\CAP.46/

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Jeon Jungkook


Admiraba su rostro relajado mientras aún dormía. Se veía tan hermosa y vulnerable que solo me daban ganas de protegerla. Su cabello despeinado la hacía ver tierna, y sus labios entreabiertos me recordaban lo de anoche. Volverla a sentir me había hecho sentir más vivo, y saber que ella era mía nuevamente me llenaba de una felicidad indescriptible.

Deslicé suavemente mis dedos por su cabello, apartando unos mechones de su rostro. No quería despertarla, pero tampoco podía apartar la mirada. Cada detalle de su semblante sereno me recordaba cuánto la amaba y cuánto estaba dispuesto a hacer por ella.

Anoche había sido más que una simple unión física; había sido un momento de reconexión, un recordatorio de nuestro amor y la fuerza de nuestro vínculo. Sentir su cuerpo junto al mío, escuchar sus suspiros y gemidos... ahg, de solo recordar cómo saltaba sobre mí me excitaba sobremanera. Amaba verla sobre mí. Tal vez dirán que eso es muy  pasivo de mi parte, pero era mi gusto culposo. Que ella fuera tan posesiva y celosa conmigo me gustaba.

Cada movimiento suyo, cada caricia, despertaba en mí una intensidad que no podía comparar con nada. Su dominancia, su manera de tomar el control, no solo me excitaba, sino que me hacía sentir aún más conectado con ella. Era como si, en esos momentos, nuestras almas se fundieran, y yo no podía evitar disfrutar cada segundo de su pasión.

Pensar en todo lo que habíamos pasado y cómo habíamos llegado hasta aquí solo aumentaba mi deseo por ella. Ella era fuerte, decidida, y su amor por mí era algo que me hacía sentir afortunado. Me encantaba cuando ella tomaba la iniciativa, cuando su mirada me decía sin palabras que me deseaba, que me quería solo para ella.

Mientras seguía observándola, mi mente volvía a esos momentos íntimos, y un calor familiar recorría mi cuerpo, llegando a mi miembro. Genial, ahora había empezado a tener una erección, todo por recordarla a ella sobre mí. Me volteé, mirando al techo, esperando que se me bajara, pero sabía que eso no sucedería si no le daba atención.

Traté de dormir otro poco, pero no podía. La incomodidad de contener esta erección era demasiada. Cada vez que cerraba los ojos, las imágenes de la noche anterior volvían con más fuerza. Sus gemidos, sus movimientos, el calor de su cuerpo contra el mío... todo eso me hacía desearla aún más. Los detalles de cada caricia, cada susurro, estaban grabados en mi mente, avivando el deseo de repetir esos momentos.

Suspiré, sabiendo que no había manera de ignorar lo que sentía. Giré de nuevo hacia ella, observándola mientras dormía plácidamente. No quería despertarla, pero la necesidad era abrumadora. Mis pensamientos iban y venían, luchando entre dejarla descansar y el deseo intenso que sentía. Cada respiración suya, cada movimiento leve que hacía en sueños, solo aumentaba mi necesidad de tenerla cerca.

Finalmente, decidí levantarme con cuidado, intentando no hacer ruido para no despertarla. Me dirigí al baño, buscando una solución a mi situación. El agua fría podría ayudar a calmar mi cuerpo y mi mente. Abrí la ducha y dejé que el agua corriera, esperando que el frescor me ayudara a relajarme. El chorro de agua fría golpeó mi piel, haciéndome estremecer, pero era un alivio bienvenido. Mientras el agua caía sobre mí, cerré los ojos y traté de pensar en otras cosas.

Intenté distraerme con pensamientos de trabajo, de planes futuros, de cualquier cosa que pudiera alejarme de la intensidad del deseo. Pero era inútil. Ella estaba en cada pensamiento, en cada suspiro. Mi amor por ella era tan fuerte que incluso en momentos como este, no podía dejar de desearla.

CONSEQUENCES - JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora