\CAP.7/

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El joven asistente salió de la oficina con la mano en el corazón, su respiración aún agitada por la experiencia. La alucinación que había tenido seguía rondando en su mente, y Moon Byeol continuaba siendo una figura temerosa para él. Aunque se sentía confundido por su aparente preocupación, no podía evitar pensar que todo era una fachada. "Ella finge ser buena pero no lo es, solo está esperando el momento adecuado para hacer de mi vida un infierno", se repetía en silencio mientras caminaba.

De repente, sintió la necesidad de refrescarse el rostro, así que se dirigió rápidamente hacia los baños. Al llegar, se echó agua en la cara torpemente, tratando de calmarse y aterrizar sus pensamientos. Sin embargo, su mente traicionera volvía a reproducir las palabras y el apodo estúpido que odiaba y que le había dado Byeol — Jwidori  que significaba ratoncillo—. Así lo conocían en la secundaria, y así lo veía Byeol: como un ratoncillo de biblioteca, asustadizo y escurridizo. Para ella, él no era más que una víctima fácil de manipular y controlar.

Hasta la tonta canción podía oírla en su cabeza con la voz de Byeol:

Jwidori, Jwidori, estúpido Jwidori,

asustadizo y escurridizo 

Jwidori, Jwidori, 

tu cobardía será tu hechizo.

Esas palabras resonaban en su cabeza como un eco perturbador. El terror volvía a apoderarse de su cuerpo y mente, haciendo que Jungkook se tomara la cabeza con las manos, cerrando los ojos con fuerza.

-¡Ah, ya basta! ¡Ya no sigas, Byeol! ¡Déjame en paz!- Se decía a sí mismo, como si estuviera enfrentándola cara a cara, aunque sabía que nunca se atrevería a hacerlo.

De repente, el miedo se transformó en ira pura. -¡Cómo te odio! ¡Te odio!-Gritó en voz baja, sintiendo una mezcla de frustración y rabia.

Pensó que estaba solo en los cubículos, pero una figura que se disponía a entrar escuchó los murmullos del joven Jeon hacia su superior. Se asomó discretamente, observando a Jungkook repetir una y otra vez cuánto odiaba a la presidenta de la empresa. Una sonrisa maliciosa se formó en su rostro mientras se retiraba, dejando al joven sumido en su propio resentimiento y odio.

Por otro lado, Moon Byeol aún se preocupaba por su asistente. aunque mostraba una fachada firme y decidida frente a su equipo, en su interior deseaba que Jungkook y los demás empleados se sintieran cómodos y valorados en la empresa. Estaba decidida a planear algo para mejorar el ambiente laboral y asegurarse de que todos pudieran trabajar en un entorno más armonioso y productivo.

Cuando regresó a casa, Byeol compartió la idea con su padre y su abuelo, quienes la recibieron con entusiasmo al reconocer el potencial de aumentar los beneficios para la empresa y fomentar un ambiente armonioso entre los empleados, entendiendo que estos eran fundamentales para el éxito de la compañía.

Con la ilusión de llevar a cabo su proyecto, Byeol se sumergió en un baño de burbujas que la relajó profundamente, ayudándola a olvidar el estrés del día laboral. Después de salir del baño, realizó una breve sesión de pilates que la ayudó a relajarse aún más antes de prepararse para dormir. Finalmente, se retiró a descansar, con la mente enfocada en los planes para mejorar la dinámica laboral en Sinsegi.

Por otro lado, Jeon Jungkook se encontraba en casa, abatido y sin haber probado bocado desde su regreso de la empresa. La preocupación lo invadía, consciente de que, aunque no había perdido su empleo, la situación financiera de su familia era crítica. Necesitaba urgentemente pedir un adelanto de sueldo para ayudar a sus padres y evitar que les embargaran la casa. Sin embargo, el pensamiento de tener que acercarse a Byeol para hacer esta petición lo llenaba de ansiedad. Temía que ella utilizara esa oportunidad para aprovecharse de él, dudando de su aparente amabilidad. Sabía que su comportamiento podía cambiar en cualquier momento, revelando un lado mucho más cruel.

CONSEQUENCES - JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora