Entwined |SunWon

3

El sol brillaba sobre la ciudad cuando Jungwon y Sunoo caminaban juntos hacia la preparatoria. Para ellos, era una rutina diaria que disfrutaban plenamente. No importaba si estaban jugando, molestando o simplemente abrazados, siempre encontraban la manera de disfrutar la compañía del otro.

Llegaron a la preparatoria y se encontraron con Yujin y Wonyoung cerca de la entrada principal. Las chicas saludaron con entusiasmo mientras se dirigían hacia sus primeras clases del día.

—¡Buenos días! —exclamó Yujin, con una sonrisa brillante—. ¿Cómo están hoy?

—¡Muy bien! —respondió Jungwon animadamente—. ¿Ustedes?

—Excelente —dijo Wonyoung, mirando a Sunoo con curiosidad—. ¿Qué tal tu mañana, Sunoo?

—Bien, bien —contestó Sunoo, aunque su mente seguía pensando en Sunghoon.

Jungwon comenzó a hablar emocionadamente sobre Jay y sus planes para las vacaciones. Sunoo lo escuchaba con atención, aunque su corazón no estaba del todo en la conversación. Cada vez que Jungwon mencionaba a Jay, Sunoo no podía evitar notar lo emocionado y feliz que se ponía su amigo. Aunque trataba de seguir la conversación, en su mente seguía revoloteando la confusión y la insatisfacción respecto a Sunghoon.

El timbre sonó indicando el inicio de las clases y todos se dirigieron a sus aulas correspondientes. Jungwon y Sunoo compartían varias clases juntos, lo cual hacía que el día pasara más rápido y entretenido. Durante el recreo, se reunieron nuevamente con Yujin y Wonyoung en la cafetería.

—¿Cómo va todo con Sunghoon? —preguntó Wonyoung, mirando a Sunoo con interés.

Sunoo suspiró y se encogió de hombros.

—No lo sé. Últimamente siento que no me presta mucha atención, ya saben... y me siento un poco frustrado por eso.

Yujin asintió comprensivamente.

—Entiendo cómo te sientes. A veces, las cosas no son tan claras como quisiéramos.

—Exacto —agregó Wonyoung—. Tal vez necesitas hacerle saber cómo te sientes.

Sunoo pensó en sus palabras mientras daba un sorbo a su bebida. Sabía que tenía que hablar con Sunghoon sobre sus sentimientos, pero la idea de confrontarlo le causaba cierta ansiedad.

Mientras tanto, Jungwon continuaba animadamente hablando sobre Jay, mostrando fotos y compartiendo anécdotas. Sunoo admiraba la pasión y el brillo en los ojos de Jungwon cada vez que mencionaba a Jay. Aunque se sentía confundido por sus propios sentimientos, no podía evitar sentir una especie de envidia sana hacia la conexión que Jungwon tenía con Jay.

Después de la escuela, Jungwon y Sunoo caminaron juntos de regreso a casa. La tarde estaba tranquila y soleada, y el ambiente entre ellos era cómodo y familiar.

—¿Sabes? Creo que deberías hablar con Sunghoon —dijo Jungwon repentinamente, rompiendo el silencio.

Sunoo se detuvo y miró a Jungwon con sorpresa.

—¿Cómo lo sabes?

Jungwon sonrió suavemente.

—Porque te conozco, Sunoo. Sé cuando algo te está molestando.

Sunoo suspiró y asintió lentamente.

—Tienes razón. Necesito aclarar las cosas con él.

—¡Exacto! —exclamó Jungwon, animándolo—. No dejes que las cosas se compliquen más. Habla con él y dile cómo te sientes.

Sunoo sonrió débilmente, agradecido por el apoyo de su amigo.

—Gracias, Jungwon. Siempre sabes qué decir.

Jungwon sonrió ampliamente y le dio un suave golpe en el hombro.

—Eso es lo que los amigos estamos para hacer, ¿no?

Continuaron caminando, compartiendo bromas y risas mientras el sol se ocultaba lentamente en el horizonte. Llegaron a la casa de Jungwon y entraron, dispuestos a relajarse después de un día largo y emocionalmente cargado.

—¿Quieres quedarte a cenar? —ofreció Jungwon mientras preparaba algo de té en la cocina.

—Claro, gracias —respondió Sunoo, sintiéndose reconfortado por la hospitalidad de Jungwon.

Después de la cena, se dirigieron a la sala y se acomodaron en el sofá, hablando de temas más ligeros y disfrutando de la compañía del otro. Jungwon comenzó a bromear nuevamente sobre la mirada de Sunoo cuando estaba cerca de él, haciendo que Sunoo le pegara suavemente en el brazo y ambos se rieran.

Finalmente, se hicieron tarde y decidieron ir a dormir. Subieron las escaleras juntos, sintiendo la cercanía y la calidez entre ellos. Entraron en la habitación de Jungwon y se prepararon para dormir, compartiendo un momento tranquilo y significativo antes de apagar las luces.

—Buenas noches, Sunoo —susurró Jungwon, su voz llena de afecto.

—Buenas noches, Jungwon —respondió Sunoo, cerrando los ojos con una sonrisa en los labios.

Se durmieron con la promesa de enfrentar sus sentimientos al día siguiente, y con la certeza de que, sin importar qué, su amistad seguiría siendo su apoyo más sólido.