Nattawin se acurrucó en el sofá mientras Jared y mile jugaban en el suelo del salón. Estaban montando un camión y un avión con piezas de construcción.
El sonrió al verlos juntos, aunque no estaba seguro de si debería.Mile había hecho todo lo posible para tranquilizarlo. Su abogado le había presentado un acuerdo de custodia muy razonable. Era un trato justo, lo cual lo sorprendió. Mile se llevaba a Jared los fines de semana alternos, quince días en verano, y se turnarían las vacaciones, pero el niño
seguiría viviendo con su madre. A cambio, ella accedía a mudarse a Manhattan para hacer las cosas más fáciles para todos.Además, era un acuerdo flexible, que les permitiría llegar acuerdos en fechas especiales, como los cumpleaños. A menos que Mile lo presionara,
Nattawin tenía la intención de dejarle ver a su hijo siempre que quisiera.
Esa noche, iban a contarle a Jared que Mile era su padre. Era un gran momento para él.-Oye, campeón -dijo mile.
-¿Qué? -replicó el niño, mirando a su padre.
-¿Sabes lo que es un papá?
-chí -respondió el pequeño con tono jovial. Y comenzó a hablar animadamente en su idioma infantil. Le habló de un amigo suyo del cole, cuyo padre iba a buscarlo todos los días. Luego, señaló a nattawin.-Mami.
-Eso es -dijo mile con una sonrisa-. Y yo soy tu papá.
-¿Papá? -preguntó Jared, arrugando la nariz, y miró a su madre, como si esperara su confirmación.
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*Secreto Descubierto*
Romance****Argumento: ***** ¿Lograría escapar del encanto de un seductor? El destino obligó a Nattawin Sabin Hayes a reencontrarse con el padre de su hijo, aunque no estaba dispuesto a rendirse a todas sus demandas. No iba a permitir que el poderoso y ri...