El último año de preparatoria ya era bastante difícil para un adolescente gay socialmente torpe; a esto añádele la repentina afluencia de cartas misteriosas en su casillero que lo amenazan con mantenerse alejado de su mejor amigo, y tienes la receta...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Para: Jack
Entonces, ¿cómo va todo?
Te vi muy feliz después de haber ido al club de robótica... Apuesto a que conociste a alguien especial, ¿no es así?
De todos modos, solo quería aclarar que no soy tu enemigo, Jack. En todo caso, estoy aquí para guiarte en la dirección correcta.
Solo concéntrate en ti mismo, te sorprenderá darte cuenta de que realmente no necesitas a Hunter en tu vida tanto como crees.
Por cierto, espero que hayas encontrado linda la nueva presentación rosa.
¿Pero qué carajos?
¿En serio esta era la misma persona lunática que me llamó sanguijuela tan solo unas notas atrás?
Mi mente le había subido a las millas, como de costumbre. Pensamientos iban y venían en lo que me esmeraba en analizar cada palabra. Cada detalle. No solo en esta carta sino en todas.
¿Por qué el repentino cambio de humor? ¿Será que no me había visto con Hunter? ¿O el pequeño hijo de puta simplemente tuvo un buen día y decidió apiadarse por una vez?
Además, la forma en que señaló específicamente el cambio de color me hizo dudar... ¿y si la presentación rosada era una especie de pista? Bueno, si lo era, no tenía ni idea de lo que podría significar.
Y luego estaba la hipócrita declaración de «no soy tu enemigo». ¿En verdad pretendía hacerme creer que no tenía malas intenciones con esta mierda? O, de nuevo, tal vez se trataba de alguien trastornado con un crush intenso que buscaba desesperadamente estar conmigo. De ahí la parte de «guiarte en la dirección correcta».
Pero, si ese fuera el caso, la única persona que podría imaginarme como la autora sería a Sarah Ayad. E incluso así, no tenía la menor idea de cómo llegaría a tener una fascinación así de fuerte por mí.
O quizás podría ser Nathan Parks.
Fui salvado de caer en un abismo mental por la vibración de mi celular en mano. Una notificación... un mensaje.
Inmediatamente lo alcé a mi cara en lo que me enderezaba, con la espalda apoyada en la cabecera de mi cama y la luz del celular reluciendo mi rostro entero. Ahora era el único punto resplandeciente en la oscuridad de mi cuarto.
Inhalé profundamente. Exhalé. Repetí. Y leí el maldito texto.
Hunt 🏈
Ey, estás despierto? 11:58 PM
Mierda. Mierda.Mierda.
Hunt 🏈
te puedo llamar? puede que quiera escuchar tu voz 12:00 AM
