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La noche había caído sobre la ciudad y el café estaba cerrando cuando Jungwon y Sunoo decidieron dirigirse a casa de Jungwon. Ambos disfrutaban de la compañía del otro, como siempre lo habían hecho, y no era raro que pasaran la noche juntos, ya que su amistad era tan fuerte y cómoda.

Al llegar a la casa de Jungwon, fueron directamente a la sala. Jungwon se dejó caer en el sofá con un suspiro, mientras Sunoo se acomodaba a su lado.

—Hoy fue un buen día —dijo Sunoo, estirándose.

—Sí, siempre es divertido salir con Wonyoung y Yujin —respondió Jungwon—. ¿Quieres algo de beber?

—Agua está bien —contestó Sunoo, observando cómo Jungwon se levantaba y se dirigía a la cocina.

Regresó unos minutos después con dos botellas de agua y se sentó nuevamente junto a Sunoo. Bebieron en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad de la noche.

—Entonces, ¿qué piensas hacer durante las vacaciones? —preguntó Jungwon, rompiendo el silencio.

Sunoo se encogió de hombros.

—Aún no lo sé. Mi familia probablemente querrá hacer algún viaje, pero estoy considerando quedarme en casa.

—¿Y Sunghoon? —preguntó Jungwon, sonriendo—. Seguro que tiene grandes planes.

Sunoo asintió, aunque su mente estaba en otra parte. Observaba cómo los ojos de Jungwon brillaban con entusiasmo mientras hablaba, y no podía evitar sentirse atraído por esa energía.

—Sí, Sunghoon siempre tiene algo emocionante en mente —dijo Sunoo distraídamente.

Jungwon notó la mirada de Sunoo y sonrió, divertido.

—Oye, ¿qué tanto miras? —preguntó juguetonamente—. ¿Te gusto o algo así?

Sunoo se sonrojó y rápidamente apartó la mirada, dándole un ligero golpe en el brazo.

—¡Cállate! No es eso. Es solo que... tus ojos brillan cuando hablas de Jay.

Jungwon rió, frotándose el brazo donde Sunoo lo había golpeado.

—¿Mis ojos brillan, eh? —repitió, divertido—. Entonces, ¿qué pasa con Sunghoon? ¿Tus ojos también brillan cuando hablas de él?

Sunoo negó con la cabeza, aunque una pequeña sonrisa se formaba en sus labios.

—Tal vez —dijo, su voz suave—. Pero es diferente. Contigo... es diferente.

La atmósfera en la sala se volvió más íntima, y ambos chicos se miraron por un momento, sin decir nada. Finalmente, Jungwon rompió el silencio.

—Bueno, es tarde. Deberíamos ir a dormir.

Sunoo asintió y se levantaron del sofá. Subieron las escaleras en silencio, sintiendo una extraña mezcla de comodidad y tensión. Entraron en la habitación de Jungwon, donde una cama grande y cómoda los esperaba.

—Puedes tomar el lado derecho —dijo Jungwon, señalando la cama—. Yo me quedaré en el izquierdo.

Sunoo asintió y se acomodó en la cama, sintiendo el calor de la presencia de Jungwon a su lado. Apagaron las luces y el cuarto quedó en penumbra, solo iluminado por la luz de la luna que se filtraba a través de las cortinas.

—Buenas noches, Sunoo —susurró Jungwon, su voz suave en la oscuridad.

—Buenas noches, Jungwon —respondió Sunoo, cerrando los ojos y dejándose llevar por el sueño, con una sonrisa en los labios.

 Entwined |SunWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora