****Argumento: *****
¿Lograría escapar del encanto de un seductor?
El destino obligó a Nattawin Sabin Hayes a reencontrarse con el padre de su hijo,
aunque no estaba dispuesto a rendirse a todas sus demandas.
No iba a permitir que el poderoso y ri...
Nattawin siguió caminando al dormitorio, vestido solo con ropa negra. La habitación no tenía la luz encendida, así que pudo acercarse a mirar por la ventana donde se veía central park y la ciudad, sin ser visto y se desnudo completamente frente a la hermosa ciudad de New York..
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Oyó a Mile cerrar la puerta tras el y, al momento, percibió su aliento en el cuello. Él acercó su fuerte torso denudo a la espalda de Nattawin, invadiéndolo con con su calidez. Luego, comenzó a besarlo.
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Nattawin se relajó contra su cuerpo, echó la cabeza hacia atrás y la apoyó en su hombro, dándole libre acceso al cuello. Cerró los ojos para concentrarse en la sensación de sus labios, lengua y dientes recorriéndole la piel. Él le acarició los pechos apretando los pezones hasta hacerle gemir de placer.
--Ahhh Mile!!!!
-Nattawin Sabin-susurró él, mientras le mordía el lóbulo de la oreja-. No sabes cuántas ganas tenía de volverte a tener en mi cama -añadió, presionando su erección el trasero de el con un grave gemido.
---Ahhh!!!!!!! Que ganas te tengo, Nattawin!!!!
A Nattawin se le endurecieron los pezones y se le aceleró el pulso. Nunca se había sentido tan sexy como con Mile. Saber que podía excitar a un hombre tan poderoso era un maravilloso afrodisíaco.
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