****Argumento: *****
¿Lograría escapar del encanto de un seductor?
El destino obligó a Nattawin Sabin Hayes a reencontrarse con el padre de su hijo,
aunque no estaba dispuesto a rendirse a todas sus demandas.
No iba a permitir que el poderoso y ri...
-Está en uno de mis aviones, rumbo a una clínica mental en Vermont. Si quieres poner cargos contra él, lo entiendo. Puedo darte la dirección de la clínica para que la policía vaya a buscarlo. Solo quería proporcionarle ayuda lo antes posible. Parece que está más trastornado de lo que yo creía, además de que es adicto a las drogas. Le debía dinero a su camello y había ideado un plan para exportar e importar droga en nuestros aviones. Solo quería la compañía para eso.
-Lo siento, Roger.
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El viejo meneó la cabeza con tristeza y miró a Jared. -También quiero deciros que vuestro hijo ha estado en las mejores manos todo el tiempo. Paul lo llevó a la guardería de Exclusivity Jetliners. Tenemos una escuela infantil abierta las veinticuatro horas para empleados que trabajan de noche. Jared ha estado jugando con otros niños. Os garantizo que no tiene ni un rasguño.
Nattawin respiró aliviado. Por eso Jared estaba tan tranquilo. Pensaba que se había pasado el día en el cole con nuevos amigos y no tenía ni idea de que lo hubieran secuestrado. Al menos, eso era una suerte.
-¿Mi dinosaurio? -pidió el pequeño.
Nattawin se agachó, dejó al niño en el suelo y abrió su mochila.
-Aquí está.
Jared lo abrazó feliz, agarrado a la pierna de mamá. Aunque no había sufrido ningún daño, había estado demasiado tiempo lejos de su mami.
-Quiero compensarte de alguna manera -continuó Roger-. Aunque sé que es difícil.
-No te martirices más, Roger. No puedes controlar lo que hacen tus hijos cuando son adultos.
-No, mile, me hago responsable de todo lo que ha pasado. Dejé que las cosas llegaran demasiado lejos con Paul. Ahora quiero arreglarlo. Si sigues Interesado, mis aviones son tuyos. De ninguna manera voy a dejarle la compañía a mi hijo. Me gustaría vendértela a ti por un veinte por ciento menos de lo que habíamos acordado. ¿Qué te parece? . Mile abrió los ojos de par en par, sorprendido. Ese veinte por ciento debía de suponer mucho dinero, adivinó Nattawin.
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