Los sentimientos de Tierra.

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Tierra se sentía tranquilo, aunque la desazón que le produjo enterarse de que su luna se estaba alejando de él todavía no lo abandonaba, trataba de olvidarse de eso ya que entre menos lo pensara menos angustiado se sentía. Ya había pasado el suficiente tiempo para que él y Luna volvieran a hablarse con normalidad, aunque en realidad ninguno se disculpó por nada de lo que dijeron mientras discutían, simplemente volvieron a hablarse y ya, y como Tierra no quería volver a tocar el tema lo dejaron morir. Ahora lo que Tierra quería era distraerse y que mejor manera de hacerlo que bajando a ver su vida.

Tierra cerró los ojos en el exterior y los abrió en su interior, el muy conocido panorama de su superficie y la vida que lo habitaba lo recibió, nunca se cansaría de mirar a sus creaciones. Observó primero el continente americano, era de noche así que no había más entretenimiento que mirar la actividad nocturna de las grandes ciudades iluminadas por miles de focos cuya luz llegaba hasta el cielo. Tierra hizo una mueca por esto. Sabía que sus terríbolas no descansaban y necesitaban la luz para moverse de noche, pero esa contaminación lumínica excesiva afectaban un poco su vista y lo hacían ver borroso, tenía que hacer un esfuerzo para fingir que no le pasaba nada a su vista y así sus amigos no notaran que tenía la visión empañada porque entonces harían preguntas.

Pero ignorando eso, Tierra les deseó buenas noches a los Countryballs americanos y se desplazó hacia el "otro lado del charco" donde estaban Asia, Europa y África. Los Countryballs americanos eran los más divertidos, especialmente los hermanos latinos cuando hacían sus tonterías como pelearse en un duelo a muerte por demostrar quien tiene el mejor café; los africanos eran los que más estaban conectados con la naturaleza, ellos aún sentían por él ese respeto y consideración que en antaño tuvo toda la Bola Humanidad y los quería por eso; los asiáticos eran los más formales, siempre trabajando con gran disciplina y siguiendo las reglas al pie de la letra... quizá demasiado, Tierra creía que no les vendría mal relajarse debes en cuando; y finalmente los europeos, ahí vivían varios de los países más fuertes e importantes, algunos de los cuales habían moldeado al mundo y cambiado el rumbo de la historia, ellos eran los más inquietos.

Tierra recordó, no sin un poco de angustia, los sucesos de la segunda guerra mundial cuando a Alemania se le cruzaron los cables y se convirtió en Nazi. Mentiría si dijera que no se lo esperaba, había sido testigo de la opresión bajo la que estaba sometido y de la injusticia con que se le trataba, sabía que tarde o temprano el muchacho se revelaría, solo que no esperaba que fuera de una forma tan violenta. Su odio hacia Francia y Reino Unido lo llevó a hacer cosas que jamás habría hecho en circunstancias normales, pero se apoderó de él un sentimiento de superioridad y conquista que lo hizo invadir a todos sus vecinos para someterlos, ¿De verdad creía que podía dominar toda Europa? Porque se tiró en la cacería de Polonia, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Reino Unido, Francia, Rusia, Grecia y un largo etcétera.

El odio que sentía Alemania carcomió su cabeza y destruyó un continente, quien sabe hasta donde habría llegado si las fuerzas Aliadas no hubieran estado ahí para detenerlo. Tierra sabía que Nazi no estaba bien, que debía ser suprimido para que no siguiera dañando al mundo con su odio incluyéndolo a él, quizá por eso olvidó por un momento su promesa de nunca intervenir en asuntos humanos y ayudó a Rusia, el Country más prometedor para contener al destructivo alemán. No es que hiciera gran cosa, pero bajar aún más la ya de por sí extrema temperatura fría del país ruso fue una pieza importante para combatir al ejército invasor, el mismo Rusia lo sabía y por eso lo había nombrado "El General Invierno" porque el frio invierno había acudido en su salvación cuando más lo necesitaba. A Tierra le causó gracia ese apodo.

Entonces Nazi fue derrotado y volvió su Alemania, aquel pequeño Country dulce y tímido que sí era bueno. Pero no la tuvo nada fácil, Alemania cometió muchísimos errores y el mundo entero estaba enojado con él, las deudas económicas se le acumularon hasta el cielo y sus propios ciudadanos lo odiaban, pero quizá lo que más le dolió al Country alemán fue que a su país lo dividieron en dos y él pasó a ser un títere de los aliados. Tierra fue testigo de lo mucho que le costó recuperarse, de lo arrepentido que se sentía y de su lenta travesía en su camino a la redención, siempre que bajaba a verlo él estaba llorando o sufriendo pesadillas si es que lo encontraba dormido, pudo sentir como se ahogaba en su soledad porque nadie quería ser su amigo, y esto no pasó por un corto tiempo sino que Alemania vivió cuatro décadas de esa manera.

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