Capitulo # 9

61 13 0
                                    

Aunque Nattawin no había dado ninguna importancia su riqueza, no había podido ignorar lo diferentes que eran sus vidas.
Su relación había durado el tiempo que habían podido mantenerla dentro de la burbuja del dormitorio, sin acudir a reuniones sociales ni mezclarse con la clase alta con la que él solía codearse. Para el, su riqueza no solo no era una cualidad, sino que le había resultado casi un estorbo.

¡Ni siquiera había querido contarle que había estado embarazado! Asimismo, Nattawin Sabine lo había acusado de renunciar a las cosas que amaba por sus obligaciones.
Y había acertado. Durante toda la vida, había estado
abandonando sus sueños por un maldito sentido del deber. ¿Pero qué otra cosa podía haber hecho? Ninguno de sus hermanos estaba preparado para dirigir la empresa. Felipe apenas se presentaba por la oficina, ni siquiera sabía en qué país estaría en ese momento de vacaciones. Su hermana, Cindy, era demasiado joven y no tenía experiencia. Su padre se había retirado.

Eso significaba que, si él no se ocupaba del imperio familiar, tendría que dejarlo en manos de un extraño.
Y Mile no quería que eso sucediera. Todavía recordaba cuando, sentándolo en sus rodillas de pequeño, su abuelo le había contado orgulloso historias de cómo su bisabuelo había fundado la compañía. No podría defraudarlos.

El móvil le sonó para indicarle que tenía un mensaje.
Era Marie. Había quedado con su médico en Park Avenue a las cuatro y cuarto. Excelente. Copió la información para enviársela a Nattawin en otro mensaje. Sin
embargo, apretó el botón de llamada casi sin pensarlo. Quería escuchar su voz

Había pasado tanto tiempo sin ella que cualquier excusa era válida para oírlo de nuevo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había pasado tanto tiempo sin ella que cualquier excusa era válida para oírlo de nuevo. Aunque no se dio cuenta, hasta que fue demasiado Tarde, de que eran las siete y media de la mañana.

-¿Hola? -contestó el Su voz no sonaba somnolienta.
-Nattawin, soy Mile. Siento llamar tan pronto. ¿Te he despertado?... Nattawin rio.

-Claro que no. Jared se levanta con las gallinas, a las seis de la mañana, todos los días. Como siga así, va a ser granjero, como su abuelo.

Mile frunció el ceño antes de darse cuenta de que Nattawin hablaba de su propio padre. Él no sabía
mucho de su familia, solo que vivían en Nebraska.

-Mi asistente nos ha concertado una cita para la prueba de ADN -informó él, dándole la dirección del médico.

-De acuerdo. Nos veremos allí un poco antes de las cuatro y cuarto.

-Yo te recogeré.

-No, iremos en metro. A Jared le gusta el tren. Hay una parada cerca de allí, así que no es problema.

 Hay una parada cerca de allí, así que no es problema

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Nattawin defendía con ferocidad su independencia. Cuando salían juntos, no había dejado nunca que él hiciera nada por ella. Y eso le ponía muy
nervioso.

-Después de la prueba, ¿puedo llevaros a Jared y a ti a cenar?

-Umm -murmuró el, quizá pensando en una excusa
para negarse.

-Un poco de tiempo de calidad -añadió él con una sonrisa.

-De acuerdo mile. Me parece bien.

-Nos vemos esta tarde.

-Adiós -se despidió Nattawin y colgó.

Mile sonrió. Estaba deseando volver a ver a su hijo. Y, aunque no quisiera admitirlo, también se moría de ganas de volver a ver a Nattawin.
A Sabine le sorprendió lo poco que tardaron en la consulta del médico. El papeleo fue lo más pesado. Les dijeron que los llamarían el lunes para darles los resultados.

A las cinco menos cuarto, estaban parados en la calle, ante un semáforo en rojo en Park Avenue. Nattawin ató a Jared en su sillita de paseo.

-¿Qué os gustaría comer? -preguntó mile.
Nattawin adivinó que la mayoría de restaurantes que él conocía no debían de estar preparados para niños.
Miró a su alrededor, pensativo.

-Creo que hay una hamburguesería bastante buena a dos manzanas de aquí.

-¿Hamburguesería?

-En los restaurantes caros que conoces no tienen menú infantil -repuso el riendo ante la estupefacción de mile -Lo sé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-En los restaurantes caros que conoces no tienen menú infantil -repuso el riendo ante la estupefacción de mile
-Lo sé.
Meneando la cabeza, Sabine comenzó a caminar en dirección a local que conocía. Mile se apresuró a seguirlo.

-Estás acostumbrado a gastarte cantidades exageradas en cenas. --Supongo que eso es lo que tus invitados esperan de ti, pero Jared y yo no funcionamos así. Para comer, necesitamos mucho menos dinero del que tú te gastas en una botella de vino. Y no nos importa, --¿verdad, Jared?

El pequeño sonrió e hizo un gesto de aprobación con el pulgar hacia arriba.

-¡Habuguesa!!! -Grito Jared..-Habugesa!!!!

-¿Lo ves? -indicó Nattawin, sonriendo-. Es fácil de complacer.

⭐💕⭐💕⭐💕⭐💕⭐💕⭐💕⭐💕⭐💕⭐💕⭐💕⭐

Deje sus votos y comentarios ⭐..

*Secreto Descubierto*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora