Habían pasado casi tres años. Durante todo ese tiempo, Nattawin Sabin había logrado ocultarle el niño a su padre. Nunca se había encontrado con Mile ni con ninguno de sus amigos. No se movía en los mismos círculos que ellos.
En parte, por eso había roto con él, porque no tenían nada en común. Después de romper, mile nunca lo había vuelto a llamar. Era obvio que no lo había echado de menos en absoluto.Sin embargo, Nattawin Sabin Wattanagitiphat, nunca había bajado la guardia. Había sabido que, antes o después, mile descubriría que tenía un hijo. Si Clay no se lo decía esa misma noche, sería la próxima persona conocida con quien se encontrara. Alguien acabaría viendo a Jared y adivinaría, al instante, que era hijo de Mile. Cuanto más crecía el pequeño, más idéntico era a su padre.
Luego, sería solo cuestión de tiempo que Mile fuera a buscarlo, furioso y exigente. Así era como él funcionaba. Siempre conseguía lo que quería.
Al me
nos, hasta entonces. Lo único que Nattawin Sabin tenía claro era que, en esa ocasión, no le dejaría ganar. Jared era de el. Mile Romsaithong era un adicto al
trabajo y no sabría qué hacer con un niño. Y el no pensaba dejar a su pequeño en manos de una lista interminable de niñeras e internados, igual que los padres de Mile habían hecho con él.Cuando el tren llegó a su parada, Nattawin Sabin se bajó y corrió a tomar al autobús que los dejaría en su apartamento, cerca de Marine Park, en Brooklyn. Allí había vivido los últimos cuatro años. No era el sitio más
elegante del mundo, pero era seguro, limpio y tenía cerca un supermercado y un parque. La casa, de un dormitorio, comenzaba a quedárseles pequeña, pero no vivían mal allí.
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*Secreto Descubierto*
Romance****Argumento: ***** ¿Lograría escapar del encanto de un seductor? El destino obligó a Nattawin Sabin Hayes a reencontrarse con el padre de su hijo, aunque no estaba dispuesto a rendirse a todas sus demandas. No iba a permitir que el poderoso y ri...