos acunaban mi rostro con una ternura que me desgarraba por dentro. Sus dedos acariciaban mi piel, transmitiendo una calidez que casi me hacía olvidar la culpa que me consumía.

—Mira, mejor ve a descansar, mañana aún hay trabajo —añadió, su voz suave y tranquilizadora, como si pudiera aliviar todo el peso que cargaba.

—De acuerdo, conduce con cuidado —dije finalmente, tragándome todas las emociones que sentía y tratando de sonreír. La sensación de estar al borde del abismo se intensificaba con cada palabra no dicha, con cada mentira oculta.

—Te amo —murmuró ella, besando mis labios con una ternura que me rompía el corazón.

—Y yo a ti —susurré, apenas audible, mi voz quebrada por el remolino de sentimientos. La veía alejarse en su auto, y parecía alejarme más de la verdad que debía confesar.

La noche se me hizo interminable. No pude dormir bien, apenas una hora de sueño inquieto. Un nuevo día se asomaba en el horizonte, trayendo consigo la pesada carga de otro día de mentiras, otro día de intentar suprimir la culpa, pero era inevitable. Quería huir como un cobarde, como siempre había hecho. Huir de ella. Pero esta vez, sin quererlo, Byeol había logrado en tan poco tiempo apaciguar y casi borrar el dolor del pasado. Esa nueva versión de ella había terminado por atraerme, no podía negarlo más.

CONSEQUENCES - JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora