Capitulo #3

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Maldición, Nattawin estaba tan guapo como él recordaba. Un poco mayor, con más curvas por el embarazo, pero seguía siendo el atractivo artista que lo había vuelto loco
en aquella galería de arte. Esa noche, llevaba una camisa blanca para hacer ejercicio, que se le ajustaban al cuerpo y unos jean ajustados que se dejaba ver su hermoso cuerpo de Doncel, le recordaban todo lo que se había estado perdiendo en los últimos años.

La gente no solía quedarse mucho tiempo en su vida, pensó Mile

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La gente no solía quedarse mucho tiempo en su vida, pensó Mile. Su infancia y juventud habían sido un desfile de niñeras, tutores, amigos y novias, mientras sus padres lo habían cambiado de un internado a otro.
Aquel bello Doncel moreno con rayos azules en su pelo, con un piercing en la nariz y uno en su oreja no había sido una excepción. Se había marchado de su vida sin pestañear.

Nattawin Sabin le había dicho que no eran compatibles porque sus vidas y sus prioridades eran diferentes.
Era cierto que eran polos opuestos, pero eso era
una de las cosas que más habían atraído a Mile.
Nattawin no era otro joven rico y mimado con el objetivo de casarse con un buen partido e ir de compras. Lo que habían compartido le había parecido distinto.
Pero Mile se había equivocado.

Lo había dejado marchar, pues sabía que no tenía sentido intentar perseguir a alguien que no quería estar con él... pero no lo había olvidado... No había dejado de soñar con el. En más de una ocasión, se había preguntado qué habría estado haciendo. Pero jamás, ni en sus más extraños sueños, se había podido imaginar que
Nattawin había estado criando a un hijo suyo.

Nattawin Sabin se enderezó y levantó la barbilla con gesto desafiante.

-Está dentro -señaló el, mirándolo a los ojos-. Y ahí es donde se va a quedar.

Sus palabras le sentaron a Mile como un puñetazo.
Así que era cierto.
¡Tenía un hijo! No se había creído del todo la historia que Clay le había contado hasta ese momento. Conocía a su mejor amigo desde la universidad, pero no siempre podía confiar en su versión de la realidad. Esa noche, Clay le había insistido en que buscara a Nattawin Sabin cuanto antes para conocer a su hijo. Y, por una vez, Clay había tenido razón.

Nattawin Sabin no lo negaba. Mile había esperado que el le dijera que no era hijo suyo o que estaba cuidando al hijo de una amiga. Sin embargo, siempre había sido un chico Doncel muy sincero. Sin dudarlo, acababa de admitir que se lo había ocultado. No solo no se había disculpado por ello, sino que tenía la osadía de dictar
las normas.

Nattawin llevaba demasiado tiempo dirigiendo la situación. Y Mile estaba decidido a que lo incluyera, de una forma u otra.

-¿Es hijo mío de verdad? -preguntó él. Necesitaba escucharle decir las palabras. De todas maneras, al margen de lo que Nattawin Sabin dijera, le haría
una prueba de ADN para confirmarlo.

 De todas maneras, al margen de lo que Nattawin Sabin dijera, le haría una prueba de ADN para confirmarlo

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*Secreto Descubierto*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora