El sol se filtraba a través de las cortinas, creando un ambiente cálido en la habitación de Sunoo. A pesar de la luz del día, Jungwon aún yacía en la cama, arropado con las mantas. Su piel estaba acalorada y su frente parecía quemar de fiebre. Sunoo, ya despierto, estaba sentado a su lado, con una expresión de preocupación y frustración.
—¡Eres un idiota, Jungwon! —dijo Sunoo mientras tomaba la temperatura de Jungwon con un termómetro—. ¿Cómo se te ocurre salir en esa tormenta? Ahora estás enfermo y es culpa tuya.
Jungwon, con la voz rasposa y los ojos entrecerrados, se limitó a mirar a Sunoo con una expresión de arrepentimiento. Sabía que se lo había buscado y estaba avergonzado por haber puesto a Sunoo en esa situación.
—Lo siento... —murmuró Jungwon, su voz débil—. No quería causar tantos problemas.
Sunoo frunció el ceño y sacudió la cabeza, mientras tomaba una sopera con sopa caliente que había preparado especialmente para Jungwon.
—Eso no lo cambia —dijo Sunoo—. Ahora tienes que tomar esto y descansar. No puedo creer que te hayas puesto tan mal por no hacer caso a lo que te dije.
Con cuidado, Sunoo sirvió la sopa en una taza y se acercó a Jungwon, ayudándole a sentarse un poco. La sopa estaba humeante y había un aroma reconfortante que llenó la habitación. Jungwon tomó la taza con manos temblorosas y, aunque estaba muy cansado, intentó beber la sopa lentamente.
—Gracias, Sunoo —dijo Jungwon, su voz apenas un susurro.
Sunoo lo miró con ternura y le pasó las pastillas que el médico le había recomendado, junto con un vaso de agua. Jungwon tomó las pastillas, mientras Sunoo se aseguraba de que todo estuviera bien.
—Tienes que seguir tomando esto cada cierto tiempo y beber mucha agua. También voy a estar controlando tu temperatura a menudo —dijo Sunoo mientras se preparaba para tomarle de nuevo la temperatura—. No quiero que te pongas peor.
La mañana pasó lentamente, y Sunoo se mantuvo ocupado cuidando a Jungwon. Le preparó más sopa y le cambió los paños húmedos en la frente para ayudar a bajar la fiebre. Cada vez que Jungwon se movía o se quejaba, Sunoo estaba ahí para atenderlo.
Cuando llegó la tarde, Sunoo decidió que era necesario un cambio de ambiente. Sabía que un baño en la tina podría ayudar a Jungwon a sentirse más cómodo y a relajarse un poco. Con mucho cuidado, ayudó a Jungwon a levantarse de la cama y lo llevó al baño. Jungwon estaba débil y le costaba mantenerse en pie, así que Sunoo tuvo que sostenerlo y guiarlo hasta la tina.
—No te quejes, solo relájate —le dijo Sunoo mientras llenaba la tina con agua tibia. Luego, ayudó a Jungwon a meterse en la tina y lo acomodó para que pudiera estar más cómodo.
Jungwon se hundió en el agua, y Sunoo empezó a lavar su cabello con un champú suave. Aunque Jungwon estaba demasiado cansado para protestar, Sunoo notó que estaba realmente disfrutando del cuidado que le estaba brindando.
—Sabes, podrías haber sido un poco más considerado con tu salud —dijo Sunoo, tratando de sonar más juguetón para animar a Jungwon—. Pero no te preocupes, ahora estoy aquí para arreglar tus errores.
Mientras Sunoo lavaba el cabello de Jungwon, notó que el chico estaba comenzando a relajarse. Las gotas de agua caían por su piel, y la expresión en su rostro era una mezcla de alivio y gratitud. Aunque estaba enfermo y agotado, parecía más en paz ahora que estaba recibiendo el cuidado que necesitaba.
—Gracias, Sunoo —dijo Jungwon, con una sonrisa débil—. No sé qué haría sin ti.
Sunoo sonrió mientras enjuagaba el cabello de Jungwon y lo secaba suavemente con una toalla.
—No tienes que preocuparte por eso. Solo concédele a tu cuerpo el tiempo que necesita para recuperarse —dijo Sunoo—. Yo estaré aquí para ayudarte en todo lo que necesites.
Una vez que Jungwon estuvo seco y nuevamente en la cama, Sunoo lo acomodó con cuidado y le dio más sopa caliente para que tomara. Aunque la fiebre no había bajado completamente, parecía que Jungwon estaba en mejores condiciones que antes.
Sunoo se sentó a su lado, vigilando su estado y asegurándose de que todo estuviera bien. Aunque estaba cansado, se sentía satisfecho de poder ayudar a su amigo en un momento de necesidad. La preocupación y el amor que sentía por Jungwon eran evidentes en cada acción que tomaba.
—Voy a estar aquí contigo —dijo Sunoo, tomando la mano de Jungwon—. Solo descansa y recupérate.
Jungwon asintió con una sonrisa cansada, mientras los efectos del cansancio y la fiebre comenzaban a apoderarse de él. Sabía que aún había muchos problemas por resolver, pero por ahora, se sentía aliviado de tener a Sunoo a su lado.
La lluvia seguía cayendo en el exterior, pero en el interior de la casa de Sunoo, había una sensación de calma y esperanza. A pesar de las dificultades y la confusión que había habido entre ellos, el hecho de estar ahí el uno para el otro brindaba una sensación de paz en medio del caos.
Sunoo se quedó a su lado, viendo cómo Jungwon se sumía en un sueño tranquilo. Aunque el camino hacia la resolución de sus problemas aún era incierto, el cuidado y la dedicación que Sunoo mostró hacia Jungwon eran un testimonio de la profundidad de su amistad y el amor que compartían.
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Entwined |SunWon
FanfictionEn un mundo donde las emociones son intensas y los secretos acechan, ¿quién encontrará el amor entre las complicadas redes del deseo? Mientras Jungwon, Sunoo, Jay y Sunghoon navegan sus enredadas relaciones, la verdadera naturaleza de sus sentimient...