\CAP.38/

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Los pasos apresurados resonaban por el pasillo, captando la atención de los familiares de Byeol. La puerta se abrió y Bitna, la hermana de Byeol, apareció con una expresión de preocupación en el rostro.

—¡Bitna, hija! —exclamó el abuelo, levantándose para recibirla con un gesto de alivio.

—¿Cómo está mi hermana? —preguntó Bitna, con la voz temblando por la ansiedad.

—No te preocupes, gracias a Dios pudimos encontrar un donante a tiempo. Ahora están de nuevo en cirugía —explicó el abuelo con un tono que mezclaba alivio y preocupación.

—¿En serio? ¿Quién fue el donante? —preguntó Jin, con curiosidad y esperanza en sus ojos.

—Fue Jungkook... —respondió Ji Hye, confirmando la identidad del donante.

El nombre de Jungkook resonó en el aire, y aunque causó una reacción de sorpresa, la gravedad de la situación hizo que Bitna dejara pasar sus pensamientos sobre él por el momento. Todos se reunieron en silencio, esperando ansiosos noticias del doctor.

Mientras tanto, Bitna aprovechó la oportunidad para hablar con sus padres, a quienes no había visto en mucho tiempo. El ambiente estaba cargado de preocupación, pero el deseo de mantenerse unidos y fuertes era evidente.

—¿No desean algo de la cafetería? —preguntó Bitna, tratando de ofrecer algo de normalidad en medio de la tensión.

—No, hija, pero podrías ir por algo para el abuelo —le pidió su madre, intentando esbozar una débil sonrisa para tranquilizarla.

—Está bien, enseguida vuelvo —respondió Bitna con determinación, y salió en dirección a la cafetería, con la esperanza de encontrar algo que pudiera ofrecer un pequeño consuelo a su angustiado abuelo.

Cuando Bitna regresaba con una taza de té para su abuelo, su mirada se detuvo en una figura conocida. Al principio pensó que había sido un error de visión, pero cuando la persona se giró y mostró su rostro con más claridad, Bitna lo reconoció de inmediato. Un instante de sorpresa se apoderó de ambos cuando sus miradas se encontraron, creando una conexión inesperada y cargada de emociones entre ellos.


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Jeon Jungkook


Mis ojos no daban crédito a lo que veían. Pensé que tal vez aún estaba débil por la extracción de sangre y había empezado a alucinar. Me froté los ojos para ver si era un espejismo, pero al levantar la vista de nuevo, ella seguía ahí. Era Byeol. Pero, ¿qué demonios estaba pasando? ¿Acaso era su fantasma? ¿Ella había muerto? Se acercó a pasos lentos hasta estar a solo unos pasos de mí, y cuando escuché su voz, me paralicé.

—Jungkook?... ¿Jeon Jungkook? —preguntó ella con algo de sorpresa. Yo no sabía qué carajos estaba pasando. ¿Cómo es que Byeol estaba ahí parada frente a mí si se suponía que estaba debatiéndose entre la vida y la muerte?

—Byeol? —logré decir con temor. Ella bajó la mirada un instante, luego volvió a mirarme con una incómoda y leve sonrisa, negando con la cabeza.

—No, yo no soy Byeol —respondió, dejándome aún más confundido. Aún preguntándome si estaba viendo un espejismo o a un fantasma, me atreví a acercar mi mano a su rostro para poder tocarla. Al hacerlo, me di cuenta de que ella era real, de carne y hueso, pero eso no respondía mis preguntas. ¿Quién demonios era?

CONSEQUENCES - JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora