Reunión.

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China y Estados Unidos fueron los primeros en llegar a la sala de conferencias para mala suerte de ambos. Se sentaron en silencio dándose ocasionales miradas enojadas mientras trataban de ignorar el tenso ambiente que habían formado, ninguno estaba de buen humor y eso era culpa del otro. Resulta que el día anterior habían llegado desde sus países hacia una de las tantas residencias que ONU tenía alrededor del mundo y estaban agotados, cada uno quería descansar en las habitaciones que ONU les había preparado, pero por alguna razón que no terminaban de entender el jefe decidió que era buena idea ponerlos en habitaciones conjuntas sabiendo que ellos no se llevaban bien, eso resultó en que ambos se molestaran mutuamente haciendo imposible una buena noche de sueño.

Primero comenzó cuando ambos se encontraron en el estacionamiento del complejo de apartamentos, luego de una corta confrontación China dijo algo que hizo enojar a USA y este le tiró las llaves de su auto al fondo de una fuente en la que tuvo que sumergirse para buscarlas. China no se quedó con las ganas de vengarse y mas tarde logró cortar el aire acondicionado de la habitación de USA sabiendo que no podría dormir sin eso, América no se quedó atrás y puso música lo suficientemente alto para molestar a China pero sin que el resto del hotel fuera afectado. Entonces el asiático le cortó el wifi también, USA respondió quemando un incienso con un olor que al otro no le gustaba, China interceptó la comida que él había pedido, USA le quitó las luces dejándolo en la oscuridad, y así sucesivamente estuvieron molestándose toda la noche. Ahora estaban enojados y desvelados.

—Solo para que quede claro, yo gané nuestra pequeña jugarreta —dijo China rompiendo por fin el incómodo silencio.

—¿Quién dice que ya se terminó? —le respondió desafiante su compañero.

A China no le gustó que América lo siguiera retando ni mucho menos el tono que usó con él, pero antes de responderle y comenzar una nueva discusión escuchó el sonido de la puerta abriéndose y de alguien más entrando en la sala. China dio gracias por la nueva compañía ya que por fin iba a dejar de estar a solas con el americano, pero lo que no se esperaba es que ese alguien fuera Rusia… un atontado y ebrio Rusia, el asiático se quedó de una pieza cuando lo vio llegar así ¿En qué estaba pensando ese idiota? ONU lo sancionaría por atreverse a presentarse en ese estado. Entonces, ignorando al americano y sus ganas de discutir, se levantó de su asiento y se llevó al ruso a los baños para que pudiera lavarse la cara en los lavamanos y quitarse esa expresión de moribundo.

—¡¿Qué rayos pasa contigo?! ¿En qué mundo es una buena idea presentarse ante ONU estando borracho? —le reclamó enojado mientras le tiraba abundante agua fría en la cara obligándolo a inclinarse en el lavamanos sin dejarlo levantarse. El pobre ruso casi se ahoga.

—¡No estoy borracho solo tengo resaca! —logró responderle cuando por fin pudo respirar. Tenía los ánimos despiertos gracias a la brusquedad de su compañero.

—Oh, eso lo arregla todo —le dijo con sarcasmo—. ¿En serio crees que ONU no se va a dar cuenta? Ya estás en la cuerda floja amigo, no necesitas que el jefe esté enojado contigo también.

—No quería tomar de más, pero una vez que empecé con la primera botella no me detuve ahí —explicó con frustración al recordar los motivos por los que había querido apagar su cerebro con su siempre confiable vodka por un rato—. ¿Sabías que Ucrania no quería unirse a OTAN? ¡Había cancelado su solicitud de adhesión! De haberlo sabido habría usado otra estrategia para alejar a OTAN de Ucrania y no la guerra.

—Ah, con que eso lo explica… —China recordó una noticia que había visto hace poco, ahora gracias a la información de Rusia podía comprender lo que pasaba—. Pues si no quería unirse antes ahora está decidido a hacerlo, ya me parecía extraño que mandara la solicitud de adhesión dos veces.

Dos mundos, un universo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora