Bitácora número dos sobre la familia planetaria:
Observar a los planetas se ha convertido en mi nuevo pasatiempo, aunque en realidad no tengo muchas cosas que hacer estando solo en el espacio, los planetas constituyen mi única diversión a la espera de que me asignen una nueva misión.
Tierra ha sido el objeto de mi mayor interés, observarlo interactuar con sus vecinos es llamativo pero observarlo en solitario también tiene su curiosidad.
Él suele ser un planeta sociable pero en cierta ocasión lo pillé buscando la soledad, desde la lejanía lo observé hasta que lo descubrí haciendo muecas de dolor, al esconderse me daba la impresión de que no deseaba que nadie supiera de eso. Me preocupó mucho su estado, quise acercarme y preguntarle que sucedía pero seguí observando y fue entonces cuando lo escuché decir algo que me dejó helado:
“—¡Maldita sea, Rusia! Bájale a tu intensidad con los misiles. ¡Ah!… Auch, cielos.”
Ahí fue cuando recordé la reciente guerra ruso-ucraniana, un evento de mucha importancia política pero jamás me imaginé que afectara de alguna manera a la Tierra, un error mío, debería haber visto venir que un planeta consciente y con emociones es capaz de sentir lo que le sucede a su cuerpo, en especial uno que tiene vida en su superficie.
Esto pone en perspectiva muchas cosas, la actividad terríbola a lo largo del mundo debe ser abrumadora no solo por las guerras sino también por las construcciones, la explotación de los recursos y la contaminación, bajo mis conclusiones esto debería ser insoportable pero Tierra demuestra tener muy buen temple, exceptuando algunas ocasiones en que el dolor lo supera. Creo que miles de años de exposición a las actividades de la Bola Humanidad han generado en Tierra un umbral de tolerancia al dolor muy, muy alto.
Las guerras siempre han estado presente desde nuestros comienzos así que Tierra debe estar más que acostumbrado.
Después de verlo sufrir un rato y quejarse, lo vi regresar con sus amigos y seguir como si nada, supongo que ha pasado por peores guerras así que un pequeño conflicto entre Rusia y Ucrania no le debe importar demasiado.
Solo espero que ese conflicto no siga escalando y que Tierra siempre nos demuestre esa paciencia que ha tenido con nosotros hasta ahora.
+
+Bitácora número cinco de la familia planetaria:
Observar al sol es un poco difícil considerando que no puedo mirarlo directamente, siempre debo tener cuidado de que mi casco esté doblemente protegido para no quedarme ciego.
Me abruma un poco lo caótico que puede llegar a ser, tantas veces que me ha dejado sudando frío por lo cerca que ha estado de lanzar una llamarada solar sobre la Tierra, eso sería catastrófico para nosotros. Una llamarada así de intensa y concentrada como las que el sol suele enviar cuando está enojado podría hacerle daños significativos al campo magnético de la Tierra dejándonos desprotegidos, además las erupciones solares emiten una radiación peligrosa que también puede hacerle mucho daño a todos los seres vivos en la Tierra.
Pero sin duda lo peor de todo sería la muerte de toda la tecnología de la que tanto dependemos. Una sola de sus llamaradas puede provocar fallas en las redes eléctricas a nivel mundial, daños extensos a los transformadores e interrupciones en las comunicaciones y la navegación por satélite.
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Dos mundos, un universo.
FanficHasta ahora, los terríbolas vivían tranquilamente su vida cotidiana y los Countryballs se ocupaban de sus asuntos y problemas comunes de una agitada vida política, todos ignorantes de una verdad que podría cambiar el estilo de vida que han llevado d...