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El sol de la tarde se filtraba a través de las cortinas, creando un ambiente cálido y acogedor en la habitación de Sunoo. La cama estaba deshecha, y en el aire aún se sentía el aroma a café que Sunoo había preparado un rato antes. Sunoo estaba sentado en la cama, concentrado en terminar un deber escolar, mientras Jungwon se había acomodado a su lado, observándolo con una mezcla de curiosidad y preocupación.

Jungwon estaba recostado con las manos detrás de la cabeza, sus grandes ojos fijos en Sunoo, que se movía con concentración. El silencio en la habitación se rompía solo por el suave rasgueo del bolígrafo sobre el papel.

Después de unos minutos, Jungwon no pudo contener más su inquietud y rompió el silencio.

—¿Sunoo? —dijo con un tono un poco preocupado—. ¿En serio vas a seguir con Sunghoon?

Sunoo levantó la vista, sorprendido por la pregunta repentina. La expresión en el rostro de Jungwon era una mezcla de curiosidad y algo más que Sunoo no podía descifrar de inmediato. Aunque estaba a punto de responder, no pudo evitar reírse ante la seriedad de la pregunta.

—¿De verdad estás preguntando eso? —rió Sunoo, acabando de escribir la última línea de su deber y dejando el bolígrafo a un lado—. Jungwon, no puedo creer que te importe tanto.

Jungwon frunció el ceño, claramente no satisfecho con la respuesta. Se inclinó hacia adelante, con una expresión de preocupación en sus ojos.

—Es solo que... —comenzó, titubeando—. No entiendo por qué sigues con Sunghoon si sabemos cómo es. ¿No te hace daño?

Sunoo lo miró fijamente, sus ojos brillando con una mezcla de divertimiento y ternura. Se levantó de la cama y se acercó a Jungwon, envolviéndolo en un abrazo cálido.

—Jungwon, lo que hago con Sunghoon no cambia lo que siento por ti —dijo Sunoo, abrazándolo con firmeza—. Eres mi amigo favorito, y siempre lo serás, sin importar lo que pase con él.

Jungwon se relajó un poco en el abrazo, aunque su expresión aún mostraba una preocupación subyacente. Se apartó ligeramente, mirando a Sunoo con una mezcla de exasperación y cariño.

—No es eso —dijo Jungwon—. No es que no quiera que seas feliz. Solo... me preocupa que te lastimen. Tú significas mucho para mí.

Sunoo sonrió, tocando suavemente el rostro de Jungwon con la punta de los dedos.

—Gracias, Jungwon. Significa mucho para mí que te preocupes —dijo Sunoo—. Pero no te preocupes por eso. Si sigo con Sunghoon, de cualquier manera, tú sigues siendo mi amigo favorito.

Jungwon hizo una mueca, claramente conflictuado. Se inclinó hacia adelante, intentando buscar una respuesta adecuada a sus propios sentimientos. A pesar de sus esfuerzos por mantener una actitud seria, el tono juguetón de Sunoo y su actitud despreocupada lograron romper parte de su malestar.

—No estoy seguro de que eso me calme —dijo Jungwon con un tono de resignación—. Aún me preocupa.

Sunoo se rió de nuevo, abrazando a Jungwon con más fuerza. Su risa era contagiosa y ayudó a aliviar la tensión en la habitación.

—Vamos, Jungwon —dijo Sunoo, su voz llena de calidez—. Lo que hago con Sunghoon no cambia nuestra amistad. No hay razón para que te pongas así. Te aprecio demasiado para dejar que esto nos separe.

Jungwon miró a Sunoo, sintiendo cómo su preocupación se disolvía gradualmente en el abrazo reconfortante. Aunque aún sentía una ligera inquietud, las palabras de Sunoo le dieron un poco de consuelo.

—Está bien —dijo Jungwon, devolviendo el abrazo—. Solo quería asegurarme de que estabas bien.

Sunoo se apartó un poco, sonriendo ampliamente mientras miraba a Jungwon.

—Y lo estoy —dijo—. Siempre estoy bien cuando estoy contigo.

Jungwon asintió, aún con una expresión de preocupación en el rostro, pero también con una sonrisa que indicaba que al menos parte de su inquietud se había calmado. Los dos permanecieron en silencio un momento, disfrutando de la comodidad y el apoyo mutuo.

La conversación tomó un giro más ligero cuando Sunoo, con una sonrisa traviesa, se recostó de nuevo en la cama, mirando a Jungwon con picardía.

—¿Sabes? —dijo Sunoo—. No deberías preocuparte tanto. Estoy seguro de que encontraré una manera de seguir siendo tu amigo favorito, incluso si tengo un par de relaciones complicadas.

Jungwon rió, un sonido que ayudó a romper el ambiente tenso que había estado presente.

—Sí, sí —dijo Jungwon—. Estoy seguro de que lo harás. Pero solo asegúrate de no olvidarte de mí en el proceso.

Sunoo se rió, estirándose en la cama y mirando a Jungwon con una expresión satisfecha.

—Nunca podría olvidarme de ti —dijo Sunoo—. Eres demasiado importante para mí.

Mientras la tarde avanzaba, la conversación entre Sunoo y Jungwon continuó con un tono más ligero y relajado. Aunque los problemas y las preocupaciones seguían presentes en sus vidas, el apoyo y la amistad que compartían eran lo que realmente importaba. Sunoo y Jungwon sabían que podían superar cualquier desafío siempre y cuando estuvieran juntos, y esa certeza les daba la fuerza para enfrentar lo que viniera.

 Entwined |SunWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora