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La tarde avanzaba con una calma relativa después de la conversación entre Sunoo y Jungwon. Ambos estaban tumbados en la cama, disfrutando de la compañía mutua, aunque el ambiente llevaba una ligera carga emocional. Sunoo había estado pensando en una pregunta que había evitado durante un tiempo, y finalmente decidió que era el momento adecuado para plantearla.

Con un suspiro, Sunoo se volvió hacia Jungwon, que estaba acostado a su lado, aún con una expresión de preocupación en su rostro, aunque esta comenzaba a desvanecerse.

—Jungwon —dijo Sunoo, rompiendo el silencio—. ¿Qué pasa con Jay?

Jungwon lo miró con sorpresa, claramente no esperaba la pregunta. Se acomodó en la cama, buscando una manera de responder mientras trataba de ocultar la incomodidad que la pregunta le había causado.

—¿Jay? —repitió Jungwon, su tono intentando sonar casual aunque sus ojos reflejaban una mezcla de inseguridad y sorpresa.

Sunoo asintió, tratando de mantener su voz tranquila y su rostro impasible a pesar de que por dentro se sentía una mezcla de celos y dolor.

—Sí, Jay —dijo Sunoo—. No quería preguntarte realmente porque, bueno, sabes, estoy en una situación... complicada, pero realmente me duele no saber qué está pasando entre ustedes.

Jungwon frunció el ceño, claramente conflictuado. Se incorporó un poco, miró a Sunoo a los ojos, y trató de encontrar las palabras adecuadas para explicar la situación.

—La verdad es que... —dijo Jungwon—. Jay y yo hemos estado pasando tiempo juntos, sí, pero no es como si todo estuviera claro entre nosotros. A veces siento que estamos más cercanos, pero otras veces no estoy seguro de qué es lo que realmente queremos.

Sunoo lo escuchó en silencio, absorbiendo cada palabra. Aunque la respuesta no aclaraba completamente la situación, le dio una visión de lo que Jungwon estaba sintiendo. A pesar de su dolor, Sunoo intentó mantenerse lo más objetivo posible.

—Entiendo —dijo Sunoo—. No quiero que te sientas presionado para explicarlo todo, solo quería saber cómo te sientes.

Jungwon se acercó a Sunoo, tocándole suavemente el brazo en un gesto de apoyo.

—Gracias por entender —dijo Jungwon—. La verdad es que todo esto es complicado y no estoy seguro de qué hacer a veces. Me duele ver que también estás pasando por tus propios problemas con Sunghoon.

Sunoo se encogió de hombros, intentando no dejar que sus sentimientos de celos y dolor se apoderaran de él. Aunque había sido difícil ver a Jungwon acercarse a Jay, se esforzó por mantener su actitud comprensiva.

—No te preocupes por eso —dijo Sunoo, tratando de ofrecer una sonrisa—. Estoy manejando mis cosas a mi manera. Aunque me duele un poco, entiendo que todos tenemos nuestras propias batallas.

Jungwon asintió, sintiéndose aliviado por la comprensión de Sunoo. Decidió que era momento de cambiar el tema para algo menos complicado y más alegre.

—Oye, ¿quieres que hagamos algo divertido para distraernos? —sugirió Jungwon, tratando de animar el ambiente.

Sunoo sonrió, agradecido por el intento de Jungwon de aliviar el ambiente.

—Claro —dijo Sunoo—. ¿Qué tienes en mente?

Jungwon pensó por un momento antes de sugerir algo ligero y relajante.

—Podríamos ver una película o jugar a algún juego —dijo Jungwon—. Lo que prefieras.

Sunoo estuvo de acuerdo, y los dos se levantaron de la cama para buscar algo que hacer. A pesar de las dificultades y los sentimientos complicados, la conexión entre ellos seguía siendo fuerte y el apoyo mutuo que se ofrecían era un consuelo valioso en medio de la confusión.

Mientras buscaban una película para ver, Sunoo recibió un mensaje en su teléfono. Era de Yujin, preguntándole si podía ir a visitarlo esa tarde. Sunoo le respondió rápidamente, aceptando la visita.

—Yujin quiere pasar por aquí —dijo Sunoo, mirando a Jungwon—. Tal vez podríamos invitarla a ver la película con nosotros. Podría ser divertido.

Jungwon sonrió al oír esto, contento de que Sunoo quisiera pasar tiempo con amigos para distraerse un poco.

