Capitulo #8

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-De acuerdo -repuso él, salió del coche y dio la vuelta para abrirle la puerta.

-Mañana tengo el día libre. Puedes pedir cita para hacer la prueba de paternidad, llámame o mándame un mensaje y nos veremos allí. Mi número es el mismo. ¿Todavía lo tienes?

Claro que lo tenía. Mile había estado a punto de llamarlo cientos de veces después de su ruptura. Pero era demasiado orgulloso para hacerlo.
Además, no había tenido sentido intentar convencerlo de que hubiera vuelto, cuando el no había querido estar con él.
En ese momento, sin embargo, se arrepintió de no haber intentado arreglar las cosas. Podía haber buscado más tiempo para ella. Así, tal vez, habría estado allí para escuchar el primer llanto de su bebé. Y, quizá, la
madre de su hijo no se habría reído en su cara ante su proposición de matrimonio.

-Sí.

Nattawin asintió y, despacio, comenzó a caminar hacia la entrada del centro de yoga.

-Nos vemos mañana -dijo Nattawin, girándose desde la puerta.

-Hasta mañana -se despidió él.

Mile percibió una tristeza en su expresión que no le gustó nada. Siempre había sido un chico vibrante y lleno de entusiasmo. Cuando lo había conocido, le había hecho abrir los ojos y descubrir que la vida era mucho
más excitante que sus aburridos negocios. Desde que se habían separado, no había dejado de echarlo de menos.

En el presente, lo lamentaba más que nunca. No solo por su hijo, sino porque Nattawin Sabine parecía una sombra del chico que había conocido.

-Lo siento, mile -murmuró ella, antes de darse media vuelta y entrar en el centro donde daba sus clases.

-Lo siento, mile -murmuró ella, antes de darse media vuelta y entrar en el centro donde daba sus clases

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Nattawin lo sentía. Y él, también.

Mile llegó a la oficina a la mañana siguiente antes de las siete.

Mile llegó a la oficina a la mañana siguiente antes de las siete

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Los pasillos estaban silenciosos y desiertos. Su gran despacho había pertenecido a su padre y a su abuelo Neo Romsaithong antes que a él. Su bisabuelo había fundado la compañía en 1930. Había empezado siendo un servicio local de transportes pero, enseguida, había comenzado a utilizar trenes, camiones, barcos que pertenecían a la familia lo único que rentaba eran aviones para llevar sus paquetes a todo el mundo. Desde entonces, la empresa siempre había estado en manos de los Romsaithong.

*Secreto Descubierto*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora