Capitulo #1

159 17 3
                                    

–Es mejor que te vayas ya o llegarás tarde.

Nattawin Sabin Hayes levantó la vista de la caja registradora y miró a su jefe, el diseñador de moda
Usdrienne Lockhart . Llevaba trece meses
trabajando para el como encargado de su boutique Mango..

 Llevaba trece meses trabajando para el como encargado de su boutique Mango

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–Casi he terminado.

–Dame la caja que hemos hecho y vete. Yo me quedaré hasta que llegue Jill para hacer su turno y me pasaré por el banco de camino a casa. Tienes que recoger a Jared a las seis, ¿no?

 Tienes que recoger a Jared a las seis, ¿no?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–Sí –contestó nattawin Sabin. La guardería le cobraría a precio de oro cada minuto que llegara tarde. Luego tenía que llevar a Jared a casa y darle de comer antes de que llegara la canguro para que ella pudiera irse a impartir
sus clases de yoga. Ser madre y padre soltero era bastante estresante, aunque no servía de nada quejarse,
–¿No te importa hacer tú el depósito en el banco?
Usdrienne se acercó a el en el mostrador

–Vete.

–De acuerdo –repuso Nattawin Sabin, mirándose la hora en el reloj. Guardó el dinero y se lo entregó. Era una suerte que Adrienne se hubiera pasado por allí para desplegar un nuevo escaparate. Su boutique era famosa por los
maniquíes, siempre a la última moda.

No podía haber encontrado un sitio mejor donde trabajar, pensó Nattawin .
En la mayoría de los sitios no se habían parado siquiera a considerar contratar a un joven con un mechón azul en el pelo echo con spray y un piercing en la nariz. Ni siquiera cuando se había quitado el pequeño pendiente y se había teñido el pelo del mismo color había conseguido trabajo en ninguna tienda de la Quinta Avenida.

 Ni siquiera cuando se había quitado el pequeño pendiente y se había teñido el pelo del mismo color había conseguido trabajo en ninguna tienda de la Quinta Avenida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las empresas que podían pagarle un sueldo
suficiente como para mantener a su hijo estaban saturadas de aspirantes con más experiencia que el.

La suerte lo había acompañado el día en que se había cruzado con Usdrienne por la calle y  Nattawin Sabin le había hecho un cumplido acerca de su ropa.  No se había esperado que la otro chico le contestara que lo había
diseñado el mismo, Luego, lo había invitado a acompañarlo a su nueva boutique Mango y Nattawin Sabine se había enamorado de aquella tienda.

La decoración era divertida, moderna y estilosa y fashion a la vez. Vendía ropa de diseño con un toque desenfadado. Cuando Usdrienne mencionó que estaba buscando a alguien que llevara la tienda mientras el se concentraba en
sus diseños, Nattawin Sabin presentó su solicitud raudo y veloz.

No solo ofrecía un salario alto y con buenas condiciones, sino que Usdrienne era un jefe excelente. No le importaba el color de pelo de Nattawin Sabin, ni que llevara mechas moradas,  azules ,verdes, ni su pendiente a mitad de oreja y era comprensivo cuando su hijo se ponía enfermo y el no podía presentarse a trabajar.  Tras agarrar el bolso, Nattawin Sabin se despidió de su jefe con la mano y salió por la puerta trasera.  La guardería estaba solo a unas manzanas de allí, pero para no llegar tarde, tuvo que acelerar el paso.

Cuando, al fin, llegó, abrió la cancela que daba al pequeño patio de entrada y llamó a la puerta, eran exactamente las seis menos tres minutos. Poco después, con su niño en brazos, se dirigía hacia el metro.

–¿Qué tal, tesoro? ¿Lo has pasado bien?

Jared sonrió y asintió con entusiasmo. Su carita estaba empezando a ser más de niño y menos de bebé. Ya no tenía los cachetes tan regordetes y, cada día, se parecía más a su padre. La primera vez que lo había sostenido
en brazos, Nattawin Sabin lo había mirado a los ojos y le había parecido estar mirando a Mile. Cuando fuera mayor, sería tan imponente como su padre, pero con suerte tendría el corazón de su madre o sea yo si soy un Doncel...

–¿Qué quieres cenar esta noche?

–Macaones!! Macaones con Quesho!!

–¿Macarrones otra vez? Los comiste anoche. Se te va a poner cara de macarrón.

Jared rio y abrazó a su madre. Inspirando su olor, Nattawin Sabine lo besó en la frente. El pequeño había transformado su vida y no lo cambiaría por nada.

–¿Nattawin Sabin?

Justo iba a entrar en el metro cuando alguien lo llamó desde el restaurante delante del cual acababa de pasar.
Al girarse, vio a un hombre con traje de chaqueta color azul tomándose una copa de vino en una de las mesas que había en la calle. Le resultó familiar, pero no recordaba de qué lo conocía.

–Eres tú –dijo el hombre, acercándose. Sonrió al ver qué el lo observaba confundido–. ¿No te acuerdas de mí? Soy Time Olivier, amigo de Mile Romsaithong. Nos l en la inauguración de una galería de arte hace un par de años.  

A Nattawin se le heló la sangre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A Nattawin se le heló la sangre. Sonrió y asintió, tratando de ocultar su agobio.

–Ah, sí –repuso el, y cambió a Jared de posición en sus brazos, para colocarlo de espaldas al mejor amigo de su padre–. Creo que te tiré una copa de champán encima, ¿no?

–Sí –afirmó él, complacido porque se acordara–. ¿Cómo estás? –preguntó y, mirando al niño, añadió–. Veo que muy ocupada.

–Sí, así es –contestó Nattawin con el corazón acelerado. Necesitaba escapar, –Escucha, lo siento pero no puedo quedarme a charlar. He quedado con la canguro.
Me alegro de verte. Cuídate, Clay.
Nattawin se dio media vuelta y corrió hacia el metro, como un criminal huyendo de la escena del crimen. No creía que aquel hombre fuera a seguirlo, pero no se sentiría a salvo hasta que se hubiera alejado de allí.

¿Se habría fijado Time en el rostro de Jared? ¿Habría notado su parecido? El niño llevaba una chaqueta con capucha puesta, así que, tal vez, no había podido reparar en sus rasgos.
En cuanto llegó el tren, se subió y buscó asiento. Con Jared sobre el regazo, respiró hondo, tratando de calmarse..

💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕💕

Continuará....

Esperó les guste deje sus votos y comentarios...

   2 Nuevas Historia pronto!!!!!!!!

* El conde
*El Doncel rebelde del Jeque

Solo me tomaré un descanso.....

*Secreto Descubierto*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora