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Era una tarde tranquila cuando Sunoo estaba en casa, tratando de relajarse después de un día ajetreado. La mente de Sunoo seguía llena de pensamientos confusos sobre sus amigos, su experiencia pasada y la nueva dinámica en su vida. Mientras intentaba distraerse, el timbre de la puerta lo sacó de su ensueño.

Abrió la puerta y se encontró con Sunghoon. La presencia de Sunghoon era inconfundible: su actitud segura y la forma en que se movía hacían que Sunoo sintiera una mezcla de emoción y nervios. Sunghoon llevaba un look casual pero atractivo, con una camiseta ajustada que acentuaba su físico tonificado.

—Hola, Sunoo —saludó Sunghoon con una sonrisa enigmática, que hizo que Sunoo se sonrojara.

—Hola, Sunghoon —respondió Sunoo, tratando de mantener la calma mientras sentía cómo su corazón se aceleraba.

Sunghoon entró sin esperar invitación, una actitud que Sunoo había aprendido a reconocer como una señal de que la visita no era meramente social. La tensión en el aire era palpable, y ambos sabían que el encuentro podría tomar un giro inesperado.

Sunoo condujo a Sunghoon al salón, y mientras conversaban sobre temas triviales, la atracción entre ellos crecía. La conversación se volvió más íntima y cargada, con miradas largas y toques casuales que parecían llenarse de significado. Sunoo estaba cada vez más consciente de la cercanía de Sunghoon, y la electricidad en el ambiente era innegable.

De repente, Sunghoon tomó la iniciativa. Se acercó a Sunoo con una intensidad que hizo que el rubio sintiera un estremecimiento. Sus labios se encontraron en un beso lleno de pasión, y Sunoo respondió con igual fervor. Los besos comenzaron suaves, pero pronto se convirtieron en algo más intenso, con lenguas entrelazadas y susurros de deseo.

Sunoo se arqueaba hacia atrás mientras Sunghoon lo besaba, sintiendo cómo su cuerpo respondía al toque cálido y demandante de Sunghoon. Las manos de Sunghoon recorrían su cuerpo, acariciando su piel con una intensidad que hacía que Sunoo jadease de placer. Cada toque, cada caricia, hacía que los ojos de Sunoo se llenaran de lágrimas de placer, mientras sus gemidos llenaban el espacio.

Sunghoon, notando la reacción de Sunoo, intensificó sus caricias. Deslizó sus manos debajo de la ropa de Sunoo, y la sensación de piel contra piel solo aumentó el deseo. Las caricias se hicieron más atrevidas, y el deseo de ambos se hizo palpable.

Mientras se movían hacia el sofá, Sunghoon se inclinó sobre Sunoo, besando su cuello y pecho con una serie de besos húmedos y ardientes. Cada beso era una promesa de lo que vendría, y Sunoo se entregó completamente a la experiencia. Sus manos buscaban aferrarse a Sunghoon, sintiendo cómo cada toque y cada beso aumentaban el éxtasis.

Sunghoon, con una mezcla de dominio y ternura, guió a Sunoo a una posición en la que ambos estaban perfectamente alineados. El momento de la penetración llegó con una intensidad que hizo que Sunoo gritara de placer. El dolor inicial fue rápidamente reemplazado por una ola de placer abrumador. Las sensaciones eran intensas y profundas, y Sunoo se arqueaba contra Sunghoon, sintiendo cómo su cuerpo respondía con cada movimiento.

El ritmo se estableció, y Sunghoon movía su cuerpo con una mezcla de firmeza y pasión. Los gemidos de Sunoo eran una mezcla de placer y sorpresa, y sus ojos se llenaban de lágrimas de éxtasis. La conexión entre ellos era palpable, y la atmósfera estaba cargada de deseo y entrega mutua.

Cada embestida de Sunghoon hacía que Sunoo se aferrara a él con más fuerza, y la experiencia se volvió una danza de sensaciones intensas. Los besos seguían siendo húmedos y ardientes, y la intimidad entre ellos se volvía cada vez más profunda. Sunoo se sentía completamente inmerso en el momento, y la realidad exterior parecía desvanecerse.

La experiencia, aunque apasionada, fue diferente esta vez. Sunoo estaba sobrio y más consciente de sus propios deseos y límites. La conexión con Sunghoon era clara, y el placer que experimentaba era algo que había deseado explorar más a fondo. La entrega de ambos era total, y la satisfacción era evidente en cada movimiento y cada toque.

Al final, cuando el clímax llegó, ambos se derrumbaron en un estado de agotamiento y satisfacción. Sunoo, aunque exhausto, se sintió completamente satisfecho y en paz con la experiencia. La noche había sido intensa, y la conexión con Sunghoon había añadido una nueva dimensión a su relación.

Sunoo y Sunghoon se abrazaron, compartiendo un momento de calma después de la tormenta. Aunque el encuentro había sido inesperado y apasionado, Sunoo se sintió en paz con la experiencia. La conexión con Sunghoon era ahora más fuerte, y la intimidad que habían compartido había cambiado la dinámica entre ellos de manera significativa.

Después de un tiempo, Sunoo se vistió y se preparó para la despedida. Aunque estaba algo cansado, se sentía satisfecho con la forma en que había manejado la experiencia. Sunghoon se despidió con una sonrisa y un beso suave, dejando a Sunoo con una mezcla de emociones y pensamientos sobre lo que significaba para él la nueva dinámica en su vida.

Sunoo se quedó en casa, procesando la experiencia y preparándose para enfrentar las próximas semanas con una perspectiva renovada. La relación con Sunghoon había añadido una nueva capa de complejidad a su vida, y ahora tenía que encontrar su camino en medio de los cambios emocionales y las nuevas realidades.

 Entwined |SunWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora