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El sol apenas comenzaba a iluminar el cielo cuando Sunoo se despertó en su cama, los recuerdos de la tarde anterior aún frescos en su mente. La confusión y la vergüenza lo invadían al pensar en lo que había sucedido con Jungwon. Aunque una parte de él había disfrutado de cada momento, ahora no podía evitar sentirse abrumado por la incertidumbre y la incomodidad.

Con un suspiro pesado, Sunoo se levantó de la cama y se preparó para el día. Sabía que tenía que enfrentarse a Jungwon en la escuela, pero la idea de mirarlo a los ojos después de lo que había pasado lo hacía sentir un nudo en el estómago. No podía dejar de pensar en los besos apasionados y en cómo las manos de Jungwon lo habían hecho sentir cosas que nunca antes había experimentado.

Llegó a la escuela temprano, con la esperanza de evitar a Jungwon el mayor tiempo posible. Pero tan pronto como entró al edificio, lo vio. Jungwon estaba en su casillero, aparentemente absorto en buscar algo. Sunoo se detuvo en seco, su corazón acelerándose y el color subiendo a sus mejillas.

Sin pensarlo dos veces, dio media vuelta y se dirigió en la dirección opuesta, haciendo todo lo posible por evitar a Jungwon. Durante toda la mañana, se las arregló para mantenerse lejos, escondiéndose en los pasillos y tomando rutas alternativas a sus clases. Cada vez que veía a Jungwon de lejos, su primera reacción era alejarse, incapaz de enfrentar al chico que ahora ocupaba todos sus pensamientos.

Wonyoung, observando el comportamiento inusual de Sunoo, no pudo evitar reírse. No entendía completamente lo que estaba pasando, pero la manera en que Sunoo evitaba a Jungwon era evidente y casi cómica.

—Sunoo, ¿qué te pasa? —preguntó Wonyoung entre risas mientras se acercaba a su amigo durante el almuerzo—. Pareces un ratoncito asustado cada vez que ves a Jungwon.

Sunoo bajó la mirada, sus mejillas enrojecidas por la vergüenza. No sabía cómo explicar lo que sentía sin revelar demasiado.

—Nada, solo... no me siento bien hoy —dijo Sunoo, tratando de sonar convincente.

Yujin, siempre perceptiva y protectora con Sunoo, frunció el ceño al ver lo incómodo que estaba. Se acercó a él, abrazándolo con cariño.

—Déjalo en paz, Wonyoung —dijo Yujin en un tono firme—. Si Sunoo no quiere hablar de ello, no lo presionemos.

Sunoo le lanzó a Yujin una mirada agradecida, agradecido por su comprensión. Pero antes de que pudiera relajarse, escuchó la voz de Jungwon llamándolo desde el otro lado del patio. Su corazón dio un vuelco, y antes de darse cuenta, estaba moviéndose para alejarse.

Jungwon, notando el comportamiento evasivo de Sunoo, se sintió herido y confundido. No entendía por qué Sunoo lo estaba evitando tan descaradamente después de lo que habían compartido. Decidió seguirlo, decidido a aclarar las cosas.

—Sunoo, espera —llamó Jungwon, acelerando el paso para alcanzarlo.

Sunoo sintió un pánico creciente al escuchar a Jungwon acercándose. Su primer instinto fue huir, pero se detuvo cuando sintió la mano de Jungwon en su brazo, deteniéndolo.

—¿Qué pasa? —preguntó Jungwon, sus ojos llenos de preocupación—. ¿Por qué me estás evitando?

Sunoo tragó saliva, sintiéndose incapaz de mirarlo a los ojos. La vergüenza lo inundaba, y se quedó en silencio, sin saber cómo responder.

Yujin, viendo la tensión entre ellos, intervino rápidamente. Se acercó a Sunoo, abrazándolo y lanzando a Jungwon una mirada de advertencia.

—Jungwon, dale un poco de espacio —dijo Yujin con firmeza—. Sunoo necesita tiempo para procesar algunas cosas.

 Entwined |SunWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora