Creí haberme despertado de una pesadilla.
La mañana del martes era como si estuviese en la calle «Elm» y acabara de ver al maldito Freddy Krueger en mi sueño solo para levantarme y ver ese mismo sueño reproducirse ante mí. En verdad había sucedido. Habíamos peleado.
De tal manera que seguía luchando por comprender... jamás había discutido así con Hunter. Jamás. Nunca hubo razón para hacerlo.
Destellos de sus párpados hinchados y mandíbula apretada me seguían cegando la visión como si mi propia mente se esmerara en castigarme con un bucle de aquello que nos dijimos. Quedé atorado en esa tarde.
Pero la vida no iba a esperarme, debía salir de mi cabeza. Y bien, cuadré los hombros y abrí mi casillero; en definitiva no estaba por perder mi sello dorado de asistencia solo por una pelea con mi amigo.
...Incluso si esa pelea en particular no me dejara descansar.
Y es que había algo en ella. Algo en ese giro que Hunter tomó tan solo para mencionar mi relación con Hayden. Algo en la alteración en su voz... en cómo utilizó cada palabra, cada reclamo como si fueran pedazos de un guion que había escrito tiempo atrás, líneas que ya no podía mantener mudas en papel. Y vaya que las dejó salir.
Seguiría esquivando la idea pero ya no era factible, ni siquiera para mí. La evidencia era tal que rendía imposible fingir ignorancia.
Hunter estaba celoso. Ya no podía aparentar más. Él estaba celoso. Y Hayden era la razón.
Entonces, al abrir mi casillero, me encontré con el ya anticipado papelito por encima de mis libros. Otra de las notitas que me reprochaban a gritos aquello que Hunter siente por mí.
Atrás quedó la única presentación rosada de la carta, el pliego blanco había vuelto a la acción. Tan siquiera el rosa le añadía algo de personalidad en comparación a este blanco opaco y tradicional.
Suspiré antes de desdoblar la nota. Me vendría bien acabar con esto de una vez.
Para: Jack
Eso fue duro, ¿no?
Me imagino que te sientes absolutamente horrible en este momento. ¿Ver a tu crush así? Eso tiene que doler.
Espero que ahora te des cuenta de que no eres bueno para él. Hunter no dejará de jugar al caballero cuando estés cerca, y eso seguirá metiéndolo en problemas. Lo entiendes, ¿verdad?
Por cierto, te veías bastante agitado saliendo de la fiesta. Fue lindo.
Incluso podría haberte tomado una foto...
Por primera ocasión, me encontré apretando los dientes mientras fulminaba con la mirada cada palabra escrita en esa letra cursiva insoportablemente hermosa.
ESTÁS LEYENDO
Para: Jack
RomanceEl último año de preparatoria ya era bastante difícil para un adolescente gay socialmente torpe; a esto añádele la repentina afluencia de cartas misteriosas en su casillero que lo amenazan con mantenerse alejado de su mejor amigo, y tienes la receta...