-No es una de mis mejores obras -repuso el, quitándose importancia. No se sentía cómodo con los halagos.
-No -insistió él y, acercándose, lo tomó de la mano.
-Está mejor que bien, Eres una pintora con talento. Siempre me ha impresionado cómo puedes crear cosas tan imaginativas y maravillosas a partir de un lienzo blanco. Lo sepas o no, eres especial. Espero que nuestro hijo tenga el mismo don.Saber que Mile deseaba que su hijo se pareciera en algo a el fue demasiado para Nattawin Sabine. Sus padres siempre habían desaprobado su interés por pintar.
El no había hecho más que decepcionarles.
Sin pensárselo, Nattawin lo abrazó con fuerza. Al principio, él se sorprendió, pero enseguida lo abrazó también.
-Gracias -le susurró Nattawin.Era agradable estar entre los brazos de aquel hombre tan fuerte y cálido. Era maravilloso sentirse apreciado por su trabajo. Con la cabeza apoyada en el pecho de él, Nattawin percibió los latidos acelerados de su corazón. Tenía los músculos tensos. O estaba muy incómodo o lo que sentía por ella era algo más que aprecio profesional, adivinó Nattawin. Y cuando levantó la vista se quedó sin respiración al ver sus ojos.
Los tenía brillantes de deseo y lo miraban como nunca había creído que volverían a hacerlo.
La intensidad de su mirada hizo que le subiera la temperatura al instante. Como le había pasado en el restaurante, se sonrojó. Había pocas cosas en La vida tan exquisitas como hacer el amor con Mile. No podía negar que aquel hombre sabía cómo tocarlo. Y, aunque sabía que era un peligroso error, lo único que el quería en ese momento era que volviera a hacerlo.Él debió de leerle la mente, porque inclinó la cabeza y lo besó. Primero, con suavidad, saboreándolo. Poco a poco, mientras el se apretaba contra su cuerpo, el beso se incendió. Mile lo recorrió con sus manos, marcándole
con fuego con cada caricia.
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*Secreto Descubierto*
Romance****Argumento: ***** ¿Lograría escapar del encanto de un seductor? El destino obligó a Nattawin Sabin Hayes a reencontrarse con el padre de su hijo, aunque no estaba dispuesto a rendirse a todas sus demandas. No iba a permitir que el poderoso y ri...