—¡Eso suena genial! —dijo Jungwon—. Vamos a preparar todo para que sea una tarde agradable.

Sin embargo, antes de que pudieran hacer cualquier cosa, Jungwon tomó a Sunoo por sorpresa, deteniéndolo con una firmeza inesperada. Sunoo apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió los labios de Jungwon sobre los suyos, besándolo con una intensidad que lo dejó sin aliento.

El beso era feroz, cargado de emociones reprimidas y una pasión que Sunoo no había anticipado. Jungwon lo empujó contra la pared, sus manos recorriendo el cuerpo de Sunoo con una desesperación palpable. Sunoo no pudo evitar gemir contra los labios de Jungwon, sintiendo cómo el calor se apoderaba de su cuerpo.

—J-Jungwon... —trató de hablar Sunoo, pero fue silenciado por otro beso profundo, húmedo y hambriento. Las manos de Jungwon se colaron bajo la camisa de Sunoo, acariciando su piel con una necesidad que Sunoo no había visto antes en su amigo.

Sunoo se dejó llevar, respondiendo al beso con igual fervor, sus manos enredándose en el cabello de Jungwon, tirando suavemente. Jungwon se separó un momento, sus respiraciones entrecortadas y sus ojos oscurecidos por la lujuria.

—Sunoo... —susurró Jungwon, sus labios rozando el cuello de Sunoo mientras comenzaba a dejar besos húmedos y mordiscos suaves—. No sabes cuánto he deseado esto.

Sunoo cerró los ojos, su cuerpo temblando ante el contacto y las palabras de Jungwon. Sentía cómo las manos de Jungwon se movían con urgencia, desabrochando su pantalón y deslizándolo hacia abajo. Cada toque, cada caricia, enviaba ondas de placer a través de su cuerpo.

—Jungwon, espera... —trató de decir Sunoo, pero sus palabras se desvanecieron en un gemido cuando Jungwon tomó su erección en su mano, acariciándola lentamente. El placer era abrumador, haciendo que Sunoo se arquease contra Jungwon, buscando más contacto.

Jungwon sonrió contra la piel de Sunoo, acelerando sus movimientos mientras sus labios se movían hacia el pecho de Sunoo, dejando un rastro de besos y mordiscos. Sunoo apenas podía pensar, su mente nublada por el placer y la sorpresa de la situación.

Cuando finalmente llegó al borde, Sunoo se aferró a Jungwon, sus gemidos llenando la habitación mientras alcanzaba el clímax. Jungwon lo sostuvo con firmeza, murmurando palabras tranquilizadoras mientras el cuerpo de Sunoo temblaba por el orgasmo.

Se quedaron así por unos momentos, respirando pesadamente mientras el placer se desvanecía lentamente. Sunoo se sentía abrumado, su mente aún procesando lo que había sucedido. Jungwon se apartó ligeramente, observando a Sunoo con una mezcla de preocupación y satisfacción.

—¿Estás bien? —preguntó Jungwon suavemente, acariciando la mejilla de Sunoo con ternura.

Sunoo asintió, sus ojos aún brillando con la intensidad del momento.

—Sí... sí, estoy bien —respondió Sunoo, su voz temblorosa—. Solo... solo no esperaba esto.

Jungwon sonrió, inclinándose para darle un beso suave en los labios.

—Lo siento, no pude evitarlo —dijo Jungwon—. No sé qué me pasó.

Sunoo lo miró, sus sentimientos aún confusos pero agradecido por la honestidad de Jungwon.

—Está bien, Jungwon —dijo Sunoo—. Tal vez lo necesitábamos.

La tensión entre ellos parecía haberse aliviado un poco, aunque aún quedaban muchas preguntas sin responder. Justo cuando comenzaban a recuperar la compostura, el timbre de la puerta sonó, recordándoles que Yujin estaba por llegar.

Ambos se apresuraron a arreglarse, tratando de parecer lo más normales posible antes de abrir la puerta. Cuando Yujin entró, los recibió con su habitual alegría, sin notar la ligera tensión que aún flotaba en el aire.

La tarde continuó con una sensación de normalidad renovada, aunque Sunoo y Jungwon sabían que algo había cambiado entre ellos. A medida que pasaba el tiempo, ambos se preguntaban qué significaría esto para su amistad y si podrían encontrar una manera de navegar por sus sentimientos complicado

 Entwined |SunWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora