\CAP. 14/

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Los días para Byeol, después de aquellos incidentes, parecían transcurrir con normalidad, pero la calma exterior era una fachada engañosa. Por mucho que se esforzara en alejar los pensamientos sobre su asistente, Jungkook parecía decidido a no colaborar. Byeol intentaba convencerse de que sus atenciones eran meramente profesionales, pero Jungkook tenía un objetivo claro que ella desconocía: conquistar su corazón.

Jungkook había estado ganando terreno de manera sutil pero constante. En esos días recientes, había incrementado sus esfuerzos para llamar la atención de Byeol de formas delicadas y aparentemente inocentes. Cada mañana, sin falta, dejaba notas con pequeños mensajes alentadores en su escritorio o cerca de la taza de té que religiosamente le llevaba. Mensajes como "Que tengas un excelente día" o "Eres más fuerte de lo que crees" empezaban a formar parte de su rutina diaria.

Byeol, ajena a las verdaderas intenciones de Jungkook, se encontraba cada vez más confundida. Ella intentaba racionalizar esos gestos pensando que él solo estaba siendo amable, que eran compañeros de trabajo, y que su relación no era más que una de jefa y asistente. Pero, por más que se esforzaba en mantener esa distancia emocional, algo en su interior empezaba a cambiar.

A medida que los días pasaban, el acercamiento de Jungkook se hacía cada vez más evidente. No era un asalto frontal, sino un avance cuidadoso y considerado. Sus detalles sutiles hablaban más de lo que ella estaba dispuesta a admitir. Un día, él le dejó una pequeña flor en su escritorio con una nota que decía: "Para alegrar tu día". En otra ocasión, se aseguró de que el despacho estuviera lleno de su aroma favorito, un gesto que pasó desapercibido para todos menos para ella.

Las acciones de Jungkook, por más discretas que fueran, estaban empezando a tener un impacto en Byeol. Sin quererlo, y aunque intentara resistirse, cada pequeño gesto le arrancaba una sonrisa. Esa resistencia que ella intentaba mantener se debilitaba cada vez más, y en el fondo de su corazón, un sentimiento nuevo empezaba a brotar. Era una emoción que ella se negaba a aceptar y que trataba de reprimir con todas sus fuerzas, pero que crecía con cada nota, cada flor, cada gesto amable.

Byeol no quería admitir que esos detalles la conmovían, que esas pequeñas acciones la hacían sentir especial de una manera que no había experimentado antes. Ella luchaba contra ese sentimiento, tratando de mantener una fachada de profesionalidad y distancia, pero cada día esa lucha se volvía más difícil.

Mientras que por parte de Jungkook, él solo esperaba que todo el esfuerzo que estaba realizando diera frutos. Aunque a menudo notaba sutilmente los nervios que desencadenaba en su jefa, Byeol, ella tenía una habilidad impresionante para disimularlos. Jungkook sentía que estaba caminando sobre una cuerda floja, pero su espíritu competitivo y la determinación de no rendirse que había adquirido con este desafío lo motivaban a seguir adelante. A pesar de que en ocasiones el esfuerzo le resultaba exasperante y deseaba simplemente desaparecer, sabía que debía hacerlo por su propio bien y el de su familia.

El director Moon, que supervisaba cada uno de sus movimientos, se aseguraba de que Jungkook cumpliera con lo que se le había ordenado. Incluso le daba algunos consejos para que avanzara más rápido en su objetivo. El director invirtió en un cambio de imagen para Jungkook, a pesar de que este no estaba de acuerdo, ya que se sentía cómodo con su apariencia actual. Sin embargo, el director lo convenció diciéndole que, si no se mostraba tan atractivo como Jin, el amigo de Byeol, no podría cumplir su misión.

CONSEQUENCES - JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora